Intercambio de prisioneros entre Caracas y Washington ratifica pragmastismo de EE.UU. y debilidad opositora

EEUU

Para el internacionalista Félix Arellano, las circunstancias mundiales actuales han complicado el panorama de EE.UU., lo que ha obligado a su presidente, Joe Biden, a ser más pragmático en relación con Venezuela, aún si esto pone el foco sobre la debilidad de la oposición venezolana.

Caracas. El cambio en la presidencia de Estados Unidos en el 2020 fue tan marcado que era lógico esperar un viraje en varias de las políticas de la nación norteamericana, una de esas fue la manera en la que se trataba a Venezuela. Este cambio quedó reflejado con el reciente canje de prisioneros por Caracas y Washington.

En total, siete estadounidenses detenidos por el gobierno de Nicolás Maduro recibieron la libertad y fueron enviados a su país a cambio de que Washington hiciera lo propio con dos sobrinos de Cilia Flores, quienes estaban condenados por conspirar para introducir droga a territorio estadounidense.

Para el internacionalista Félix Arellano, este cambio, impensable cuando Donald Trump era presidente en EE.UU., demuestra que Biden, por decisión propia y también obligado por las circunstancias mundiales actuales, actúa con un “pragmatismo complejo pero necesario”.

A veces es necesario ser pragmático en la complejidad del mundo que vivimos. La decisión del intercambio tiene, además, un componente humano y es que Biden se preocupa por sus ciudadanos donde sea que estos estén, comentó el académico.

Arellano considera que la decisión refleja un cambio en el enfoque de EE. UU. para manejar la crisis venezolana, aunque no es “por completo”, sí cree que es un cambio que no inicia con el canje de prisioneros sino que fue previo a esa situación:

“El cambio de enfoque se venía dando con el cambio de Trump a Biden, se evidencia un tono distinto, un talante y una actitud diferente. Con Trump había mucho ruido y pocas nueces, muchos ataques para pocos resultados. (…) Biden tiene un tono más moderado, además, llegó la guerra de Ucrania con Rusia y eso lo llevó a una actitud más pragmática”, explicó.

El internacionalista dijo que la respuesta sobre el motivo del enfoque necesario de Estados Unidos para Venezuela la dio en su momento el presidente francés Emmanuel Macron cuando aseguró que era necesario incorporar a Irán y a Venezuela en el contexto mundial por su potencial energético.

“Eso lo respondió Macron con la complicación de que la energía venezolana está en el subsuelo y actualmente no se tiene la capacidad para explotarla. Se necesitan empresas poderosas que inviertan para acceder a esos recursos o se quedarán en el subsuelo, es entonces que esas licencias a Chevron para que opere en el país se hacen cada vez más relevantes”, dijo.

Una oposición débil y dividida

Uno de los puntos más destacables del acuerdo entre Washington y Caracas para el cambio de prisioneros es que ocurre a pesar de que el diálogo político en México lleve más de un año paralizado, lo que evidencia que la administración de Maduro sí quiere hablar, pero no con la oposición venezolana.

“El diálogo entre ambas naciones debilita a una oposición ya debilitada. La oposición está muy dividida y eso la deja mal ante la comunidad internacional (…) Para los países que vean desde afuera a la oposición les debe parecer que nadie respalda a nadie, que es un desorden. Si se suma, además, el panorama internacional tan complejo entonces es obvio que la oposición va a ir perdiendo relevancia”, explicó Arellano.

Una visión similar se obtiene al consultar las bases de la oposición, ya que mientras unos lo ven como EE. UU. preocupándose por sus ciudadanos, otros lo sienten como una “bofetada”.

Carlos Farías, dirigente opositor de El Valle, afirmó estar en contra del cambio y lo calificó de ofensa para los venezolanos.

Yo pienso que no es bueno para el país porque es una bofetada para los venezolanos, algunos dicen que es por la política y que con eso se conseguirán cosas con el régimen, porque llegarán acuerdos electorales, pero yo no creo, en esta gente no se puede creer, dijo.

Farías está convencido que debe haber un diálogo para poder obtener soluciones, pero su falta de confianza en el chavismo lo mantiene cauteloso ante este prospecto.

“Se sabe que todo tiene que ser con negociación, pero el chavismo nunca ha sido serio, los venezolanos merecen respeto. Ellos (EE. UU.) recuperaron siete gringos y estos (la administración de Maduro) recuperaron a los vagabundos estos que fueron condenados por narcotraficantes”, expresó.

Farías también criticó la postura de Estados Unidos, que por un lado reconoce a Juan Guaidó como autoridad en Venezuela mientras que por otro negocia directamente con Nicolás Maduro. “Si bien no creo que daña totalmente al gobierno interino, sí da oxígeno al chavismo”, sentenció.


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