La mayoría de los casos de la llamada viruela del mono están concentrados en Estados Unidos (23.336 infecciones confirmadas); Brasil (6.809); Perú (2.091); Canadá (1.363); Colombia (1.260) y México (1.051), según los boletines epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud hasta el 19 de septiembre. Venezuela tiene cinco pacientes.

Caracas. Hasta el 19 de septiembre la mayoría de los enfermos con viruela símica (VS), principalmente entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, están concentrados en Estados Unidos (23.336 casos confirmados); Brasil (6.809); Perú (2.091); Canadá (1.363); Colombia (1.260) y México (1.051). En Venezuela la cifra se mantiene en cincos casos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el virus de la viruela símica o viruela del mono como un ortopoxvirus que causa una enfermedad con síntomas similares a los de la viruela, pero menos graves.

Si bien esta enfermedad se erradicó en 1980, aún ocurre en países de África central y occidental. De acuerdo con la OMS, la región de las Américas se ha convertido en el epicentro mundial de la epidemia. En este continente se han confirmado más de 37.444 casos, 1.667 probables y cuatro fallecidos.

¿Qué sabemos de su incidencia en Venezuela?

La doctora Patricia Valenzuela, vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) y adjunta de la Sección de Infectología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se refirió a la poca información de los casos, durante un conversatorio organizado por la organización no gubernamental Acción Ciudadana Contra el Sida (Accsi).

De los tres primeros pacientes, informados por el gobierno de Nicolás Maduro, todos son hombres. De los dos últimos, indicó, uno llegó de Brasil y el otro de Perú. Se conoce que de los tres, uno vive con VIH, pero no se sabe si ya estaba en tratamiento o si fue un reciente diagnóstico, para poder saber su evolución.

Destacó que Venezuela tiene la capacidad diagnóstica en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr) y apuntó que la pesquisa debe hacerse a través de la reacción en cadena de polimerasa en tiempo real.

La doctora Valenzuela recomendó que si la persona tiene una vesícula, pústula o una costra, debe hacerse un hisopado de cada una y llevar las muestras al Inhrr, por separado, en triple empaque y refrigerado.

También alertó sobre:
  1. En Venezuela no hay vacunas contra viruela humana, tampoco tratamientos antivirales.
  2. Las personas que llegan de algunos de los países de Suramérica, de E.E. U.U. o de Europa y que se sepa que hayan estado en contacto con alguna persona con diagnóstico, o sospecha de VS, deben ponerse en contacto con su médico tratante o cumplir cuarentena.
  3. Aquellas áreas de aislamiento que ya no se tienen, porque los casos con respecto a la pandemia de COVID-19 han disminuido, deberían reactivarse para apoyar a las personas con sospechas o confirmadas con la viruela.
  4. Las campañas de prevención han sido nulas en este sentido.
  5. La última data epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registró que el número de casos de viruela símica en mujeres y niños ha subido.
Foto: OMS
Irá en incremento

En el panel del conversatorio de Accsi estuvo el infectológo argentino Omar Sued, asesor técnico de VIH y del equipo de gestión de incidencia de la viruela símica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quien enfatizó en que ahora la situación no es buena.

¿Qué más dijo de la viruela?
  1. Son hombres que tienen sexo con hombres, la mayoría de los casos entre 30 y 40 años de edad. Y, probablemente, están representados porque, además, tienen VIH.
  2. Gran cantidad de estas situaciones se produjeron en el marco de encuentros sexuales, en fiestas o en contexto de celebraciones por el inicio del mes del orgullo LGBTIQ+ en Europa.
  3. De todos los reportes en la región de las Américas, 11 % requiere hospitalización. Esto no significa que sea una enfermedad muy severa o muy grave, sino por las molestias, como las dificultades para tragar, el dolor anal o la retención urinaria.
  4. Este brote ha tenido la característica que empezó entre hombres que tienen sexo con hombres. Y no es por ser homosexuales, sino porque hay unos subgrupos de esta población, con cambios múltiples de parejas, en un período corto de tiempo.
  5. Los síntomas más comunes son fiebre, cefalea, dolor de garganta, tos, adenopatías, inflamación de ganglios y las lesiones en la piel.
  6. Estas lesiones en la piel siguen un curso muy típico, una vesícula que luego hace una pústula umbilical, pasa a ser de una pústula pequeña a más grande, se hace una lesión ulcerada. Posteriormente, la costra se cae, y es cuando se cura y no transmite más.
  7. El período de incubación es corto, en algunos casos de hasta de cinco días.
  8. 30 % de estos casos pueden estar asociados a Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
  9. También se puede transmitir a los perros. Se confirmó un caso en Francia y otro en Brasil, por lo que también hay que aislarse de las mascotas.
  10. La transmisión no se evita con preservativos.
Infografía: Amadeo Pereira
Cortar la discriminación

Edgar Carrasco, venezolano, abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), experto en derechos humanos, género y VIH, fundador y miembro de la junta directiva de Accsi, habló de las implicaciones éticas y las medidas sanitarias asociadas al abordaje de la enfermedad.

