Frente Amplio aspira a que su Congreso le permita volver a su objetivo original: el cambio político en el país

A pesar de haber logrado articular una gran cantidad de protestas en el año, estas han sido en su mayoría sindicales, lo que ha alejado al Frente Amplio Venezuela Libre de su meta política, algo que esperan cambie con la realización del Congreso Nacional el próximo 23 de noviembre.

Caracas. El Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL) busca volver a su objetivo inicial: un cambio de gobierno. Para ello este 23 de noviembre realizará el Congreso Nacional Venezuela Libre, una apuesta del Frente para recuperar el norte que pareciera haber perdido como muestran sus acciones recientes.

El Frente nació en marzo del 2018 en medio de lo que fue el inicio de la debacle de la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela, y con la meta de no solo reimpulsar la debilitada unión de organizaciones políticas opositoras y finalmente sacar al chavismo del poder, esto último pareciera haber sido olvidado para dar lugar a una simple red de articulación de protestas de calles de tilde gremial. No obstante, la realización del Congreso Nacional podría hacer que la salida del Maduro vuelva a ser el foco inicial de la organización.

Es, de hecho, uno de los tres objetivos explícitos por los cuales el evento se va a realizar, como lo comentó el rector de la UCAB, José Virtuoso quien señaló que además de “consensuar las estrategias para lograr el cambio”, se busca unificar criterios y definir una visión de país conjunto. Una meta a corto plazo de lo que el Frente ha venido mostrando.

Protesta por salario vs. protesta política

Durante los meses de agosto, septiembre y octubre, las protestas por reivindicaciones salariales y gremiales empezaron a aumentar, estas con el apoyo constante del FAVL que señalaba las mismas como evidencia del malestar creciente en la población con el Gobierno.

Ahora bien, las protestas por mejoras salariales, impulsadas por la Plataforma de Conflicto del FAVL no son el objetivo con el que se creó la plataforma y esto es algo que el propio Victor Márquez, vocero de la agrupación y presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) reconoce.

“Es cierto que la mayoría de las protestas han sido reivindicativas y que hay que volverlas políticas. Ese es el trabajo”, asegura el dirigente gremial.

Victor Márquez, vocero del Frente Amplio y presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv). Foto: Archivo

El también presidente de la Apucv, explica que el motivo por el cual esto no se ha hecho se debe a las diferencias propias de cada una de las organizaciones dentro del Frente Amplio, aunque rescata que “la presencia de varias protestas en simultáneo demuestra el crecimiento en la capacidad de organización y articulación”.

“Hay muchas organizaciones sindicales que circunscriben su lucha a un aspecto gremial, otras en cambio, como la Apucv, entendemos que es un problema político, que nada cambiará en el país ni en la calidad de vida de los trabajadores si no se logra un cambio político en Venezuela que pase por la salida de Nicolás Maduro”, agregó.

El vocero añadió además que espera que la realización del Congreso Venezuela Libre el próximo 23 de noviembre logre enfocar la lucha en la arena de lo político.

El rol de los partidos políticos

Quizás el sector más amplio dentro del FAVL que ha pasado inadvertido en el accionar de la alianza han sido los partidos políticos. Sin embargo, para el diputado a la Asamblea Nacional (AN) por Voluntad Popular, Winston Flores, esto no quiere decir que las organizaciones no estén trabajando constantemente.

“El papel de los partidos en el Frente es el de articular, de ser la bisagra entre el gremio, el ciudadano, el sindicato, entre todos que tenemos el mismo objetivo que es la salida de la dictadura. Buscamos a través de nuestra organización lograr ese avance”, destaca el parlamentario.

Flores también explica que son los partidos los más interesados en tornar las protestas gremiales y por falta de servicios en manifestaciones políticas, ya que mantiene la teoría que solo con un cambio de gobierno se puede solventar la crisis económica y social en Venezuela.

