Cocinas improvisadas: supervivencia a la falta de gas doméstico en Bolívar

Cocinas improvisadas: supervivencia a la falta de gas doméstico en Bolívar

Comunidades de Puerto Ordaz con meses sin despacho de gas doméstico, fabrican sus propias cocinas. La mayoría usa la leña, otras utilizan gasoil. La idea la tomaron de búsquedas en Internet.

Puerto Ordaz. En el sector Villa Bahía, en Puerto Ordaz, llevan más de tres meses sin despacho de gas doméstico. Se trata de un problema común que ya no distingue estrato social. Una urbanización de clase baja o  media pasa por lo mismo.

De estar meses sin el servicio de gas doméstico y resolver comprando bombonas en el mercado negro, todo se agrava cuando Pdvsa Gas Comunal o Bolívar Gas se llevan los cilindros con la excusa de llenarlos y hacer la entrega. Sin embargo, pasan semanas y siguen a la espera. Ya ni pueden comprar una bombona “bachaqueada”. Los que pueden usan cocinas eléctricas, los que no, cocinan a leña.

En Villa Bahía, desde hace un tiempo fabrican cocinas improvisadas. Unas usan leña, otras utilizan gasoil. El esposo de Carmen Calzadilla le hizo una que utiliza gasoil para el encendido.

La gente busca una base de aluminio y lo llena de tierra. Luego le ponen unas esterillas de palitos, agarran el gasoil y lo humedecen, lo encienden y le ponen una parrillita arriba. Las ollas van arriba y así cocinan. Para apagarla, agarran una tapa y la ponen encima rápido”, explicó Calzadilla.

Cuando no tiene gasoil, combustible que también escasea en Bolívar, no le queda de otra que seguir recurriendo a la leña.

Carmen camina por más de siete estaciones eléctricas con su nuera y su nieto de nueve años de edad, hasta el terreno de donde sacan leña. Son más de ocho kilómetros de recorrido ida y vuelta.

“Con 57 años tengo que andar cargando leña con eso en la cabeza. Con la cocina normal tuve que hacer un fogoncito”, señaló.

Cocinas improvisadas: supervivencia a la falta de gas doméstico en Bolíva
En Villa Bahía improvisan cocinas con leña o a gasoil. Foto Jhoalys Siverio
La leña es la base

La vecina de Carmen, Melissa, también tiene una cocina improvisada. A diferencia del típico fogón de leña, esta le genera menos humareda en la casa.

Melissa la tiene en la parte trasera de su vivienda. Para las bases usaron partes de una nevera en desuso.

La parte de abajo de la nevera es la base de la cocina, la llenan de tierra, y encima lo que en su momento fue el refrigerador. Para darle mayor resistencia, internamente la reforzaron con cabillas, a fin de que el material no se hunda. Dentro va la leña. Arriba usa la lámina de una puerta y, sobre ella, la olla o el sartén con los alimentos a preparar.

Primera vez que cocino con fogón. Antes uno lo hacía una que otra vez, que si para hacer una parrilla, pero hasta allí. Me tocó buscar unas imágenes por Internet, pero esas que salían ahí eran con bloques. Esta que me hizo mi esposo me funciona, hasta la olla de presión monto y eso aguanta”, aseguró Melissa Rivas.

El riesgo de la supervivencia

La adaptación por la supervivencia de las precariedades en Venezuela trae sus riesgos. Uno de ellos tiene que ver con la salud por la constante inhalación de humo.

En la urbanización 25 de Marzo, en San Félix, hay familias que hacen fogones dentro de las casas cuando llueve. Otros han llegado hasta a quemar plástico para hacer un fogón improvisado, lo que resulta mucho más tóxico.

Pero también está el uso de combustible para estas cocinas improvisadas o los fogones a leña. El sábado 7 de noviembre, Carlos Piedrahita tuvo un accidente doméstico con dos de sus hijos cuando iba a preparar una sopa.

Viven en Villa Appso, en el sector Curagua de Puerto Ordaz, donde tienen casi tres meses sin gas doméstico. Carlos tenía medio vaso con gasolina, con la que encendió el fogón, cuando de pronto, una chispa hizo contacto con la gasolina y generó una combustión que alcanzó a los niños.

La niña de cinco años sufrió quemaduras de tercer grado en las piernas; el niño, de nueve años, en el brazo derecho. A ambos los trasladaron a la unidad de quemados de Ciudad Bolívar.

Lea también nuestro especial:

La leña y las cocinas eléctricas: último recurso para comer


Participa en la conversación