El Gobierno se comprometió a rehabilitar más de dos kilómetros de carretera para garantizar el libre tránsito hacia la Península de Araya, pero las labores se limitaron a rellenar un terreno alterno que ha sido afectado por las lluvias.
Cumaná. Vecinos de Chacopata, en el municipio Cruz Salmerón Acosta del estado Sucre, temen quedar aislados de tierra firme debido a que cuatro kilómetros de carretera hacia playa Brava se encuentran en peligro de ceder.
El oleaje sigue socavando la carretera y puede unirla con el Complejo Lagunar Chacopata-Bocaripo para provocar serios problemas, no solo al ecosistema, sino también a la población que habita en sectores como Guayacán y Caimancito, que se abastece de ese reservorio natural de especies como peces, moluscos y crustáceos, entre otros.
“Nuestro mayor temor es que desaparezcan los pueblos de Chacopata y Bocaripo, donde habitan más de 7000 personas, porque están ubicados bajo el nivel del mar y la carretera es fundamental para el desarrollo humano y comercial entre la península y la isla de Margarita”, declaró el vecino y dirigente social Mario Lozada.
Hace más de seis semanas, el gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, junto con representantes del Ministerio del Poder Popular para el Transporte y Obras Públicas y del Servicio Autónomo de Vialidad del estado Sucre (Saves) se presentaron en el lugar con maquinaria y trabajadores para reparar la carretera, pero solo rellenaron una vía alterna.
Cargaron camiones de arena, pero peor fue el remedio que la enfermedad, porque el pedazo de carretera que rellenaron está lleno de lodo debido a las lluvias y ya se han registrado accidentes de tránsito que, afortunadamente, no han dejado pérdidas humanas”, indicó el dirigente.
Aseguró que la arena utilizada sería destinada hace siete meses para el proyecto de la laguna de oxidación que había adelantado la comunidad.
Sin herramientas
De acuerdo con la información suministrada por el equipo de ingeniería que ejecutaba la obra, no contaban con los equipos adecuados, como una compactadora, para continuar las labores y por ese motivo los empleados se retiraron.
El reclamo de la comunidad cumplió más de un año desde que la carretera comenzó a fracturarse, pero no fue sino hasta hace seis meses cuando la representación oficial atendió el llamado de los vecinos.
Lozada destacó que el alcalde Daniel Ruiz prometió que en una segunda etapa de la obra instalar un muro de contención que solo abarcaría 150 metros de carretera desde la entrada del sector Guamachal hasta Chacopata; una propuesta que la comunidad considera que no servirá para frenar el impacto del oleaje en la carretera.
El Gobierno generó gran expectativa, el terreno no fue compactado y faltan algunas actividades preventivas para que no se siga cayendo. Es por ello que solicitamos al gobernador, al ministerio y a Saves que ofrezcan una explicación a la comunidad luego de tantos reclamos y manifestaciones”, declaró el legislador Miguel Vásquez.
Otros males
La comunidad de Chacopata no solo padece las limitaciones en materia de vialidad, sino también de deficiencias en el servicio de agua potable.
“El agua no es tratada y tiene mal olor. Las familias tienen que filtrar y hervir mientras que el sistema eléctrico está obsoleto desde hace 50 años y el deterioro causa apagones”, agregó Lozada.
Los vecinos aprovecharon para recordar la promesa gubernamental de garantizarles una ambulancia, pues las campañas de recolección comunitaria no han alcanzado las metas propuestas y el transporte de un paciente hasta los centros asistenciales de Cariaco o Carúpano puede superar los 80 dólares.
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