Avileños recibieron con éxito primer choque internacional de 2019

caracas fc

El Caracas FC celebró ante su público la clasificación a la tercera fase de la Copa Libertadores de América.

Caracas. Casi cinco meses después, el Caracas FC volvió a casa para disputar un evento internacional. En esta oportunidad, el estadio Olímpico recibió el cotejo de vuelta de la segunda fase de la Copa Libertadores de América, la máxima competición de clubes del continente.

La última vez que los avileños jugaron un partido copero antes del miércoles fue el 19 de septiembre de 2018 cuando los capitalinos reabrieron el viejo parque de Los Chaguaramos ante el Atlético Paranaense brasileño, a la postre campeón de la Copa Sudamericana.

Como el año pasado, los seguidores del bando rojo se quedaron con las ganas de gritar un  gol del equipo dirigido por Noel “Chita” Sanvicente, si bien esta semana la asistencia fue menor a la de 2018. Al menos, los 5000 espectadores que se acercaron al estadio se marcharon más contentos, pues el empate local 0-0 ante el modestísimo Delfín ecuatoriano permitió a los de la Cota 905 avanzar a la tercera ronda, antesala de la fase de grupos en la que participa lo más granado del balompié suramericano.

Claro que la inseguridad y los problemas de transporte en Caracas dificultan la asistencia a cualquier careo deportivo en horario nocturno. También el tema económico es un factor que hay que considerar. En septiembre, la entrada más barata en gradas costaba 530 bolívares y esta semana se vendió a 3000, un reflejo de la hiperinflación que golpea día a día el bolsillo de los venezolanos.

Los que se acercaron al Olímpico se sorprendieron con la “mudanza” de las taquillas para adquirir los boletos. Esta vez, las ventanillas habilitadas estaban en el acceso a la tribuna principal y no al lado de la popular como es habitual.

Lo que no cambió fue la desproporción entre la oferta de comidas y bebidas en la tribuna techada y en la popular. Mientras en la primera había opciones para todos los gustos, en el acceso no techado apenas se vieron unos pocos puestos abiertos. Lo mismo pasó en cuanto a sanitarios en funcionamiento.

Una vez con los equipos en la cancha, la barra caraquista recibió con el ánimo de siempre a su equipo. Los más fieles tenían globos rojos para darle colorido a la semi-fría noche caraqueña. Por los parlantes, los himnos no sonaron, pero el Gloria al Bravo Pueblo bajó a capela desde las tribunas con el acostumbrado énfasis en la estrofa de “seguir el ejemplo que Caracas dio”.

Los botes del balón y el verdor de la grama confirmaron el buen estado del rectángulo de juego, más allá que el encuentro se jugó a pelotazos y no fue vistoso. Tras el pitazo final, los directivos y allegados del Caracas respiraron aliviados. Y no es para menos, el pase a la tercera ronda supone la entrada de otros 550.000 dólares a la institución, que ya había asegurado 500.000 en la serie ante los “cetáceos”.

A la salida retumbó el provocador grito de “Somos Caracas” y ya de vuelta en el trayecto hacia el Metro de Zona Rental, un grupo de adolescentes ensayó jocosamente un “challenge”, por estos días muy popular en espacios públicos, tras gritar a todo pulmón el apellido de un político, cuyo respaldo parece ir en caída libre.  


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