El mal de nunca acabar de la devaluación del bolívar se ha vuelto más notorio en las últimas semanas, con dificultades para obtener divisas en el mercado oficial y un diferencial con el paralelo que hace que aumenten los precios en dólares y que los ingresos de las personas pierdan valor.

Caracas. Este mes, Augusto ha tenido más problemas que en todo el año para cambiar los bolívares que le pagan semanalmente por su trabajo principal. “A veces logro comprar en el banco, otros por conocidos que venden, pero mientras hago todo eso se va devaluando mi sueldo”, asegura.

En tres semanas, agosto ya es el segundo mes con mayor variación del tipo de cambio en 2023. Hasta este 24 de agosto, el precio del dólar oficial era de 32,14 bolívares, mientras que a inicio de mes se cotizaba en menos de 30 bolívares. 

El aumento del dólar de 8,9 % en las últimas semanas, solo superado por la variación de 27,4 % de enero, se siente con más fuerza en momentos en que los precios en bolívares siguen acelerando, las ventas comerciales están estancadas y las personas buscan resguardar sus ingresos del mal de nunca acabar de la devaluación del bolívar.

Ya parece que lo del año pasado fue un espejismo. Ahora, otra vez, todo el tiempo tienes que estar revisando las páginas de monitor para saber en cuánto te aceptan el dólar o cuántos bolívares tienes que pagar si el precio está en divisas, exclama Augusto, empleado de una tienda de electrónica que recibe la mitad de su ingreso en moneda nacional.

Menos verdes para comprar

Ante la aparente “sequía” de dólares en los bancos –donde opera el mercado cambiario oficial– las personas han tenido que recurrir a un mercado negro que también tiene oferta limitada de divisas. Al 24 de agosto, el dólar paralelo promedia una tasa de Bs. 33,95, con un aumento de 7,3 % respecto a principios de mes.

La diferencia entre el dólar paralelo y el oficial hace que, según en cuál de los dos mercados se maneje la persona, su dinero pueda valer más o menos. Patricia Quijada*, corredora de seguros, cuenta que a inicios de mes recibió un pago de $200 que, por ley, debía hacerse a tasa BCV, pero al no encontrar divisas en el mercado oficial perdió hasta 15 dólares comprando en el paralelo.

Un mercado oficial bien provisto permitió el desplazamiento de la demanda (de dólares) hacia este mercado. Hacia el cierre de la semana fueron más intensos los incrementos del paralelo, mencionó la consultora privada Síntesis Financiera en su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter).

La firma estima que en todo agosto el BCV acumula 300 millones de dólares en intervención del mercado cambiario y ha “drenado” bolívares del sistema bancario para contener la demanda de divisas. Este lunes, 22 de agosto, el ente emisor inyectó entre 70 y 90 millones de dólares a la banca, según varios reportes.

El impacto en los comercios

El aumento del dólar oficial de las últimas semanas ha reducido la brecha respecto al paralelo, pero se mantiene por encima de 5 % y no solo afecta a quienes compran y venden divisas para resguardar su dinero, sino que incide en los precios de bienes y servicios de una economía dolarizada de facto

Ejemplos del impacto en los precios los evidencian los comerciantes. Freddy Caraballo, encargado de una tienda en la parroquia Santa Teresa, dice que en todo el año, pero con mayor fuerza a partir de abril, han tenido que enfrentarse a la decisión de si aumentar los precios en divisas, para tener rentabilidad, o mantenerlos para impulsar las ventas y no verse obligado a cerrar.

Ha estado rudo porque tampoco se paga tanto en dólares como el año pasado o el anterior. Las personas, bolívares que tienen, bolívares que gastan y eso nos sirve para pagar impuestos, tasas, etc. (…) pero al final lo que queda hay que cambiarlo porque tampoco hay tantas ventas como para usarlos reponiendo mercancía, cuenta Freddy.

El Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice) calcula que en la segunda quincena de julio los precios se incrementaron 2,4 % y 5,4 % en bolívares. Los rubros que reportan mayores incrementos en dólares siguen siendo alimentos, servicios y cuidado personal.

Tanto comerciantes como consumidores temen que los aumentos abruptos del dólar se intensifiquen en los próximos meses, conforme se acerca la temporada navideña, aumenta la cantidad de bolívares en circulación por pagos de bonos y utilidades y el Gobierno no corrige las distorsiones que mantienen a Venezuela como la economía más inflacionaria del mundo.

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