Los habitantes de esa zona fronteriza señalaron que en los anaqueles hay ausencia de arroz, aceite, jabón y papel higiénico. También hay fallas con los medicamentos
Mayela Armas/@mayearmas
San Antonio del Táchira. A mes y medio del cierre de la frontera con Colombia, en San Antonio del Táchira el abastecimiento de productos esenciales no mejora. Para sus habitantes la escasez de rubros como arroz, aceite, mayonesa, jabón para lavar, panales y papel higiénico es severa.
“Hice una cola para comprar leche y tuve que llevar la partida de nacimiento de mi hijo. Esto está peor, tenemos más restricciones. Hay pocos productos, y además hay que comprar por cédula”, aseveró muy enfadada, Coromoto Ramos, una ama de casa que tuvo esperar horas para adquirir lo que requería en una farmacia ubicada cerca de la Plaza Bolívar.
En esa misma cola estuvo Leidy Mendoza, quien cargaba a su hija de siete meses en brazos, porque no le ve vendían la fórmula infantil si no la llevaba.
“Para poder comprar tengo que andar con la bebe, porque soy menor de edad. Sola no me venden nada, porque creen que soy bachaquera”, apuntó la joven de 17 años que trabaja como armadora de bolsos. Agregó que “muchas veces he tenido que salir con ella en la madrugada para comprar pañales y leche”.
El 21 de agosto el Presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera en 10 municipios del estado Táchira, bajo el argumento de combatir el contrabando. A los pocos días de la medida, el Vicepresidente, Jorge Arreaza, dijo que ya el abastecimiento había mejorado en la frontera. Luego el gobernador de la entidad, José Vielma Mora, aseguró que se había reducido el costo de la carne, del pollo y de la leche, y que no había colas. Sin embargo, las largas filas en los supermercados han seguido.
Las fallas de abastecimiento se reflejan cuando hace tres semanas la gobernación implementó las ventas por terminal de cédula de identidad para productos regulados y no regulados, resolución que se modificó para solamente los artículos controlados.
Dicho sistema molesta a los habitantes, porque la ausencia de alimentos y medicamentos persiste. Karla Rojas es administradora de un local y apuntó que “aquí en San Antonio no se consigue arroz, jabón, lavaplatos, champú. Eso no se ve en ningún comercio”.
Mientras esperaba para entrar a un supermercado, apuntó que “aquí dijeron que se iba a mejorar el abastecimiento, pero no es así. Las ventas por terminal de cédula no solucionan nada. De un mes para acá todo ha empeorado”.
En San Antonio del Táchira los supermercados son los únicos locales tienen compradores cuando llegan los artículos básicos, en el resto de los comercios no hay gente.
Idalia Galavis es una vendedora informal que comentó que tiene semanas sin conseguir champú. “Hace una semana tuve que lavarme el cabello con el champú del perro, porque no tenía nada”. De los productos básicos hace poco consiguió aceite y harina de maíz de precocida, algunos paquetes los compró para su vecina, porque el día que llegaron a ella no le tocaba.
Cecilia Márquez es peluquera y a la salida de un establecimiento, comentó que “no hay derecho. Tiene que haber productos para todos. Tengo una hija pequeña de tres años y necesito leche”.
Marta Pérez, gerente del automercado Supereconómico, apuntó que “lo ideal es ver mercancía en todos los anaqueles y eso no pasa”.
En días pasados el establecimiento tenía productos que no son prioritarios, por lo cual no había colas. Añadió que “con el cierre de la frontera el abastecimiento no ha mejorado. La gente se enoja, pero nosotros no podemos hacer nada si los productos no llegan”.
En las farmacias también hay escasez. La encargada de una farmacia, que quiso mantener su nombre en reserva, expresó que “la situación es pésima. No tenemos suficientes medicamentos. Faltan hipertensivos, antibióticos y anticonceptivos. Lo que nos llega es poco y son genéricos”.
Los habitantes de esa zona fronteriza indicaron que antes había colas, pero algunos productos se podían encontrar, ahora hay menos rubros.
Muchos iban a Cúcuta a comprar aquellos artículos que no aparecían en los supermercados, aunque fueran más costosos por el diferencial cambiario. Pero actualmente el paso está permitido solo para turistas, estudiantes, personas que tienen tratamientos médicos y colombianos que se van del país.
Gisela Gómez es comerciante y añadió que “lo que necesitaba lo compraba en Colombia, desde comida hasta repuestos para el carro. En estos momentos no encuentro nada”.
Los taxistas señalaron que cuando requerían piezas para el carro iban a Colombia. Ya no saben qué hacer si se dañan los vehículos,
Fotos: Cristian Hernández
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