El documental de cuatro episodios se encuentra disponible en Netflix. Se basa en la desaparición en 2013 de la estudiante canadiense Elisa Lam.

Elisa Lam era una estudiante canadiense de 21 años de edad que viajó a Los Ángeles en 2013. Era un viaje de aventuras, sin sus padres, para conocer un lugar lejano y gente nueva. En sus redes sociales expresó con entusiasmo lo que significaban esas vacaciones. 

Pero la joven desapareció, un hecho que se convirtió en un misterio con bastante resonancia en medios tradicionales y redes sociales. Además, es el tema que desarrolla la serie documental Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel, que está disponible en Netflix, plataforma que tiene en su catálogo varias obras de no ficción del llamado true crime.

De hecho, su director Joe Berlinger es quien firma otra serie documental como Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes (2019) y la película de ficción Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (2019), en la que Zac Efron interpreta a Ted Bundy. 

Esta nueva serie, Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel, se ha convertido en una de las más populares en Venezuela para el momento en el que se escriben estas líneas. Consta de cuatro episodios que se ambientan en el tristemente célebre Cecil Hotel, donde se hospedó Elisa Lam al llegar a la ciudad californiana. 

Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel
Los empleados del hotel son también blanco de sospechas en algún momento de la serie.

Primero repasan la historia del hotel, que tuvo su esplendor en la primera mitad del siglo XX, pero después se vino a menos con una serie de sucesos relacionados con suicidios, drogas, asesinos en serie y otras calamidades. Además, detallan cómo se convirtió en un lugar de residencia para personas con dudoso historial.

Entonces, el hotel se convierte en protagonista sobre el que recaen las sospechas, no solo por los huéspedes, sino también por el personal. Claro, toda esta mirada está muy bien llevada por el cineasta, quien sabe cómo hilar la historia para distribuir las sospechas en cada capítulo. 

Da cabida incluso a comentarios paranormales vinculados con el hotel, así como da pormenores de la zona en la que está ubicado el edificio, Skid Row, peligroso sector de Los Ángeles apartado de todo idilio que pueda vincularse a la ciudad. 

Pero Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel tiene sus traspiés. El segundo capítulo es innecesario, pues es una reiteración de la primera entrega, como si hubiese una necesidad de cumplir con una exigencia de tiempo. Es un momento insulso, pero para el tercer episodio el interés vuelve a su cauce.

El director va sumando actores a la trama. Entusiastas de la labor detectivesca en redes empiezan a seguir el caso. Con genuino interés, a través de Youtube o Facebook estos detectives entusiasmados dudan de las versiones oficiales. Surgen las teorías de la conspiración alrededor de la desaparición de Elisa Lam, especialmente luego de la publicación de un video de las cámaras de seguridad que muestra a la muchacha errática y alterada en un ascensor del hotel. Fue la última vez que se vio con vida. 

Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel
La grabación de Elisa Lam en el ascensor ha sido blanco de todo tipo de especulaciones en la web.

Joe Berlinger logra en Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel que incluso las ideas más desconcertantes sean verosímiles en el desarrollo de la serie. De hecho, para algunas personas podría resultar molesto el manejo de estos planteamientos, considerarlos incluso una banalización de un hecho doloroso para la familia de la joven canadiense, pero en el cuarto episodio se comprende la intención del director y demás responsables de la historia, que incluye al cineasta Ron Howard como uno de los productores ejecutivos. 

Cuando empieza un discurso que pareciera socavar la credibilidad en las instituciones, que alimenta incluso el ego de varios de los involucrados espontáneos en las investigaciones, la docuserie gira para dar otras perspectivas.

No es la primera vez que una serie de Netflix pone atención al poder de las redes sociales en casos escabrosos. Don’t F**k With Cats: Hunting an Internet Killer (2019) muestra a un grupo de usuarios de Facebook que le siguen la pista a un maltratador de animales que termina siendo un asesino. 

Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel
En las redes surgieron teorías que apuntaban a distintos sospechosos de lo ocurrido.

Pero en Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel una de las advertencias toma otro derroteros, hacia ese poder que ingenuamente creen tener aquellos que consideran ser expertos en áreas tan complejas como la investigación policial. Y en su afán de ser lo que no son pueden acabar con la vida de personas a las que acusan sin mayor contemplación. Un guiño a los juicios adelantados que cada vez son más comunes en redes sociales. Punto interesante para el debate.

Esta historia de Netflix cumple con los elementos que el público busca en este tipo de tramas. Una protagonista que llega a un lugar desconocido y abrumador con un triste destino, una serie de sospechosos que suscita toda desconfianza, un lugar para nada acogedor con antecedentes criminales y un giro que cambia toda la perspectiva presentada en los tres primeros episodios. Podría pensarse que solo busca satisfacer el morbo de aquellos interesados en este tipos de historias, pero al final desmonta todo delirio para reflexionar sobre las pasiones que surgen en este tipo de casos.


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