En Caracas la organización no gubernamental Médicos Unidos por Venezuela maneja una lista, que publica de manera extraoficial para proteger a sus fuentes, de 220 trabajadores de la salud que pueden estar afectados. De esos, 26 ya dieron positivo.  

Caracas. 53 médicos zulianos están contagiados con COVID-19. De esos, cuatro están en terapia. Familiares y amigos piden por redes sociales recursos para salvarles la vida. Hasta ahora han fallecido seis a causa del virus que el Gobierno no ha logrado contener y ya lleva 115 días causando estragos.

La doctora Daniela Parra, presidenta del Colegio de Médicos de esa entidad, contó que la situación se agrava. El día martes 7, por ejemplo, los doctores del hospital de Caja Seca cerraron la emergencia porque no pueden atender a los pacientes sin equipos de protección. 

Pero eso ocurre en casi todos los centros asistenciales, pues no hay insumos ni equipos de protección. No sé si están agotados, por eso están pidiendo dinero para poder apoyar a los médicos, a los dos que están en clínicas y a los que están en hospitales asistidos con ventiladores, que, por cierto, no hay suficientes.

De los 53 médicos zulianos hay un grupo asintomático al que aislaron en los 15 hoteles y moteles habilitados para atender la pandemia. Otros con síntomas menores se encuentran en el Hospital Universitario de Maracaibo.

Tenemos un alto número de contagios. Llegan a 1642, esa fue la última cifra registrada por el sistema, pero hay un subregistro importante: primero del que no asiste al hospital porque tiene miedo de cómo tratan a los pacientes, porque pareciera que salir positivo es como un delito. Lo desconectan de la familia, lo recluyen y no puede ver más mundo durante tres o cuatro semanas; segundo, porque hay poca asistencia médica, ninguna asistencia de urgencia, tampoco hay ambulancias y mucho menos alimentos para los hospitalizados. A los pacientes los están juzgando como si fueran a un tribunal, pero en vez de un juzgado es el sistema sanitario.

La otra gran preocupación que planteó la doctora fue la crisis social por la que atraviesa el gremio. “Los médicos hemos perdido los beneficios contractuales como el HCM y se ven obligados a estar en un hospital público; y aquellos que tienen la posibilidad de ir a una clínica sin seguro se pueden financiar unos días, pero no un largo período, como cuando se trata de este tipo de patología respiratoria. El sistema agudo de insuficiencia respiratoria es un síndrome muy grave que requiere en 80 % de ventilación asistida. Estamos en esa situación, un médico gana nueve dólares y con eso no puede tener ningún tipo de bienestar, no puede disponer de seguro porque no son compatibles con los costos de los servicios”.

Para Parra, si no se asume conciencia de la gravedad de la pandemia; si la gente no guarda la distancia y no se protege, todo se va a multiplicar. Aquí si acaso funciona 20 % del transporte, y las pocas camionetas van repletas, no hay separación. Tampoco en los camiones que llamamos chirrincheras, que van con 40, 50 personas pegadas unas a otras, que vienen de la Guajira, de Colombia, ahí está parte del foco, y los médicos zulianos, al igual que el resto, que tiene un protagonismo en esos momentos, atienden a la gente con lo que puede, usando un débil tapabocas; y ahí están los resultados.

Desde antes del decreto de emergencia la dirigente gremial había alertado, con el respaldo de los colegios de la salud, la vulnerabilidad del sistema sanitario en el Zulia. A 115 días de la pandemia, suman a sus quejan seis trabajadores muertos por coronavirus.

Caracas no está a salvo

Así como los médicos zulianos que son de un estado golpeado desde mucho antes en la calidad de los servicios públicos, principalmente con el racionamiento arduo de energía eléctrica los galenos de Caracas, que están más cerca de las autoridades rectoras y de la comisión presidencial que atiende la COVID-19, no corren mejor suerte.

La organización no gubernamental Médicos Unidos por Venezuela, con el apoyo de colaboradores, está levantando un registro de los casos de afectación en el sector salud.

Tomó como referencia 24 hospitales (varios centros centinelas como El Algodonal, el Clínico y Lídice) y CDI de Caricuao, El Junquito, 23 de Enero y Catia, y contabilizó que se notificaron 220 ingresos de médicos, enfermeras y trabajadores como auxiliares de enfermería y relacionados con el área de la cocina, de los cuales 26 tienen diagnóstico positivo. Seis de ellos aislados en el hospital Miguel Pérez Carreño.

Otro dato que reveló ese registro es que del hospital El Algodonal es de donde están saliendo más casos de personal presuntamente contaminado (27), también del Centro Nacional de Rehabilitación (73) y del Rísquez (51).

La data proporcionada por MUV es confidencial, para resguardar a quienes ayudan a levantarla. 


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