José y Gregory tienen la dicha de compartir la pasión por el baloncesto y objetivos comunes con el equipo Marinos de Anzoátegui, así como con la Vinotinto
Cristóbal Naranjo @cristobnaranjo
Caracas. Hace dos años, la cancha del barrio El Rodeo de Ocumare del Tuy fue rebautizada con el nombre de Hermanos Vargas, para homenajear a dos de los atletas más destacados de la comunidad mirandina.
El gesto además de reconocer la trayectoria de José y Grégory Vargas en el baloncesto profesional, también le rinde tributo a la relación fraternal que ambos deportistas han estrechado en el tabloncillo desde la primera vez que jugaron juntos con el quinteto Jazz en el mismo escenario ocumareño.
Y es que el “deporte de los gigantes” ha sido el punto de encuentro ideal para unir a los hijos de la exseleccionada nacional de voleibol Judith Díaz, quien tiene la dicha de ver cómo sus muchachos cosechan éxitos con la misma camiseta en Marinos de Anzoátegui y también en la Vinotinto. Para José, el mayor de los Vargas, compartir con su hermano en ambos planteles es altamente gratificante.
“Tenemos una relación especial, ya que él me considera como un padre y yo cómo un hijo mayor. Son muy pocas las peleas que tenemos porque nos respetamos mucho”, contó a FIBA Américas “el Grillito”, quien a sus 33 años ejerce de capitán en el cuadro naval y en el combinado.
“José es un ejemplo para mí. Como siempre lo dijeron mis padres, nosotros somos unos campeones”, señala por su lado Grégory de 29 años. Y las estadísticas parecen darle la razón a sus progenitores. El apellido Vargas ya acumula tres títulos con el cuadro oriental en la LPB y amenaza los registros del trío familiar más ganador del básquet rentado criollo.
“Nosotros queremos una dinastía como lo pudieron hacer los hermanos Lairet (Cruz, Luis y Rodolfo)”, indicó el “Súper Ratón” en alusión a los seis cetros- en solo cuatro participó Rodolfo- que conquistó la hermandad de Guaiqueríes de Margarita entre 1977 y 1982.
Río 2016, la próxima meta con la selección
Las celebraciones del par de basqueteros nativos del estado Miranda no se han limitado solo a la liga local. El año pasado alzaron el trofeo de campeones suramericanos vestidos de vinotinto, un logro que el seleccionado no alcanzaba desde hace 23 años.
“Siempre soñamos en estar en una selección juntos. Lo del Suramericano fue lo mejor que nos pudo pasar”, admite José, mientras que el piloto valora dicha coronación como una nueva meta cumplida por los Vargas. La próxima es la clasificación de Venezuela a los Juegos Olímpicos Río 2016.
“De a poco fuimos cumpliendo los objetivos, primero de jugar a nivel profesional, luego de ser campeones con nuestro club, llegó el título Suramericano con la selección y ahora queremos dar el paso de estar en los próximos Juegos Olímpicos, eso sería un honor para nosotros”.
A largo plazo, el dúo de hermanos que en las redes sociales suele utilizar la etiqueta #TeamVargas para referirse a las actividades que realiza cada uno aspira seguir unido, esta vez para enseñar a los más pequeños y retribuirle a la comunidad por la felicidad de crecer de la mano en el baloncesto.
“Nuestro trato es especial, siempre entrenamos juntos y en un futuro queremos crear un grupo de ‘Team Vargas’ para poder trabajar con los niños y realizar clínicas deportivas. Es por eso que nos hacemos llamar así”, concluyó el mayor de la que es sin duda una dinastía de altura en el deporte venezolano.
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