Tal y como ocurre en Puerto Ordaz, la recolección de desechos sólidos se ha convertido no solo en un problema estético, sino de salud pública en San Félix: en suma, Caroní, el municipio con más población y económicamente más importante de Bolívar, sucumbe a la dejadez que imponen los gobiernos del PSUV.

Ciudad Guayana. “Y el sol de San Félix brilló en sus blasones/ Y fue desde entonces su nombre inmortal”. El himno de Bolívar —compuesto por José Manuel Agosto Méndez y Manuel Jara Colmenares— no menciona otra población del estado: la exaltación de San Félix es síntesis de la importancia histórica de esa ciudad, en donde el ejército patriota conquistó, en 1817, la provincia de Guayana.

Pero si la importancia histórica no ha sido suficiente, menos lo es la letra de una canción oficial: tanta pompa y tanta elegía no han servido para algo tan elemental como para que la ciudad esté limpia.

El Instituto Municipal de Cultura: más basura que cultura en sí

En un trabajo de la semana pasada, Crónica.Uno recordó que la promesa de limpiar Ciudad Guayana ha sido barajita repetida en 18 años de gobiernos chavistas en la Alcaldía de Caroní.

Pero a partir de 2015 se han acentuado con más énfasis con un clímax: el bicentenario de la Batalla de San Félix, el 11 de abril de 2017. Ni ese momento sirvió para que, más allá del lugar del “paso de la reina”, el municipio Caroní estuviera limpio.

En diciembre, el recién electo alcalde Tito Oviedo (PSUV) prometió que, en los primeros 100 días de gobierno, Ciudad Guayana estaría como “tacita de plata”. Pues hasta ahora, todo sigue igual. Las imágenes, tomadas este martes, lo cuentan mejor:

La avenida Guayana, que atraviesa San Félix y Puerto Ordaz, está, a su vez, atravesada por montañas de basura.
Los reclamos de los habitantes del barrio La Unidad, uno de los principales de San Félix, no han sido atendidos.
Las consignas de los partidos oficialistas, que han gobernado el municipio desde hace 18 años, no han servido para algo tan básico como recoger la basura.
Un paredón de consignas vacías y basura desperdigada en el barrio La Lucha.

Fotos: Marcos Valverde


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