En Barcelona 11 esculturas patrimonio cultural de la ciudad afrontan sin atención de las autoridades los embates del tiempo

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En Anzoátegui el arte parece no tener dolientes. Las esculturas que están ubicadas a lo largo y ancho de Barcelona enfrentan la falta de mantenimiento y parecen condenadas al deterioro permanente. Entre ellas se encuentran el busto de san Celestino, la estatua de la Virgen del Valle y el monumento a Bombón. Desde hace tres meses, el artista Claes Mata realiza una protesta para instar a las autoridades a que restauren las obras de la ciudad, algunas de su autoría.

Barcelona. Bajo un árbol de neem y custodiado por una de sus creaciones, el artista portocruzano Claes Mata realiza desde hace tres meses una protesta silenciosa con un solo fin: lograr la restauración de 11 esculturas de su autoría que están ubicadas en varios sectores de Barcelona y Lechería.

En 2000, bajo la administración del entonces alcalde de la capital anzoatiguense José Pérez Fernández, Mata erigió 10 de estas 11 obras que adornan la ciudad. Ellas evocan momentos históricos, reflejan la idiosincrasia religiosa de los habitantes del estado Anzoátegui y rinden culto a personajes de nuestra historia.

La última, y quizás una de las más icónicas, junto con el busto de 11 metros de alto en honor del santo patrono de Barcelona, san Celestino, es la estatua de 18 metros de altura en homenaje a la Virgen del Valle, situada en lo más alto del cerro El Morro de Lechería. Es imagen de varias postales que recorren el mundo, dada la impresionante vista al mar que se aprecia desde ese lugar.

Mirador cerro El Morro. Escultura de la Virgen del Valle. Foto: José Camacho

La construcción de la obra mariana fue encomendada por el entonces gobernador Tarek William Saab, como parte de la construcción de un mirador turístico en 2012, para celebrar los 100 años de la coronación de la Virgen del Valle.

Estas dos esculturas, además del polémico monumento a Bombón, son las que el artista aseguró que han sufrido los embates del tiempo, ya sea por la falta de mantenimiento o, como él mismo sugierió, “por falta de pertenencia e ignorancia de las autoridades gubernamentales”.

Bombón es un personaje barcelonés que muchos describen como indigente, pero que, según Mata, contaba la historia de la ciudad de una manera particular.

Uno puede decir que la crisis en estos días podría ser un impedimento para que estas obras gocen de un mantenimiento preventivo, pero yo creo que más bien es falta de cultura. Pareciera que los gobernantes no tuviesen sentido de pertenencia con las ciudades. Yo las hice, pero una vez que están en esos espacios forman parte de la ciudad; habrá a quien les guste o no, pero ya son parte de los símbolos de nuestra urbe, advirtió el escultor.

Las esculturas de Mata no pasan inadvertidas. Cuando se llega a Barcelona, una vez en la llamada Vía Alterna (que conecta con Puerto La Cruz), una imagen de la Virgen de la Candelaria recibe a los conductores y visitantes. Además de la imagen, el proyecto incluía una fuente que también formaba parte de un paseo, que los habitantes del barrio Sucre indicaron se hizo a medias.

El resto se exhibe entre las avenidas Cajigal, Intercomunal y el bulevar 5 de Julio de Barcelona.

En ningún país del mundo se ve a un artista protestando por sus obras. Tomé la decisión de hacerlo dado el gran nivel de deterioro que tienen. Aquí hablan de desarrollar el turismo, pero cómo se hace con estructuras deterioradas. Si están restaurando plazas con la misión Venezuela Bella, no pueden ignorar los demás monumentos y eso es, precisamente, lo que están haciendo, lamentó.

Lo que hay que hacer

Mata aseguró que las esculturas fueron realizadas en marmolina vaciada en moldes, y la mayoría de ellas se erigió en el mismo lugar donde hoy se encuentran.

El artista subrayó que se quiere que las obras recuperen su estética y que, para ello, se deben llevar a su color original mediante la aplicación de una pátina de resistencia que las proteja del sol y la lluvia, dada su exposición a la intemperie.

“Esto cuesta muchísimo dinero. Yo pasé un presupuesto a la Alcaldía de Barcelona porque la mayoría de estas obras están en esta municipalidad, y hasta ahora parece que a nadie le importan. La restauración se puede hacer de forma rápida. La pieza más deteriorada puede recuperarse en 45 días, si se cuentan con todos los recursos para ello”, expresó.

La indolencia de las autoridades, afirmó, se refleja en la imagen de la Virgen del Valle ubicada en el cerro El Morro. Durante las protestas de 2017 la obra, indicó Mata, fue víctima de vandalismo, pues le pintaron grafitis y parte de sus piezas fueron dañadas y removidas, y fueron a parar al garaje municipal de Lechería por orden de la alcaldía de ese municipio.

“Independientemente de quién haya encomendado su realización, en ellas no se rinde culto a un partido o personaje político específico. Son obras que realzan la idiosincrasia de la ciudad. Antes de estos monumentos, aquí solo estaban los de Dimitrius Demus, y esos también están en franco deterioro. El arte aquí no vale nada para quienes están encargados de su mantenimiento”, insistió.

Los barceloneces lo resienten

En un recorrido por varios de los lugares donde están las obras de Mata, Crónica.Uno recogió la queja de los habitantes de la ciudad por el estado en que se encuentran.

Olga Rivas, asidua visitante del bulevar 5 de Julio, afirmó que es un absurdo cómo se mantiene la imagen de san Celestino instalada en el comienzo del paseo capitalino.

Escultura de san Celestino, en el bulevar 5 de Julio. Foto: José Camacho

“Ni una lucecita tiene, y se mantiene rodeada de buhoneros. Tiene una supuesta jardinera, pero ahí lo que hay es tierra. Yo recuerdo que cuando inauguraron la estatua de Bombón, eso tenía una fuente y el agua salía de colores, hace años que ni un chorrito de agua se le ve. Deberían cuidar más esos espacios que le hacen falta a la gente”, dijo.

Mata se mantiene optimista acerca de la posibilidad de que sus obras sean restauradas. Insistió en que, más allá de que sean sus creaciones, ahora pertenecen a la ciudad y a todos los anzoatiguenses.

“Lamento la forma como se han dado las cosas, pero creo que es el único camino para que las autoridades recobren la sensatez y se aboquen a resolver estos casos. Esto es el patrimonio de la ciudad, no de un artista específico”, recalcó.


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