El gobernador de La Guaira, José Alejandro Terán, mostró los resultados de sus primeros 100 días de gestión en la región litoralense. Pero, la mayoría de los habitantes aún recuerda sus promesas electorales para resolver las carencias de agua. Mientras eso ocurre, cada vez más, algunos guaireños buscan agua en el mar Caribe.
La Guaira. Frente al polideportivo José María Vargas, donde el gobernador de La Guaira, José Alejandro Terán, presentó los resultados de sus primeros 100 días de gestión pública, los habitantes de los edificios de la urbanización 10 de Marzo, en Maiquetía, continúan su peregrinar por el agua.
Los lugareños se sintieron excluidos de la memoria y cuenta de Terán, apoyado por cientos de simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela, que fueron trasladados en decenas de autobuses y vehículos oficiales.
“Ya no me extraña nada de esta gente. Terán ofreció en campaña que iba a resolver la falta de agua, pero naranjas chinas, limón francés”, dijo Edelmira Escobar, que se disponía a cruzar el rayado de la avenida Soublette, la cual separa al coso deportivo de los seis edificios del aludido urbanismo, el cual data de la época del presidente Marcos Pérez Jiménez.
Sin verdes, no hay cisternas
En el acto de rendición de cuentas, el mandatario regional señaló que había perforado un total de 12 pozos en siete comunidades. Sin embargo, no pocos, como Edelmira, se recuerdan de su promesa en la más reciente campaña para los comicios locales del 21 de noviembre de 2021: Construir un sistema de extracción de pozo profundo en el Parque Nacional El Ávila y así captar aproximadamente 600 litros por segundo.
La demanda de agua potable en el Litoral Central se ha calculado en 1700 litros por segundo, pero en la actualidad, con problemas de bombeo y distribución en Hidrocapital, además de la falta de mantenimiento en la aducción Maya-Picure, se llega a 800 litros por segundos. El déficit en el suministro afecta a una población de 600.000 personas.
Todos prometen que van a solucionar algo que lleva más de 30 años, pero la realidad siempre es muy dura para quienes no tenemos 30 dólares (Bs 12,9) para pagar una cisterna”, agregó Fanny Romero, habitante del bloque dos de 10 de Marzo.
Las carencias que sufre Romero se replican en otras zonas del este, como Caraballeda, Naiguatá, Anare, Los Caracas o La Sabana, donde hace un lustro no había inconvenientes por el caudal del río Naiguatá y el dique de Migueleno.
Luego de las construcciones de edificios de la Misión Vivienda, sin la planificación técnica de rigor, los inconvenientes con el servicio de agua en el este se han equiparado con quienes habitan en el oeste.
En sectores de La Guaira colonial y otros sitios empinados, cada vez hay más personas que en las noches, a la sombra de la vigilancia policial, optan por recoger agua del mar Caribe en baldes y pipotes.
“Aquí todo sigue igual con el agua”, aseguró Iván Robles, un adolescente de 16 años de edad que llevaba dos tobos de agua marina para ayudar a su madre con los quehaceres de la casa, ubicada en el sector Guamacho.
Otro joven que reside en el callejón El León, en la zona patrimonial de La Guaira, reveló que: “A veces, despistamos a los policías para agarrar agua de la fuente de La Prosperidad (en plena avenida Soublette, cerca de la plaza Bolívar)”.
Almacenar agua del mar o extraerla de tomas públicas se ha vuelto una realidad cotidiana ante la carencia, cuasi permanente, del líquido por las tuberías. No es extraño observar hasta personas de la tercera edad con recipientes para tal objetivo.
“La lucha por sobrevivir al drama del agua, el gas y la comida no tiene edad”, indicó Manuel Colina, que, vía WhatsApp, explicó que en el parque Las Palmeras, en Tanaguarena (este del Litoral Central), también recogen agua en algunos grifos.
Bajo la lupa
Los litoralenses exigen, igualmente, al gobernador que atienda las fluctuaciones de luz eléctrica en zonas populares de Maiquetía, Catia La Mar, La Guaira, Macuto y Caraballeda, así como la recolección de basura, la reparación de escuelas, la dotación de insumos y medicamentos en los hospitales, un mejor acceso al servicio de gas doméstico, además de las mejoras salariales de cientos de funcionarios en las dependencias de la gobernación.
Si bien la basura es competencia de la Alcaldía del municipio Vargas, Terán manifestó que continuarán las labores de los camiones que fueron adquiridos cuando gobernaba Jorge Luis García Carneiro (+).
Sobre la reparación de escuelas, insistió en que 40 (de las 95 bajo su administración) fueron pintadas y rescatadas en su infraestructura general, mientras que anunció que 22 centros de salud exhiben rehabilitaciones en sus espacios internos.
Al proclamar que esta entidad federal “es la más segura del país”, afirmó que en la segunda etapa de su gobierno se apreciarán resultados de las distintas demandas sociales en las barriadas.
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