Se necesitaron al menos 33,64 bolívares diarios para costear los gastos alimenticios de una familia y 323,28 bolívares para adquirir rubros con proteína animal como carnes, huevos y pescados. A pesar de la desaceleración de su costo, los salarios en Venezuela siguen siendo insuficientes para cubrir la canasta alimentaria.
Caracas. Los precios de alimentos en septiembre siguieron aumentando, aunque a ritmo menor, de manera que la canasta alimentaria de los trabajadores (CAT) tuvo un incremento de 5,8 % respecto a la de agosto. Fue el aumento más bajo del año y, aún así, superó la barrera de los 1000 bolívares.
El Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda) determinó que una familia necesita al menos 1009,31 bolívares mensuales para cubrir sus requerimientos básicos alimenticios, es decir, 33,64 bolívares diarios o el equivalente a ocho dólares estadounidenses. Casi cinco salarios mínimos al día es lo que requiere un trabajador para alimentar a su familia.
Según los cálculos del Cenda, los precios del azúcar y la sal fueron los que más aumentaron en el último mes (11,8 %) y acumula 1217,72 % de incremento entre septiembre de 2020 y este año. En total, se necesitaron al menos Bs. 21,4 mensuales (cerca de $5) para costear esos productos. En el mercado municipal de Quinta Crespo, de acuerdo con datos recopilados por Crónica.Uno, el kilo de azúcar costaba alrededor de un dólar o su equivalente en bolívares en la primera semana de octubre.
El Cenda, además, observó “alzas importantes” en los precios de la papa, apio, ocumo, plátano, cebolla, pimentón, melón, patilla, piña y lechosa, pues en general las verduras aumentaron 8,8 % y las frutas y hortalizas, 8,6 %. El renglón de frutas y hortalizas totalizó 165,64 bolívares mensuales, es decir, poco más de 36 dólares mensuales.
Las carnes y sus derivados (de res, pollo y cochino) siguen siendo el rubro más caro de la canasta alimentaria que calcula el Cenda, pues en septiembre sumó 191,4 bolívares (3,7 % más que en agosto) equivalentes a más de 40 dólares. En Quinta Crespo, el precio del kilo de carne de res varía entre tres y cinco dólares dependiendo del corte; el pollo entero no baja de los 11 bolívares por kilo y el pernil de cochino, que suele aumentar aún más en el último trimestre del año, supera los 21 bolívares por kilo.
El estudio, sin embargo, aclara que en septiembre “las carnes rojas mantuvieron sus precios”, pero sí hubo incrementos en pollo, carne de cochino y jamón, al igual que pescados como el cazón, el atún y la merluza (8,7 % de aumento en ese rubro), así como los lácteos y huevos (8,3 % y un costo total de 157,4 bolívares, equivalente a 34 dólares).
De acuerdo con el Cenda, el alza de los costos de alimentos para animales sigue impactando en los precios de los productos cárnicos y lácteos, mientras que las lluvias en gran parte de las zonas productoras afectan especialmente al rubro de frutas y hortalizas. Otras variables, como la depreciación del bolívar ante el dólar, la escasez y altos costos del combustible y las fallas de servicios como la electricidad, se mantienen.
A pesar de que la variación porcentual de la CAT en septiembre fue la menor de 2021, y que coincide con la inflación general calculada por el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), los salarios en Venezuela siguen estando rezagados, especialmente en sectores vulnerables y trabajadores del sector público.
Una persona pensionada, por ejemplo, de no tener ingresos adicionales o ayuda económica de sus familiares, no puede comprar ni 1 % de la canasta alimentaria con su pensión equivalente a un salario mínimo (Bs. 7). Para poder adquirir rubros que contienen proteína animal, una familia necesita al menos 46 salarios mínimos.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de este año, el consumo de alimentos per cápita siguió disminuyendo este año y con mayor ahínco en los hogares más pobres, donde el gasto en alimentación se redujo 13 % respecto a 2020 y llegó a apenas $14,31 per cápita.
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