Las tuberías de gran parte de Táchira están secas desde hace más de 15 días

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Mientras que en San Cristóbal sufren por el hecho de tener que cargar agua en tobos, botellas y todo tipo de envase, la estatal de aguas solo publica contenido político y no da explicación sobre lo que ocurre. El cronograma de racionamiento difundido no coincide con los cortes del servicio que se realizan.

San Cristóbal. Desde hace más de 15 días, los sancristobalenses, además de tener luz de manera intermitente, padecen de interrupciones en el suministro del agua potable. Anteriormente, aunque había deficiencias, el agua llegaba a las casas con cierta regularidad, pero ahora el panorama es otro.

Sectores enteros se encuentran “secos” desde hace varias semanas y la estatal de aguas, Hidrosuroeste, no informa qué es lo que ocurre. Nadie sabe si es un plan de racionamiento, una avería o bajo caudal, pues en las redes sociales de la empresa solo hay información de corte político y sobre trabajos menores realizados en urbanismos.

Ya es común ver a las personas buscando agua en las llaves de casas en las que llega para abastecerse, así como en tuberías de las calles, pues no hay manera de que el suministro fluya por los grifos como antes. Ya tenemos más de 15 días sin agua en La Guacara. Nadie dice nada y ahora uno vive cargando pipotes para todos lados, dijo Evaristo Fernández, habitante del populoso sector.

La Concordia también tiene más de cuatro días sin suministro de agua. Los locales comerciales de la zona no pueden trabajar con normalidad, ya que si no les falta el agua, no hay luz, las tarjetas no pasan o cualquier otro obstáculo. Esta zona no tiene agua desde mediados de la semana pasada, pero por los lados de Plaza Miranda llevan más de un mes sin subir agua a los apartamentos que están más arriba, dijo Alexander Torres, propietario de una venta de repuestos.

Si bien en el mes de marzo fue publicado un cronograma de racionamiento, precisamente por la sequía, este no se cumplió en su momento, y no coincide tampoco con los cortes que se hacen actualmente.

Toca dormir con las llaves abiertas porque si llega el agua en la madrugada uno se tiene que poner a esa hora a lavar y limpiar, dijo Fausta Montilva, habitante de San Rafael de Cordero, donde el líquido no llega desde el pasado domingo.

Pero no solo San Cristóbal padece. La frontera no recibe el servicio desde hace mucho tiempo. La poca agua que llega lo hace a través de cisternas, puesto que esta zona padece de apagones de forma ya crónica y el sistema de bombeo no responde correctamente, aunado a la intensa sequía que golpea la entidad. “Lobatera lleva una vida y más sin servicio básico elemental y necesario de agua”, dijo Rainer Marval.

El único consuelo que tienen los andinos es que el agua, cuando llega, al menos es limpia. Esperan que esta situación mejore, pues se sienten agotados entre los apagones, las colas para la gasolina y ahora la falta de agua.


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