En cumplimiento de la medida de cuarentena colectiva, desde las 4:00 a. m. de este lunes 16 de marzo, la Policía Nacional Bolivariana y la Policía Municipal de Plaza tomaron las paradas de autobuses para permitir viajar de Guarenas a Caracas solo a trabajadores de salud, alimentos, seguridad policial, transporte, medios de comunicación y administración pública.
Caracas. Desde las 5:00 de la mañana de este lunes 16 de marzo, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Policía Municipal de Plaza activaron medida de cuarentena colectiva; controlan el ingreso a los autobuses con destino a Caracas, solo permiten el acceso con sus debidos tapabocas a trabajadores de los sectores salud, alimentos, seguridad policial, transporte, medios de comunicación y funcionarios públicos.
Con excepción de los uniformados con tapabocas, las paradas de Guarenas estaban desoladas, con poca gente, como ocurre un domingo. Había unidades del transporte público en espera de pasajeros.
Plaza forma parte de los 21 municipios de Miranda que deben cumplir el mandato de cuarentena colectiva, entendida, según palabras de Nicolás Maduro, en “todos nos quedamos en casa”. Así se vivió este primer día de la medida.
A las 6:30 de la mañana, los funcionarios pedían identificación laboral a quienes intentaban abordar las unidades. En la parada del Seguro Social no dejaron subir a una unidad con destino a El Silencio a María Reyes, quien debía buscar unas planillas en su oficina para culminar una auditoría que realiza para la empresa donde trabaja. Ella, con tapaboca y guantes, intentó sin éxito subir por la parada de El Torreón, pero le negaron el acceso al autobús porque no forma parte del personal exceptuado de la cuarentena colectiva.
En el terminal de Trapichito la situación fue la misma. Funcionarios de la Policía de Plaza se encargaron de supervisar el ingreso de pasajeros. Las camionetas tardaban en salir porque los conductores esperaban llenar todos los puestos.
Quienes no pudieron subir a Caracas expresaban su malestar: “Esto es más político que más nada”, “¿por qué no hicieron eso cuando el virus del zika?, “tengo muchas dudas sobre el coronavirus, leí que solo deben usar tapabocas los casos confirmados y los que los atienden, no entiendo por qué es obligatorio usarlo”, “¿cómo nos vamos a quedar en casa 40 días? Si no trabajo no como, trabajo por mi cuenta”.
En las paradas intermunicipales, los pasajeros tuvieron que esperar largo tiempo para trasladarse a los municipios Brión y Zamora. En el terminal de Trapichito, más de 20 personas esperaron dos horas una unidad de transporte público con destino a Higuerote. Se alegraron cuando el autobús llegó, en forma ordenada, organizaron la cola para abordar el bus.
El terminal de La Rosa y Valle Arriba estaba vacío. Seis personas desesperadas por el retraso de unidades, esperaron una hora, pudieron trasladarse sin la exigencia del tapaboca y carnet.
Yuleisy Gómez lanzó un repertorio de groserías porque no llegaba el bus para trasladarse a Guatire a buscar a su niño de 5 años que dejó con unos primitos el fin de semana. Su pareja la calmaba, le decía que ella no era culpable de la situación, que dejara al pequeño otro día más con los parientes. “¿Cómo hago? Un mototaxi te saca los ojos, no puedo dejarlo allá”. Finalmente, llegó el bus de Guatire y pudo irse.
En las paradas de mototaxistas no había ni uno. Vecinos dijeron que no llegaron, presumen que prefirieron no salir de sus casas por acatar la medida de cuarentena y a sabiendas de que no conseguirían pasajeros.
Distancia incumplida
Para evitar aglomeración de personas dentro de los negocios en el pueblo de Guarenas, sus dueños atendían al público desde las rejas. Sin embargo, los usuarios incumplen la medida de distancia de seguridad de al menos un metro para impedir el contagio del virus COVID-19.
En los centros comerciales Trapichito y Miranda, acataron medidas decretadas por el Gobierno. Estaban abiertas panaderías, ventas de legumbres, verduras y otros alimentos.
Hasta las 8:40 a. m. seis personas esperaron a que el Banco Mercantil abriera sus puertas, desconocían que la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario, Sudeban, ordenó en comunicado a sus agencias suspender desde el 16 de marzo “todas las actividades que impliquen la atención directa a los clientes, usuarios y público en general”, en cumplimiento el decreto de Estado de alarma que dictó el Gobierno,
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