A una semana del desborde de la quebrada de Palmarito, son notorios los avances en la rehabilitación de la avenida El Castaño, principal arteria vial de la urbanización del mismo nombre y calles internas de Palmarito. La electricidad ha sido restablecida en algunas zonas, al igual que el agua potable. El deslave dejó un saldo trágico de cuatro fallecidos, más de 100 rescates y un número aún sin determinar de viviendas y comercios con pérdidas totales o parciales.
Maracay. El asombro todavía se nota en los rostros y en las voces de quienes el lunes 17 de octubre fueron sorprendidos por el estruendoso ruido que traía consigo las furiosas aguas de la quebrada de Palmarito, al norte de Maracay, en el estado Aragua.
Durante la tarde de ese día, la avenida principal del sector El Castaño se convirtió en un río caudaloso, turbulento y turbio. Hoy, una semana después, es notable el avance en el despeje de esta importante vía de comunicación, que además conecta con la parroquia de Choroní, que aún estaba incomunicada por carretera, hasta este lunes 23 de octubre.
Los trabajos no se han detenido y grandes maquinarias siguen abriendo paso y retirando lodo, piedras, arboles y arena que quedaron frente a las viviendas y negocios ubicados en la avenida. Situación similar se evidencia en la avenida de la urbanización El Castaño, principal acceso a esta y otras comunidades como Palmarito.
Allí, además de la comunidad El Potrero, la devastación fue mayor. inmensas rocas, gigantescos árboles arrancados de raíz, arrasaron con todo a su paso y dejaron huecos profundos en lo que en otrora fue una calle.
Las víctimas fatales de este deslave, según reportes oficiales, son cuatro. Pero solo tres fueron identificadas. Rosana Cano Alessandrello, de 27 años, José Rafael Castillo Torrealba, de 73 años de edad y Freddymar Nieves, de 47 años, vigilante de la urbanización El Castaño.
Extraoficialmente se supo de al menos cinco lesionados, en su mayoría personas de la tercera edad.
Buena parte de los residentes quedaron atrapados en sus viviendas. El acceso de los rescatistas y voluntarios fue más difícil al principio, pues se hizo de noche y la zona quedó sin electricidad. Debido al lodo y a la gran cantidad de rocas y árboles que dejó el deslave, fue necesario la búsqueda y localización a pie y al día siguiente.
Los rescates, en varios casos, se hicieron vía aérea. En total, según balance ofrecido por el propio alcalde de Maracay, Rafael Morales, 99 personas fueron sacadas de sus viviendas ubicadas en las áreas más intrincadas y vulnerables.
Crónica.Uno, recorrió el lugar un día antes de cumplirse la semana del deslave (23 octubre) y constató cómo algunas casas ya han sido marcadas como parte del censo que se adelanta, para determinar el número de viviendas afectadas parcial o totalmente.
La zona fue dividida en ocho sectores y en el que me corresponde, hemos censado hasta el momento 88 viviendas; seis de las cuales presentaron pérdida total, 29 a las que solo les ingresó agua, y otras seis con lodo y pérdida de enseres, pero sin daños estructurales. De ese total, 55 estaban ocupadas para el momento y afortunadamente no hubo necesidad de evacuar a sus habitantes”, contó en exclusiva para Crónica.Uno una fuente militar de alto rango destacada en el área.
Varias calles internas de El Castaño y Palmarito han sido despejadas parcialmente, mientras que efectivos militares pertenecientes a la Dirección de Armas y Explosivos anunciaban la perforación y voladura de rocas de gran tamaño.
El sector El Potrero, que colinda con el parque nacional Henri Pittier, fue el más devastado y en el que las pérdidas de viviendas son considerables. Pese a ello, varios de sus propietarios intentan sacar lodo y escombros, en un agotador y hasta inútil esfuerzo por recuperarlas.
En algunas de estas casas, el primer piso quedó enterrado en el lodo y otras fracturadas en techos y paredes. Son irrecuperables.
Otras se encontraban desocupadas, bien porque sus dueños estaban trabajando al momento del siniestro o porque se fueron del país. Tal vez por ello, el número de víctimas fue menor en comparación al trágico saldo que dejó el deslave en Las Tejerías.
Luz y agua a medias
El deslave también arrasó con el sistema de tuberías que suministra agua potable. De allí, que la escasez de agua sigue siendo álgida, aunque el propio alcalde ha señalado que algunos sectores ya cuentan con el servicio, pero no especificó cuáles.
Sin embargo, el constante envío de camiones cisternas ha permitido llevar agua potable hasta donde se puede transitar, mientras que el voluntariado sigue llevándola, además de comida y artículos de aseo personal, pese a las restricciones de ingreso que continúan imponiendo los militares en la alcabala ubicada en la redoma El Toro.
De acuerdo con reportes oficiales emitidos por la Alcaldía de Maracay, “luego de tres días de arduo trabajo, se logró la rehabilitación del rompecargas de El Castaño, punto estratégico para la distribución de agua potable para los sectores La Pedrera, Las Minas, Las Brisas, parte de Santa Eduviges, El Toro, Camoruco y parte de Camburito, comunidades abastecidas con los ríos del parque nacional Henri Pittier”.
