Esta última semana ha aumentado el número de personas de la tercera edad que acuden a la oficina del CNE en Maracaibo para cambio de residencia. Los jóvenes aprovechan la larga cola y el calor para vender helados y chucherías.
Maracaibo. A las 7:00 a. m. comienzan a formarse los primeros jóvenes en la cola para formalizar su inscripción en la oficina principal del Registro Electoral de Maracaibo. Éste es el único punto activo de los tres puntos fijos anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la ciudad.
Según un coordinador de la oficina regional, que prefirió no dar su nombre, se han atendido 600 personas al día, en promedio, entre nuevos inscritos y cambios de residencia.
“Esta última semana ha aumentado la afluencia de personas de la tercera edad para cambios de residencia. Para todo el proceso tenemos tres máquinas activas, lo que hacemos es recoger las cédulas a todos los que están en cola para ir agilizando adentro y luego vamos llamando en lotes de 15 o 20 personas”, dijo el trabajador.
Los partidos políticos de oposición Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo, son los que movilizan mayor cantidad de jóvenes al día, se calcula que llevan un autobús diario con un promedio de 60 personas, la mayoría foráneos.
Enrique Amaya, estudiante de Ingeniería de 21 años, llegó a primera hora a la oficina principal desde Cabimas, Costa Oriental del Lago.
Nos trajo un partido político en un bus y agradezco que nos hayan traído porque de lo contrario, no hubiéramos podido inscribirnos. En Cabimas no activaron los puntos del registro por eso obligado teníamos que venir hasta Maracaibo”, dijo Amaya acompañado de 54 jóvenes más que ya sumaban tres horas en la fila.
Calor y quejas
La Oficina del Registro Electoral de Maracaibo no activó ningún plan de atención para la cantidad de ciudadanos que asisten a diario. La cola se hace bajo una columna de sombra que que se forma por una cerca de bloques en la parte derecha del estacionamiento del lugar.
Cuando son las 12 del mediodía esto no se aguanta, la pared se pone caliente, pero no tenemos donde más pararnos porque es la única sombra que hay”, dijo Mónica Araujo, una movilizadora juvenil.
Tampoco hay baños para el público, ni agua. “Aquí uno tiene que venir preparado con algo de comer y traer agua porque ni los partidos apoyan con eso, solamente nos traen y ya. Muchos de nosotros no tenemos ni para comprar un refresco y mínimo estamos cuatro horas aquí”, dijo María Eugenia Urrutia mientras compartía una galleta de soda y un sorbo de agua con su vecino José Antonio, ambos de Machiques.
Buena parte de quienes asisten a la oficina del CNE en Maracaibo, se pregunta ¿Qué pasó con el resto de los puntos fijos?. “Lo único que sabemos es que hay zonas donde se va mucho la luz y por eso retiraron los puntos”, dijo el funcionario del CNE al respecto, acto que los ciudadanos califican de irresponsable.
No deberíamos tener un solo punto de inscripción para una ciudad tan grande, un estado tan grande. Aquí hay gente de todos lados, es irresponsable hacer venir a uno hasta aquí porque esto es lejos para cualquiera. A pesar de todo el proceso es relativamente rápido”, reclamó Jairo Albornoz.
¡Se venden tetas!
A las 11:00 a. m. llegó Vanessa Escambio acompañada de su esposo y con una cava de anime a la que le pegaron un letrero que anunciaba: “tetas 3×1 dólar”. Ambos son oriundos de Machiques, fueron a hacer cambio de residencia.
“Me vine a esta hora con toda la intención porque nosotros nos ayudamos vendiendo tetas (helados), entonces, a esta hora que pega más el calor, aprovechamos y mientras hacemos la cola, las vendemos”, dijo sonriente la joven estudiante.
A Vanessa le queda más cerca de su residencia el punto fijo de La Curva de Molina, pero ya no existe. “Ni me molesté en volver a ir para La Curva porque sé que no están trabajando, me vine directamente para acá, así evito cazar los puntos fantasmas”, dijo.
Una hora antes de entrar a hacer el trámite, ya la joven había vendido las cuarenta tetas de frutas que llevó.
Reinaldo, que estaba a unas 50 personas de Vanessa, también llevó una cesta cargada de galletas, caramelos, chicles, cigarrillos y un termo de café para vender.
“Hoy vi menos gente y me animé a hacer la cola para arreglar un problema que tengo con las huellas y hacer cambio de residencia porque yo soy de Cabimas y me voy a cambiar para acá. He vendido algo, como unos 15 dólares, porque aquí a la gente le da mucha hambre”, reveló el hombre.
Aunque los funcionarios del CNE se negaron a dar declaraciones para ofrecer detalles de cómo se ha desarrollado el proceso en el Zulia, a pocos días de cerrar la convocatoria, se conoció que las fallas eléctricas son la mayor incidencia. “Aquí no hay planta eléctrica, veníamos trabajando hasta las 3:00 de la tarde porque a las cuatro se iba la luz, pero ya no se sabe, eso ralentiza el proceso”, reveló un trabajador de la oficina regional.
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