El documental está centrado en la vida de Ismael Sauce, músico fallecido en 2016. A través de amigos y colegas, se establece un perfil de un personaje con un plan inconcluso.

Caracas. Cuando se habla o escribe sobre el rock venezolano, hay una lista aceptada con los nombres más conocidos de la movida. Sin embargo, toda trama de la creación tiene otros personajes que no suelen estar inmediatamente en la narrativa más popular. Artistas que figuraron en su círculo más inmediato, entre un público cautivo, el underground, como le dicen.

Ismael Sauce pertenece a ese grupo de músicos desconocidos para las grandes audiencias, incluso entre aquellos que escuchan rock. Pero el cine sale al rescate con Crudo, el documental de Ismael, una obra dirigida por John E. Robertson y producida por el baterista Darío Adames.

A través del testimonio de los grandes amigos, familiares y colegas, los realizadores logran un retrato del personaje, a la vez que relatan una época, se adentran en el misticismo por la música. Una ciudad de toques nocturnos, encuentros, determinaciones y algunos planes no realizados.

Ismael Sauce falleció en el año 2016 y el documental narra desde aquellos años de vida familiar e ímpetus creadores. Una persona además que creció en un ambiente en el que la música era preponderante. Por ejemplo, su abuelo fue Ángel Sauce, compositor y director de orquesta que fundó en 1961 el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta.

Crudo, el documental de Ismael
El cine documental en Venezuela se caracteriza por si inquietud en temas

Entre los entrevistados de Crudo, el documental de Ismael están Asier Cazalis; Miguel Ángel González, “el Enano”; Miguel, “el Chacal”; Carrasco; Félix Allueva; Diego Márquez; Pablo Dagnino; Héctor Fierro y Gaby Dagnino. Son el coro que delinean el retrato del músico. El año pasado ganó Mejor Documental en el Festival del Cine Venezolano de Mérida.

Es una obra directa para presentar a un personaje. Los testimonios celebran la existencia del artista, a la vez que reflexionan sobre el oficio, las épocas compartidas y el ímpetu de quien determina tomar las riendas.

El disco titulado Crudo, que preparaba con su última banda, La Tara Bisoñé, no se publicó sino hasta el año pasado. De hecho, recientemente fue nominado a los premios Pepsi Music.

Crudo, el documental de Ismael
Darío Adames fue baterista de la banda Caramelos de Cianuro

Una obra íntima, entre quienes extrañan. Pero más allá de las remembranzas, los responsables del largometraje presentan un viaje de un personaje en una empresa inconclusa, a la vez que se exhibe el contexto del rock en Venezuela, las maneras de quien decide desarrollar una pasión, entre la exploración y la propuesta.

Crudo, el documental de Ismael es el testimonio de una generación que se abrió paso en la incertidumbre de un género, artistas que con sus altibajos afianzaron un camino.

Pero más allá de la fama alcanzada o no, la película que recientemente se estrenó en la cartelera nacional, es el reconocimiento de los suyos como tributo a una corta trayectoria, al amigo que se añora, pero también es la declaración como testigos para aquellos que quieran trascender lo que hay en las líneas más subrayadas de la historia de la cultura popular venezolana.

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