Diputado a la Asamblea Nacional por el partido Voluntad Popular, Winston Flores. Foto: Héctor Antolínez

“Si una protesta es reivindicativa Maduro no te va a resolver nada, no va a haber aumento de sueldo, luz, agua, ni gas. Nosotros explicamos que esa solución parte por la salida de la dictadura y ese es un trabajo que se tiene que hacer aguas abajo”, asegura.

De igual forma, el Frente Amplio ha proporcionado a los partidos políticos de la oposición un espacio en el que pueden dialogar e inclusive reencontrarse, esto más allá de las constantes roces que han estado teniendo públicamente a través de redes sociales. Sobre este tema, Flores señala que es algo positivo porque les ha permitido retomar la articulación de fuerzas opositoras, aunque esto es algo que se hace “aguas abajo”.

“Los partidos dentro del FAVL hemos entendido que las diferencias entre las organizaciones deben quedarse en la alta política y que al momento de articularnos debemos bajar y olvidar esas diferencias. Voluntad Popular y Primero Justicia han sido de los que más han estado impulsando el Congreso Venezuela Libre por ejemplo, pero Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo también lo han hecho, de hecho ellos inscribieron a muchas personas. Más allá de lo que se ve en Twitter o en la propia AN, estamos trabajando para resolver nuestras diferencias”, explica.

Asambleas, protestas y una huelga general que no termina de cuajar 

La necesidad del Frente de retomar su objetivo se debe en parte a una serie de fracasos en apuestas organizativas durante los meses posteriores a su fundación.

En cada una de las ruedas de prensa que se han dado desde su nacimiento el 8 de marzo los voceros del Frente Amplio sostienen que el objetivo final es lograr “la salida de Maduro” de la presidencia de la República, algo que solo se podía lograr con la aglutinación de fuerzas en el país.

No solo hay organizaciones políticas dentro del Frente Amplio, sino también organizaciones religiosas, empresariales, sindicales y sociales, todas bajo la misma bandera de lograr el cambio político en Venezuela. Fue así que inició una agenda que, aunque distinta a la de las protestas del año 2017, tenía la misma meta: ejercer presión sobre el Gobierno.

La primera acción fue la convocatoria para el sábado 16 de marzo de asambleas ciudadanas; encuentros en los que las personas se reunirían para proponer ideas de cara a la construcción de una agenda propia. Fue la primera apuesta del FAVL y no tuvo el mayor éxito. La ausencia de grandes masas de personas manifestando su descontento pasó, en la mayoría de los casos desapercibida, algo que se repitió cuando se llamó a la realización de cabildos abiertos el 20 de abril.

La cercanía de las polémicas, cuestionadas y en ocasiones no reconocidas elecciones presidenciales del 20 de mayo sirvió para que el Frente Amplio reiterara sus llamados a no participar y también a protestar, pero una vez más la nueva alianza opositora se quedó corta y no tuvo la mayor relevancia durante aquellos comicios. Entonces una nueva propuesta entró en escena: la de una huelga general.

El 20 de julio se habló por primera vez de la posibilidad de realizar una consulta con todas las organizaciones empresariales y gremiales dentro del Frente para intentar realizar una huelga general en el país, algo que sumado a la crisis económica que atraviesa Venezuela podría significar un gran problema para el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, a medida que los días fueron pasando se notó que hablar de tal acción era más fácil que llevarla a cabo.

Hasta noviembre, mes en el que se llevará a cabo el Congreso Nacional Venezuela Libre, la figura de la huelga general aún no ha vuelto a resurgir, esto en parte porque aún no se han “construido” las fuerzas necesarias para llevarla a cabo.

“El paro se va a decidir solo cuando las fuerzas se tengan, eso todavía no pasa. Por ahora solo se tiene el apoyo de que una huelga debe hacerse”, comentó Victor Márquez, uno de los voceros principales del Frente Amplio y presidente de la Apucv.


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