La serie que está en Netflix comenzó 2022 con la apuesta de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence por encontrar las maneras de unir sus visiones del mundo

Caracas. Como es costumbre desde el año 2021, el año nuevo comienza con una nueva temporada de Cobra Kai. En esta ocasión vemos los sucesos posteriores al pacto entre Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y Johnny Lawrence (William Zabka) para entrenar juntos a sus muchachos.

Ambos dojos tienen como meta derrotar a Cobra Kai en el próximo torneo. John Kreese (Martin Kove) ha llevado al tope la tensión, acciones que lo dejan como un lunático ávido de venganza.

Uno de los puntos importantes de esta cuarta temporada es el encuentro de Daniel y Johnny, quienes finalmente apuestan por dejar a un lado sus diferencias de antaño para encontrar un mejor porvenir, no solo en sus vidas y conflictos internos, sino en las nuevas generaciones que han depositado en ellos la confianza en sí mismos.

Cobra Kai
Nuevamente Johnny Lawrence y Daniel LaRusso se enfrentan al no saber cómo congeniar sus posiciones

Sin embargo, estos 10 episodios por momentos lucen algo desgastados cuando los escritores resucitan los celos entre ambos personajes, momentos que conllevan a una nueva separación, aunque afortunadamente la situación se repara con un giro que salva esta nueva entrega de Cobra Kai.

La serie se sigue presentando como respuesta frontal a la llamada cultural woke, con comentarios y chistes directamente alusivos a la corrección política que desde esa acera se pregona con evidente superioridad moral. 

Aunque Johnny Lawrence es el principal promotor de este aspecto de Cobra Kai, en el resto de personajes y situaciones vemos también estas referencias sarcásticas, que además apuestan por la comunión de las dos filosofías en aparente conflicto entre LaRusso y Lawrence.

Cobra Kai
En esta cuarta temporada las nuevas generaciones afinan su proceso de madurez

“Un águila abraza el dolor. Durante toda tu vida, el mundo intentará hacerte menos hombre. Cerveza suave, hamburguesas veganas, cambios automáticos…”, es una de las frases que más resuena de las dichas por Johnny, quien la expresa cuando entrena a Daniel, en un acuerdo de enseñarse mutuamente las maneras de ver el karate.

Este es uno de los puntos más atractivos de estos nuevos episodios de Cobra Kai, cuando ambas figuras tratan de hacerse entender, y así inmiscuirse en el mundo de cada uno. Sin embargo, no hay una buena resolución cuando surgen de nuevo las diferencias entre ambos, aunque sí es loable cómo los pupilos de cada uno, Miguel Diaz (Xolo Maridueña) y Samantha LaRusso (Mary Mouser), desentrañan las propuestas de los senseis que consideraban distantes y equivocados, para adaptar a lo que ya saben de las nuevas enseñanzas. Maravilloso cuando Sam entrena a escondidas con Johnny Lawrence, cansado ya de la tozudez de su padre. 

Cobra Kai
Uno de los aciertos de esta temporada es el entrenamiento en conjunto entre Daniel LaRusso y Johnny Lawrence

Ahora bien, en esta temporada, reaparecen personajes cuya justificación es muy descabellada, y rompe todo el acuerdo que existe entre espectador e historia. El regreso de Raymond (Paul Walter Hauser) es absurdo. Ocurre también con la corta participación de Aisha (Nichole Brown), cuya justificación para su regreso es poco contundente.

Por su parte, también vemos en esta temporada el crecimiento de otros personajes: Tory Nichols (Peyton List) nos muestra el modo más duro de su vida, así de cómo repercuten en su rutina las acciones de quienes consideran tienen la razón. A la joven le ha tocado un camino complicado, como a Johnny, y tiene que sobrevivir con las uñas. Es en el karate donde encuentra el control que le falla en su vida.

Robby Keene (Tanner Buchanan) también consigue un espejo en el que reflejarse a través de un nuevo personaje que busca revancha ante la adversidad de su vida. Este ejercicio le da otro matiz a Cobra Kai en el desarrollo de sus personajes adolescentes. 

Cobra Kai
Un nuevo personaje hará tambalear las convicciones de Robby Keene en esta temporada

Y otra figura que crece en esta cuarta temporada de Cobra Kai es Eli ‘Halcón’ Moskowitz (Jacob Bertrand), quien desde la humillación y la aniquilación de sus símbolos del poder tiene que replantearse sus convicciones, y así logra inscribir su nombre en la historia de los campeonatos del valle.

Todo esto ocurre mientras se configura otro ente antagonista con el regreso de Terry Silver (Thomas Ian Griffith) al dojo de Cobra Kai, invitado por su antiguo amigo John Kreese. Aparece luego de llevar una vida lejana a la casi psicopática actitud de juventud, en un retiro en el que trata de exculpar las penas entre las tendencias más recalcitrantes del buenismo, entre tofu y otras delicatesen.

La cuarta temporada de Cobra Kai es así una transición hacia la aceptación de que las posiciones no son absolutas. Daniel LaRusso y Johnny Lawrence se ven superados nuevamente, y no por lo ocurrido en el torneo final, sino por las instancias más íntimas de su vida, en las que sus pupilos se distancian de ellos para encontrar otras voces que ayuden a fortalecer la propia. Vale decir que los episodios cinco y seis fueron dirigidos por el cineasta venezolano Joel Novoa. 

Si bien es una temporada floja en algunos aspectos, con resoluciones fáciles por momentos, la historia es acertada nuevamente en su ironía y planteamiento principal, en el que se acepta que la vida es ardua, y la mejor manera de enfrentarla es estar preparado tanto para la dicha como para la hostilidad. Es en ese punto donde ambos senséis, otrora antagonistas, manejan la clave que sus alumnos han empezando a entender. Además, en ninguno de los personajes de la trama se apela al victimismo ni a la condescendencia. En todo momento, los creadores buscan adentrarse en el mundo de cada uno, para luego elaborar una reflexión desde toda mirada ajena.


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