En Punto Fijo, Barquisimeto y Maracaibo hay zonas en las que no se ha restituido el servicio de agua potable. Además, están sometidas a un férreo racionamiento eléctrico posterior a la emergencia.

Caracas. El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) presentó este martes un balance de la encuesta realizada en 10 ciudades del país para medir los efectos de los apagones ocurridos durante el mes de marzo. Entre los resultados que resalta está el hecho de que hay zonas como Punto Fijo, Maracaibo y Barquisimeto en las que el agua no llega. Aún no se ha restituido por completo el servicio. Prácticamente, 26 % de la población no tiene tiene bombeo por tuberías.

Posterior a los apagones que afectaron a 18 de los 23 estados, se aplicaron 6403 encuestas en 10 de estos, entre abril y principios de mayo. La propuesta inicial era promediar los días que los venezolanos pasaron sin luz y, por ende, sin el servicio de agua potable.

Fotos: Luis Morillo

Juan Cubas, presidente del OVSP, explicó que el servicio de agua potable está relacionado con el de energía eléctrica.

“30 % de los consultados no le atribuye la responsabilidad a nada o nadie en particular”, dijo.

Situación que difiere de las protestas ocurridas en los barrios, específicamente el 30 de marzo, cuando la gente enardecida reclamaba directamente a Nicolás Maduro por el colapso de los servicios y le exigían el envío de agua potable.

Otro dato que reportó Cubas es que 52 % de los consultados consideró que la razón principal de los apagones fue la falta de mantenimiento de la industria eléctrica.

En las encuestas se recogió igualmente la molestia de la población y las consecuencias de esos eventos, como el daño de alimentos y de los electrodomésticos.

Las consultas se realizaron en Barcelona, Barquisimeto, Caracas, Ciudad Bolívar, Maracaibo, Mérida, San Cristóbal, Porlamar, Punto Fijo y Valencia, donde habitan 10,7 millones de venezolanos, de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística para 2015.

el agua no llega
Fotos: Luis Morillo
Sin luz, el agua no llega 

El portal Prodavinci hizo un análisis de los datos de OVSP y determinó que, durante los apagones masivos, cinco millones de personas permanecieron al menos tres días sin electricidad de forma continua; y casi medio millón de personas estuvo más de siete días sin servicio.

Fotos: Luis Morillo

En Mérida y Maracaibo, la población enfrentó las interrupciones más largas. Mérida estuvo 4,6 días sin electricidad en promedio. Sin embargo, en Maracaibo casi la cuarta parte de los habitantes no tuvo luz antes de los 7 días.

En Porlamar, el servicio eléctrico se restituyó en las primeras 24 horas para 92,6 % de las personas. En Barcelona, 81,1 % de los ciudadanos estuvo sin luz dos días o menos. Los usuarios en Caracas tuvieron que esperar, en promedio, dos días y medio para que volviera la electricidad.

Pero, además, el portal identificó que 241 centros educativos están racionados y 158 pierden el equivalente a una semana de clases al mes.

De los 196 centros de salud que aparecen en el plan, 42 pasan el equivalente a más de tres días sin electricidad al mes y en medio de esa contingencia el agua no llega. El racionamiento es desigual: mientras Cojedes tiene a casi toda su población en parroquias racionadas; Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Distrito Capital y Vargas no tienen racionamiento oficial.

El ingeniero Norberto Bausson, quien presentó los resultados relacionados con el servicio de agua potable, acotó como dato interesante el hecho de que la población desconfía de sus instituciones y resaltó que 50 % de los consultados dijo que probablemente ocurrirá un nuevo apagón.

Lo que nos preocupa es que ni el Gobierno ni la población están preparadas para eventos de esta magnitud. De hecho, en marzo, un número importante de la población no recibió ayuda gubernamental y por eso vimos esas imágenes de la gente buscando agua en el Guaire, sostuvo Bausson.

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Cubas, al final, destacó que 61 % de los habitantes valora de forma negativa los servicios públicos, algo que debe movilizar a las instituciones del Estado, pues —en el caso del agua— los métodos para su acceso son a través de cisternas, cargando botellones o de fuentes naturales: 34,3 % de la población se ve sometida a esos medios no convencionales, lo que impacta en su bienestar y calidad de vida.

En la encuesta igual se valoraron servicios como aseo urbano, distribución de gas doméstico y telefonía, resultados que aún están en proceso.

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