El lunes en la mañana se llevaron a las mujeres presuntamente para consultas médicas, pero en horas de la noche no habían regresado. Los parientes desconocen a quiénes han sacado de la sede, en Boleíta, y a dónde los llevaron. Denunciaron que los efectivos no les quisieron dar información.
Caracas. Los parientes de los militares y civiles presos políticos en la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta, se encuentran muy nerviosos por no tener información de ellos, ante presuntos traslados que iniciaron desde el lunes 8 de julio.
Un familiar indicó a Crónica.Uno que la mañana del lunes sacaron de la sede a las reclusas mujeres y les indicaron que les realizarían exámenes médicos ginecológicos. Sin embargo, pasadas las 10:00 p. m. no tenían información de ninguna de ellas.
La mañana de este martes 9 de julio un grupo de familiares de presos políticos se acercó para obtener noticias de los detenidos, pero los efectivos de la Dgcim no les respondieron. Presuntamente han salido traslados para las cárceles de La Pica, en el estado Monagas, y Santa Ana, en el estado Táchira, pero se desconocen más detalles.
También denunciaron de manera extraoficial que los presos recibieron amenazas por parte de los funcionarios, luego de que un grupo de militares no permitiera que los custodios ingresaran al área.
“El director de la Dgcim, el coronel Hannover Guerrero, dijo que iban a entrar a la fuerza o a como diera lugar, porque tenían suficientes perdigones y bombas lacrimógenas para ellos. Por eso nos encontramos asustados porque no hemos obtenido noticias”, añadió un familiar sin identificarse, por miedo a venganzas.
Protesta por torturas
El miércoles 3 de julio los familiares de los presos políticos, militares y civiles, denunciaron que se encontraban bajo protesta, en las celdas, por las torturas y violaciones a los derechos humanos que presuntamente se cometen ahí.
Estas acciones ocurrieron después de la muerte del capitán de corbeta de la Armada, Rafael Acosta Arévalo, el sábado 29 de junio, por los maltratos que recibió desde su detención el viernes 21 de junio, según denuncias de su abogado a través de la red social Twitter Alonso Medina Roa.
La víctima llegó a la audiencia en sillas de ruedas y fue remitido al hospitalito de Fuerte Tiuna, donde murió, según su defensa. Desde entonces su cadáver se encuentra en la morgue de Bello Monte y hasta el martes 9 de julio no habían permitido su traslado para la ceremonia fúnebre.
Según cifras del Foro Penal en el país hay 614 presos políticos, hasta el 8 de julio. De esta cantidad 108 son militares.
ONU consciente de malos tratos
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) reconoció que la Dgcim y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) recurrieron de manera habitual a la tortura para extraer información y confesiones, intimidar y sancionar a las personas detenidas.
El informe, presentado el 4 de julio, detalla que en la mayoría de los casos se sometió a los detenidos a “una o más formas de tortura o trato o pena cruel, inhumana o degradante, como la aplicación de corriente eléctrica, asfixia con bolsas de plástico, simulacros de ahogamiento, palizas, violencias sexuales, privación de comida y agua, posturas forzadas y exposición a temperaturas extremas”.
Los familiares de los detenidos pidieron a la comisión de la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michell Bachelet, que visiten el centro de reclusión, para que constaten la situación. Sin embargo, los representantes esperan que el Estado los autorice, de acuerdo con información que le suministraron a los parientes.
Participa en la conversación