Comerciantes de Coche disminuyeron sus horas de cierre, por los constantes atracos que se registran en horas de la noche. Denunciaron que la zona es muy sola y hay poco patrullaje.
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Ante los ojos de una niña de 11 años, unos delincuentes llegaron a bordo de una camioneta Fortuner y robaron a sus padres, junto con los empleados del local, que recién cerraban a las 8:00 pm, en la calle Guzmán Blanco de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud de Coche.
Los sujetos se llevaron la moto con la que hacen las entregas de comida a domicilio y las pertenencias de todos. La madre de la pequeña, quien prefirió mantener su nombre en resguardo por seguridad, corrió lo más fuerte que pudo con su hija, para protegerla del los sujetos.
El papá de la niña y los empleados intentaron perseguir a los sujetos, a bordo de otra moto que no se robaron, pero el grupo de antisociales lo evitó. Al día siguiente llamaron al local para pedir 200 mil bolívares por el rescate del vehículo, el cual cancelaron a otros delincuentes en el Centro Comercial El Valle.
“En ese momento recuerdo que mi hija gritaba muy nerviosa. Ahora cerramos el local más temprano y hacemos depósitos en el banco para no tener efectivo, de hecho después de las 3:00 pm solo aceptamos pago con tarjetas de débito”, soltó la comerciante desde la parte de atrás del mostrador del local.
Desde esa mala experiencia, la primera en cuatro años que tienen con el negocio, han transcurrido más de 20 días. Ahora la zozobra empeoró y trabajan pensando que otro hampón se aprovechará de la soledad de Coche para entrar y despojarlos.
“Mi hija toca en la Orquesta Sinfónica de Venezuela y todas las tardes se viene al local conmigo. Después del robo me pide que la encierre, en un cuartico del local de al lado, por miedo. Ella se mete ahí a hacer tareas, no quiere estar afuera en el local”, detalló con resignación por tener que vivir azotados por el hampa.
La inseguridad enferma
Para esta comerciante y madre trabajar con miedo no la llevará a nada bueno. Confesó que por los nervios podría enfermarse o en caso extremo tendría que dejar de laborar. “Pero imagínate, si no trabajamos no comemos”.
El día del atraco varios testigos les dijeron que la camioneta Fortuner llevaba más de 10 minutos detenida pasos más atrás, esperando que ellos cerraran. Sostuvo que es común que sucedan estos delitos en la zona, pues es muy sola y de noche está oscura porque desde hace tres semanas no tienen luz.
“Por esta soledad abrimos después de las 10:00 am, antes nos pueden robar porque no hay ni un alma por aquí. A las 6:00 pm tratamos de cerrar, antes lo hacíamos más tarde pero con tantos delincuentes no se puede”.
Recordó que asistió a la reunión que tuvieron los vecinos con funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, a finales de enero, y expuso su testimonio para que trataran de darle una solución a los robos, pero salió peor.
“Salí más nerviosa de esa reunión de seguridad porque los vecinos le pidieron a los guardias que pusieran una carpa y ellos dijeron que no, por los ataques con granadas que se han registrado. ¿Con quién cuenta uno? Si hasta ellos tienen miedo”, soltó.
Los residentes acordaron con los funcionarios que patrullarían todo el día, para tratar de disminuir los índices delictivos, aunque los afectados dijeron que se ven poco porque cuentan con dos unidades para recorrer El Valle y Coche.
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Fotos: Cheché Díaz
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