La delegación criolla culminó su presentación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con cuatro medallas y seis diplomas pese a tener un contingente de apenas 43 atletas y serios obstáculos en la ruta hacia la cita japonesa.

Caracas. Venezuela recordará los Juegos Olímpicos Tokio 2020 como los que mayores alegrías le dieron a un país sumergido en la más severa crisis económica y política de su historia.

En lo meramente competitivo, los Juegos que terminan el domingo fueron los mejores en la historia del olimpismo venezolano. Nunca en este tipo de eventos la delegación criolla había cosechado cuatro preseas. Las medallas de Yulimar Rojas (oro en atletismo), Julio Mayora (plata en pesas), Keydomar Vallenilla (plata en pesas) y Daniel Dhers (plata en ciclismo BMX) impulsaron al seleccionado a la casilla 41 del medallero –a dos días del cierre de las competencias– para superar el puesto 62 de Río 2016.

Prensa Yulimar Rojas

Además, también por primera vez, Venezuela derribó marcas mundiales y olímpicas con el 15.67 y 15.41, respectivamente, de Rojas en la final del salto triple femenino. Los seis diplomas olímpicos de Anriquelis Barrios (judo), Yusleidy Figueroa (pesas), Naryury Pérez (pesas), Robeilys Peinado (atletismo), Claudymar Garcés (karate) y Antonio Díaz (karate) hicieron buenos los pronósticos de los dirigentes, quienes presupuestaron entre 10 y 12 diplomas, de donde salen los podios de las distintas delegaciones.

No obstante, la andadura venezolana tuvo otras cosas positivas. La más rescatable es la oleada de empatía, solidaridad y respeto profundo por los atletas, que, sumado a la contingencia de la pandemia, hicieron muchos sacrificios y sortearon innumerables obstáculos para representar al país con dignidad. Ya hace cinco años, los Juegos de Río se siguieron –en menor medida– por las redes sociales, pero los deportistas criollos no disfrutaron de tantos comentarios de apoyo y cariño como en la cita japonesa.

El reconocimiento de la gente es legítimo. Los atletas venezolanos no contaron con mucho apoyo del Estado, en varios casos, y los que sí lo recibieron fue apenas en la última etapa del ciclo. Su talento y sus deseos de superación marcaron la diferencia, pues hubo problemas de planificación, logística, presupuesto y continuidad en la preparación durante la ruta a Tokio. Esto sin mencionar la ya de por sí complicada situación por el COVID-19.

Esas fallas fueron notorias y casi generalizadas, a tal punto que El planificador del Instituto Nacional de Deportes (IND), Alfredo Loyo, las admitió en una entrevista en TVES que rápidamente se viralizó.

“Realmente, los resultados obtenidos para Tokio fueron casi que individuales. Cada atleta tuvo que hacer su preparación”, señaló el dirigente deportivo en una polémica declaración por la señal que televisó los Juegos Olímpicos para Venezuela.

Claro que hubo casos de casos. Como el del pesista Julio Mayora, quien coronó un ciclo “perfecto” para un deportista venezolano al ganar oro en los Bolivarianos 2017, en los Suramericanos 2018, en los Centroamericanos 2018 y en los Panamericanos 2019, antes de ganar el subcampeonato olímpico.

julio mayora
Foto: Cortesía

La otra cara –de muchas– bien la podría representar la garrochista Robeilys Peinado, quien, llegada la pandemia, pasó cinco meses parada en Venezuela donde no pudo entrenar de la manera debida por la falta de infraestructura para su disciplina. Con todo, Peinado clasificó a la final, a pesar de prepararse apenas unos tres meses en Europa.

Foto: COV
Mucho por corregir

Tras el diploma del karateca Antonio Díaz y el cierre de las competencias para Venezuela, ya las autoridades y sus equipos técnicos trabajan en sacar sus propios balances y comienzan a esbozar la ruta hacia los Juegos Olímpicos París 2024.

En esa línea, el ministro del Deporte, Mervin Maldonado, reconoció que “hay mucho por corregir”, aunque también alegó que, además del tema coronavirus, “Venezuela enfrenta un bloqueo”.

El funcionario lanzó algunas ideas rescatables como la vuelta de los Juegos Deportivos Nacionales que no se celebran desde 2011. También apuntó a rescatar las instalaciones deportivas y “hacer más con menos”. Prometió que París 2024 va a ser mejor para Venezuela, aunque no dijo cómo, si bien adelantó que vendrán análisis con mayor profundidad en los próximos días.

Desde el Comité Olímpico Venezolano la mirada ya está puesta en la cita francesa y, en días recientes, su presidente Eduardo Álvarez anunció que el COV prevé mantener los programas de educación, becas y respaldo para los atletas venezolanos.

Parte del grupo de 43 atletas –el menor contingente desde Atlanta 96 en las últimas siete ediciones– ya abandonó la villa olímpica y se trasladó a sus destinos en el extranjero. La delegación venezolana regresará al país el martes 10 de agosto y será objeto de un recibimiento y varios homenajes.

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