La película venezolana se basa en un hecho real que atravesaron dos cineastas durante su juventud. Un testimonio poderoso de virajes

Caracas. Desde hace años, quienes hacen seguimiento del cine venezolano sabían que los hermanos Luis Carlos y Alfredo Hueck preparaban un drama. Una película basada en un hecho de la vida real que ellos experimentaron.

En 2018, el primero de ellos contaba en el libro Nuevo país del cine que su atención estaba puesta en ese proyecto, cuya filmación se había llevado a cabo dos años antes. 

Ahora, a finales de 2013, el largometraje se estrena en la cartelera venezolana. Vuelve a la vida cuenta la historia de Ricardo, interpretado por José Ramón Barreto, un joven que en esa época de establecer un rumbo académico es diagnosticado de leucemia. Fue lo que vivió en realidad Luis Carlos cuando tenía 18 años de edad, momento en el que después de un rato de incertidumbre, su hermano Alfredo se convirtió en el donante de médula ósea. 

Vuelve a la vida
Vuelve a la vida es uno de los últimos estrenos del cine venezolano de 2023

Ambos escriben y dirigen la historia que vivieron. Luis Carlos es el autor del mayor éxito en taquilla del cine nacional: Papita, maní, tostón, una comedia de la que se cumplen 10 años de haberse estrenado en el país. Por su parte, Alfredo es el realizador de Paquete #3, una sátira sobre un país afectado por la violencia y otras tantas turbulencias. 

Ahora, la dupla vuelve en una obra que comienza como una comedia directa, en la que unos adolescentes celebran el regreso al país de Ricardo, el nombre del protagonista de esta historia. Los realizadores llevan al espectador a momentos entrañables y jocosos de unos jóvenes que celebran el reencuentro a la vez que disfrutan un mundo sabiendo que se aproxima la adultez.

Obviamente inspirado por las comedias estadounidenses sobre muchachos que buscan el jolgorio, los Hueck aceptan las referencias, pero también hábilmente hacen que cada escena contenga la caraqueñidad particular de sus responsables. No hay imitación, sino rememorar los códigos del momento para exponer la crónica de los años vividos. 

Vuelve a la vida
Vuelve a la vida es la mejor película hasta ahora de los hermanos Hueck

En Vuelve a la vida toman además elementos de la cultura popular, como el nombre de la obra delata, para afianzar su ubicación en busca de la universalidad. Un título que parte de la jocosidad culinaria de la costa para convertirse en un propósito luego del miedo. 

Paulatinamente la película se va tornando mucho más íntima, en una introspección con mucho peso en la vida familiar y el poder de la amistad. Cuando Ricardo recibe la noticia de la enfermedad, el viraje de la película es drástico. El drama que se afianza no cae en lo exagerado sino que se trata de un trayecto íntimo que con mucho tacto cuenta la fortaleza que adquieren sus personajes a pesar de los bajones. Hay una escena alegórica sobre la conciencia de la enfermedad que es poderosísima. 

Hay quienes han dicho que la película tiene escenas cuya dirección de arte resulta forzada, muy calculada. Es cierto, pero son pocos. Tan solo un afán de perfección que muestra ligeras costuras.

Ahora bien, llega un momento en el que Vuelve a la vida, ya entrando a su clímax, da otro viraje para contar la historia de otra manera, con una voz que solo narra otras imágenes, esas en la que los actores ceden su paso a lo que realmente aconteció. Los hermanos abandonan la ficción para entrar en el mundo documental sin ser disonantes, sin romper el ritmo. Más bien como un movimiento final de la sinfonía que compusieron sobre un momento trascendental de sus vidas.

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