Estamos en un país donde hay una permanente crisis de la salud pública, que está determinada por la escasez y deterioro de los servicios de salud pública que amenazan con no alcanzar todos los esfuerzos de protección, profilaxis y prevención.

Ahora bien, dijo, respetando los DD.HH, preservando el secreto profesional y el diagnóstico deontológico, debe hacerse la necesaria notificación obligatoria y la localización de los contactos.

Los ministerios deben tomar esa notificación en términos preventivos para la profilaxis y la atención integral, de modo que esa información no se descarrile y llegue a manos de personas u organizaciones que la puedan mal utilizar. Recordemos lo ocurrido con la pandemia del COVID, cuando se discriminó y señaló públicamente a las personas.

viruela-del-mono

Y puntualizó:
  1. Vivimos en un escenario donde todavía no hay campañas de prevención de VIH, ni está focalizada la población vulnerable.
  2. Estamos frente a una obligación constitucional, como son las políticas sanitarias del Estado, que se han cumplido de una manera errática y nada equitativa.
  3. El aislamiento o cuarentena se ha recomendado los 21 días y puede hacerse en las casas.
  4. Sobre las vacunas, en el protocolo del Ministerio de Salud, que está publicado en la página web, no se hace mención a los hombres que tienen sexo con hombres.
  5. Hay una preocupación adicional por una deficiencia en el acceso universal a los tratamientos antirretrovirales.
  6. El balance ético de los derechos humanos y las medidas sanitarias, requiere de un liderazgo efectivo, que use los recursos adecuados, reconozca la ética de la prevención y fomente la cooperación.
  7. Se deben brindar servicios eficientes y equitativos y fomentar la confianza de la ciudadanía en la salud pública.
  8. A los trabajadores de salud y los gremios, es importante que observen la deontología médica, continúen brindando conocimientos y fortalezcan la investigación.
  9. Las comunidades deben velar por el cumplimiento de las recomendaciones internacionales en la prestación de los servicios y prevención. También están obligadas a promover la dignidad de las personas y el respeto de los DD.HH.
Prevención en vez de combatir

El doctor José Esparza, médico cirujano, doctor en Ciencias Médicas y Honoris Causa de la Universidad del Zulia; profesor adjunto del Instituto de Virología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland; miembro de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela y de la Academia de Medicina latinoamericana, se enfocó a las recomendaciones para cortar la cadena de transmisión del virus, evitar el dolor y las muertes.

Exhortó a priorizar las acciones sanitarias para la epidemiología, prevención, tratamientos y vacunas en individuos vulnerables, como los hombres que tienen con sexo con hombres, con múltiples parejas sexuales.

El monkeypox (VS) no es cuestión de que si llega o no a Venezuela, pues ya lo tenemos, sino de cuál será su intensidad. ¿Cuántos casos hay que tener para empezar a detener? El problema es que la salud no es para combatir epidemias, es para prevenirlas. Tener que combatir una epidemia representaría una falla de salud pública.

Refirió las recomendaciones de la Academia Nacional de Medicina (publicadas a mediados de agosto):

  1. Declarar una alarma sanitaria que permita movilizar recursos y emprender las acciones necesarias en colaboración con la sociedad civil y con estricto apego al respeto de los DD.HH.
  2. Asegurar la transparencia en el manejo de información, con el debido respeto a la privacidad. 
  3. Reforzar la capacidad para el diagnóstico molecular y el monitoreo genético del virus.
  4. Desarrollar programas de vigilancia epidemiológica activa, incluyendo en clínicas de infecciones de transmisión sexual.
  5. Comenzar las diligencias para garantizar el acceso futuro a antivirales y vacunas contra la viruela símica.

Escucho, muy frecuentemente, que las vacunas no llegan a Venezuela, pero si no nos organizamos y si no hacemos las solicitudes adecuadas no las vamos a tener. Hay iniciativas que se han tomado, para proveer a Latinoamérica de 100.000 inmunizaciones contra la viruela. No es mucho, pero si se usan de manera inteligente, algún beneficio deben tener.

¿Qué sugiere?
  1. Hay que priorizar las acciones. Actualmente, la mayoría de los casos del brote internacional de viruela símica han sido reportados en hombres que tiene sexo con hombres y muchas parejas sexuales.
  2. Las acciones sanitarias deben ser guiadas y basadas en la epidemiología. No podemos seguir con esa idea inmoral e invisibilizar a los más vulnerables.
  3. Para protegerse de la viruela hay que tener acceso a la educación e información, medidas preventivas y vacunas contra la enfermedad.
  4. Para mitigar cualquier posible consecuencia negativa de la viruela en personas viviendo con VIH, es necesario asegurar acceso a tratamiento antirretroviral.

Participa en la conversación