Una dieta nada agradable para los niños, horarios cortos y pocas escuelas disponibles fueron las características del llamado Plan Agosto Escuelas Abiertas por la Paz en Anzoátegui, lo que ocasionó mucho desencanto. Dirigentes gremiales aseguraron que con la actividad, más allá de brindar esparcimiento a los niños, el ejecutivo de Nicolás Maduro viola el derecho al descanso de los maestros incorporados al plan.

Guanta. El Plan Agosto Escuelas Abiertas por la Paz finalizó este viernes 30 de agosto en los 21 municipios del estado Anzoátegui. Sin embargo, para los padres de los alumnos que participaron hubo más desencantos que alegrías.

El gobierno de Nicolás Maduro prometió que las escuelas del país estarían abiertas todo el mes de agosto para que los niños usarán los espacios de los planteles con fines recreativos. La promesa no fue del todo cierta porque el plan se limitó sólo a los centros educativos dependientes del Ministerio de Educación, con una especie de sectorización y un horario de apenas tres horas.

Voceros de la Zona Educativa del estado Anzoátegui (ZEA) sostuvieron que en efecto el plan se desarrolló en los colegios que dependen del ministerio y que contemplaba una división por municipios.

“No se realizó de manera simultánea porque queríamos llegar a los 21 municipios del estado, el plan arrancó en su primera semana en el municipio Simón Bolívar [Barcelona] y después se trasladó al resto de la entidad. Se hizo así, primero, para que los niños no estuviesen todo el tiempo en la escuela y en segundo lugar, para preservar el descanso de los maestros”, indicó el vocero de la ZEA.

El equipo de Crónica.Uno consultó a un trabajador de la UEN José Tadeo Arreaza Calatrava de Barcelona y este refirió que el plan sí se desarrolló en la institución, pero despachaban temprano a los muchachos debido a la falla en el servicio de distribución de agua que aún se mantiene en varios sectores de la ciudad.

Los muchachos llegaban a las 8:30 y a las 11:30 a. m. ya los estábamos despachando. Solo trabajamos en ese lapso por el problema del agua, algunos maestros decidieron venir a la institución a participar del programa y el resto del plan fue desarrollado por recreadores. A los niños se les garantizó comida y algunos traían de sus casas, sostuvo la trabajadora del centro educativo que prefirió no ser identificada.

Pasta sola

La última jornada del Plan Agosto Escuelas Abiertas por la Paz concluyó este viernes en la escuela Sandalio Gómez de Guanta, la única habilitada en todo el municipio para albergar la actividad, con un viaje a la playa al cual no fueron todos los niños que participaron.

Entre el grupo que no acudió a la playa se encontraba Fabián, un pequeño de 11 años de edad, que indicó que lo único que no le gustó del plan fue la comida.

Me gustó la actividad porque además de los juegos y otras actividades, también nos hicieron repasar un poco las matemáticas y nos dieron clases de lengua e inglés. Lo único que no me gustó fue la comida. Nos dieron pasta sola con un vaso de leche. Yo solo me tomaba la leche y lo demás siempre traje de mi casa.

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María Barroyeta, una de las madres que llevaron a sus hijos a la escuela Sandalio Gómez de Guanta, confirma el relato de Fabián. Asegura que el carrito de tequeños, ubicado frente a la institución, le resolvió la merienda a su pequeña de 8 años durante la semana.

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En Guanta los pequeños participaron de diversas actividades recreativas / Foto: Cortesía

“Yo pensé que esto duraba más, pero la verdad prácticamente fue un mateo. No te digo que no vamos a la playa porque la tenemos casi que al frente de la casa, pero Guanta es una ciudad pequeña, sin muchos sitios a donde ir y por eso la inscribí en el plan, pero en realidad fue muy corto”, afirma.

Derecho violado

José Reyes, miembro del Sindicato Único del Magisterio en Anzoátegui, indicó que para el gremio el plan no está mal, pero se hace de manera no planificada al incorporar a los maestros. Al hacerlo se les viola el derecho de disfrutar sus vacaciones tal como lo estipula la Ley del Trabajo, además de ocupar los planteles los días de semana, cuando hay menos incidencia delictiva.

“El régimen siempre dice que usará todas las escuelas, pero eso nunca sucede. Nosotros hicimos recorridos y la mayoría de los planteles siempre estuvieron cerrados, la única que tenía algo parecido a un plan vacacional era la Alcaldía de Barcelona. Al maestro no se le pueden cortar sus vacaciones, eso va contra la ley y ese plan debería ser los fines de semana que es cuando más roban en las escuelas. La mayoría de los planteles están en la periferia de los barrios y no tienen resguardo”.

El gremialista indicó que la realidad socioeconómica del docente venezolano no está para que le reduzcan días de su período vacacional y que si el Ejecutivo quiere que los niños tengan unas vacaciones decentes, debería realizar cambios para que sus padres los lleven a disfrutar de verdaderos lugares de esparcimiento y “no volverlos a meter en una escuela durante el receso escolar”.


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