Las cuatro fosas del rompecargas, con más de tres metros cada una, quedaron tapiadas completamente por barro y la arena que trajo el deslave de la quebrada Palmarito. Allí cae toda el agua proveniente de Las Cocuizas.
También se anunció la reparación de la tubería matriz de 12 pulgadas que suministra agua potable a las comunidades de Puente Nuevo, Paraíso, Ojo de Agua, El Triunfo, 19 de Mayo, El Samán y parte de Corozal.
“Todas estas zonas son abastecidas por el dique toma de Planta Vieja, en el que se construyen muros con sacos para detener la arena que baja del río para poner en servicio la captación y suministrar el recurso a las comunidades”, suscribe el boletín municipal.
Las cuadrillas de Hidrocentro trabajan en la reparación del tubo de 4 pulgadas ubicado en el puente de hierro en el primer callejón El Castaño, arrasado por la crecida del río. Con ello se podrá garantizar el suministro de agua a la población afectada.
El exgobernador de Aragua y ahora ministro de Atención a las Aguas, Rodolfo Marco Torres, se comprometió a construir el dique toma de Palmarito, el cual desapareció con el deslave. La captación suministra agua potable a las urbanizaciones El Castaño y Palmarito.
La electricidad, según reportes municipales, ha sido restablecida en 85 %, aunque algunos moradores señalan que las interrupciones son recurrentes. Otras áreas permanecen a oscuras todavía, por lo que la alcaldía anunció la dotación de lámparas solares recargables para los vecinos de esta comunidad y así puedan usarlas en las noches.
El sistema eléctrico de El Castaño es subterráneo, por lo que las autoridades están conscientes de los posibles severos daños que el deslave ocasionó a este servicio. Aun así, cuadrillas de Corpoelec continúan en la zona, destapando las alcantarillas para evaluar los daños y proceder a la reparación.
Seguridad
En situaciones de siniestros o desastres naturales, los delincuentes suelen aprovecharse de la tragedia ajena y en esta oportunidad, no hubo excepción. Así que la asociación de vecinos de El Castaño alertó, dos días después del deslave, sobre el saqueo y desvalijamiento de algunas viviendas por parte de personas inescrupulosas.
“Hacemos un llamado a las autoridades, para que controlen a los delincuentes que se encuentran desvalijando las casas de las zonas afectadas”, se lee en la cuenta en Twitter de Asosica.
La fuente militar consultada por Crónica.Uno, aseguró que se han dispuesto dispositivos de seguridad para resguardar los bienes y la integridad física de los habitantes del lugar. Participan funcionarios policiales nacionales, regionales y municipales, así como la Guardia Nacional, quienes realizan patrullaje constante.
Solidaridad desbordada
La solidaridad y ayuda a los damnificados de El Castaño y zona norte de Maracay no se ha hecho esperar. Desde el primer momento de conocida la noticia, rescatistas y voluntarios caminaron largos trechos para llegar a la zona del desastre. En principio, para evacuar a las personas atrapadas y llevar agua y comida a quienes, por su condición de salud, se les dificultaba salir por sus propios medios.
Miembros de iglesias, gremios, empresa privada, ONG, profesionales de distintas áreas como medicina, veterinaria, socorristas de la Cruz Roja y más, suben a diario con comida y agua potable, no solo para los afectados, sino también para los trabajadores y militares que no han descansado de la faena.
Pese a las restricciones e impedimentos que las autoridades han impuesto para el acceso a estos lugares, la fuerza de la solidaridad es más grande.
Asimismo las mascotas que sobrevivieron han recibido atención. Otras, lamentablemente, no tuvieron la misma suerte. Fundaciones, empresas, clínicas veterinarias públicas y privadas han volcado sus esfuerzos para alimentar a los animales domésticos, curar sus heridas y darles abrigo hasta que aparezcan sus dueños o que alguien decida adoptarlos.
Opacidad informativa
En El Castaño ocurre lo mismo que en el deslave de Las Tejerías, en el que ha prevalecido un hermetismo oficial en cuanto a las cifras y evaluación de daños.
En ambos casos, los periodistas de medios independientes han solicitado reiteradamente, información detallada de personas, viviendas, comercios e industrias afectadas. Pero la respuesta sigue siendo el envío de material institucional con información general, sin que haya detalles pormenorizados de los daños y perjuicios a personas y estructuras.
Tampoco los gremios empresariales, industriales y comerciales se han pronunciado al respecto. Para los periodistas y prensa local ha sido infructuoso obtener información proveniente de Fedecámaras, Cámara de Comercio y Cámara de Industriales del estado Aragua, quienes han guardado una absoluta opacidad informativa.
Durante la tarde de este lunes, nuevas precipitaciones generaron alerta, debido a la inundación de la avenida principal de El Castaño luego de las lluvias vespertinas.
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