Las lluvias y el franco abandono del gobierno, tanto nacional como regional, han dejado en grave peligro de incomunicación a la frontera más viva de América Latina. Sus carreteras, poco a poco, comienzan a colapsar, sumándoles un problema más a quienes deben acercarse a la región.
San Cristóbal. De no tomarse verdaderos correctivos, la entidad fronteriza corre el riesgo de quedar incomunicada por un largo tiempo debido al mal estado de sus carreteras.
Últimamente las lluvias han sido inclementes, lo que ha afectado diversas zonas del estado, pero, en esta ocasión, es la comunicación con la frontera la que está amenazada, puesto que las carreteras hacia los límites con Colombia ceden fácilmente ante los aguaceros.
El primer sector que ya quedó intransitable es Santa Elena, a pocos metros de El Mirador. En dicho lugar, el deslizamiento dejó a nueve familias con sus viviendas afectadas, ya que las mismas estaban construidas cerca de la carretera, y a otras tres en grave riesgo.
De acuerdo con un informe emitido por Protección Civil Táchira, la onda tropical n°23 dejó grandes afectaciones no solo en Santa Elena, sino también en El Valle. Agregó el director de ese cuerpo de prevención que organismos nacionales y regionales trabajarán en conjunto para recuperar la vía que comunica a San Cristóbal con Rubio; sin embargo, no precisó cuándo se iniciarán estos trabajos.
La semana pasada, tras una serie de atracos y cobro de peaje en la zona, la policía del estado procedió a controlar el paso en ese lugar, pero ya el pasado martes, tras registrarse lluvias durante toda la madrugada, la calzada se deslizó por completo. Hace unos cuatro días, la gobernadora del estado anunciaba el restablecimiento del paso de forma provisional. Sin embargo, la lluvia lavó la tierra colocada en la zona.
Ya no hay vía. Este paso siempre ha sido así, pero dejaron que se terminara de ir. Ahora tenemos que irnos por El Valle”, dijo Orlando Somaza, chofer de transporte público.
Pese a que hay una vía alterna, la misma también está a punto del colapso. Años de abandono por parte de los entes competentes han hecho que sea una de las peores para el tránsito de vehículos y, ahora, con el incremento del tráfico, quienes habitan en la zona amenazan con trancar el paso como medida de protesta, pues aseguran que, de no ser atendidos, terminarán como en Santa Elena.
Una opción para quienes viven en el municipio Junín es irse por el sector de La Petrólea, pero, hace poco menos de un mes, la vía de El Corozo también fue arrasada por el Río Torbes en una de sus crecidas.
La vía a San Antonio no escapa a la grave situación. Huecos, fallas de borde y desniveles en la calzada empeoran a medida que arrecian las lluvias, amenazando con dejar a viajeros y habitantes sin manera de desplazarse a los estados fronterizos.
“Quienes vivimos en la frontera no sabemos qué estamos pagando. Siempre vivimos mal. Sin agua, sin luz y ahora también la vía, que está que se derrumba. Aquí no hay quien gobierne porque vienen, nos llenan de promesas y se olvidan de nosotros después de que ganan. Gobernadora, atienda a su gente. Deje la farándula”, señaló Fausta Montilva.
Fotos: Ana Barrera
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