Norma Ferrer, abogada y coordinadora de la Asistencia Legal Anticorrupción de Transparencia Venezuela, explicó que la corrupción facilita cada etapa de la trata de personas como la captación de las víctimas, el transporte, traslado, recepción y explotación. El 2 de diciembre se conmemoró el Día para la Abolición de la Esclavitud.
Caracas. La trata de personas, el tercer negocio ilícito más lucrativo, es un crimen en el que generalmente la corrupción facilita e interviene en sus distintas etapas. Según investigaciones de las organizaciones no gubernamentales, Venezuela no es la excepción.
De acuerdo con Transparencia Venezuela la corrupción es el abuso de poder para obtener un beneficio privado. Norma Ferrer, abogada y coordinadora de la Asistencia Legal Anticorrupción de Transparencia Venezuela, explicó durante un foro virtual organizado por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana (CDH-UNIMET), que además de facilitar la trata, la impunidad permite que estas personas sigan generando nuevas formas de captación.
Este 2 de diciembre se conmemoró el Día para la Abolición de la Esclavitud, según el Grupo de Trabajo sobre Esclavitud Moderna en Venezuela (GTEMV) es para concienciar a la opinión pública sobre este delito que supone a la esclavitud moderna y son prácticas como la explotación sexual y laboral, el trabajo infantil y la trata de personas.
El GTEMV explicó que, aunque la esclavitud fue abolida, mutó y resurgió en distintas formas. Más de 40 millones de personas en el mundo son víctimas de la esclavitud moderna, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El grupo, que es una alianza de organizaciones de la sociedad civil interesadas en las dinámicas de esclavitud moderna, advirtió que en la actualidad se desenvuelven muchas prácticas de este tipo y que la crisis desatada por la COVID-19 ha desplazado la atención de los Estados a prevenir y combatir la trata de personas y los riesgos latentes en Venezuela por la crisis de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
La oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) califica la trata de personas como un problema mundial y como uno de los delitos más vergonzosos que existen, pues priva de su dignidad a millones de personas en el mundo. La forma más conocida es la explotación sexual, sin embargo, otras víctimas son objeto de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos.
La abogada Ferrer detalló que la corrupción facilita cada etapa de la trata de personas. En el caso de la captación de víctimas, en algunas ocasiones las mujeres, las organizaciones civiles y políticas denuncian, pero no hay acciones por parte de los funcionarios del Estado ni procesos de investigación.
Luisannys José Betancourt Arias, de 16 años, desapareció el 23 de abril de 2020 cuando naufragó el bote Jhonnailys José, entre Güiria y Trinidad y Tobago. Su mamá, Ana del Valle Arias, denunció ante el Comando de Antiextorsión y Secuestro (Conas) y en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que su hija fue secuestrada una semana antes de que zarpara la embarcación.
“Mi hija estuvo toda una semana en Güiria y pude haberla salvado si el Conas y el Cicpc me hubiesen ayudado cuando denuncié, pero me mandaron a buscarla sola. El funcionario me dio la dirección y el nombre del dueño del teléfono, me dijeron: Vaya y busque a su hija”.
Casi un mes después del naufragio de Jhonailys José, desapareció el bote Ana María, en la misma ruta. En ese entonces la Asamblea Nacional designó una comisión especial para investigar ambos hechos y uno de sus integrantes, el diputado Robert Alcalá, denunció que funcionarios públicos venezolanos estaban involucrados al autorizar el zarpe ilegal.
La abogada Norma Ferrer explicó que la corrupción también facilita el transporte y traslado de las víctimas, ya que hay funcionarios que permiten estas actividades o reciben un beneficio a cambio “de ver para otro lado”.
“Esto sucede sobre todo cuando las víctimas carecen de documentación para ingresar a un Estado extranjero. Ni siquiera preguntan sobre la edad de las personas”, dijo durante el foro virtual.
Otra etapa de la trata en la que la corrupción juega un papel importante, es en la recepción o acogida de la víctima al lugar de explotación o de tránsito, si esa persona continúa a un sitio distinto. Los cuerpos de seguridad ejercen diversas formas de control en lugares clandestinos o con fachadas ilícitas bajo presunta complicidad de las autoridades.
En 2019 desaparecieron pasajeros de dos embarcaciones que zarparon desde Güiria a Trinidad y Tobago. Diputados denunciaron presunta corrupción de autoridades en estos hechos. Foto: Cortesía
La explotación es el fin de la trata de personas. En hoteles de confianza se han registrado presuntos sobornos o complicidad para mantener a las víctimas hasta que partan por vía terrestre, aérea o marítima.
Según la UNODC al menos 430 venezolanos son víctimas de trata en el mundo. Por otro lado, el informe Libres y Seguras de la asociación civil Mullier Venezuela, 517 mujeres fueron rescatadas de las bandas dedicadas a este delito en 2020.
Esclavitud moderna afecta a migrantes y menores de edad
La OIT señala que los peligros de la esclavitud moderna afectan a las personas en mayores condiciones de vulnerabilidad como los migrantes forzados, los niños, niñas y adolescentes, las mujeres y las minorías excluidas.
La emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela, la deficiencia en los servicios públicos y el desempleo son causas que han impulsado la migración de 5,7 millones de venezolanos.
Carla Serrano, secretaria general de la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Rednna), sostuvo que los niños dejados atrás por la migración forzada, los niños acompañantes, los niños migrantes, retornados o refugiados son una población vulnerable a delitos de esclavitud moderna como la trata de personas.
“La trata de personas existe en Venezuela, afecta a los niños, niñas y adolescentes y abundan los factores de vulnerabilidad y de riesgo, que se profundizan con la emergencia humanitaria compleja del país, más la migración”, indicó durante el foro virtual organizado por la Unimet.
Serrano dijo que Venezuela dejó de ofrecerle condiciones a los niños, niñas y adolescentes y están cada vez más en mayor riesgo, pues cada vez se ofrece más dinero, por ejemplo, por la pureza de las niñas.
“Los niños que están involucrados en mendicidad, explotación sexual, pornografía, prostitución, trabajo forzoso, sexo transaccional, matrimonio temprano, no pueden percibirse como actividades voluntarias ni naturalizarse”.
Serrano aseguró que el Estado está obligado a asegurarle a los niños, niñas y adolescentes el disfrute de sus derechos y garantías, y debe trabajar por reducir las desigualdades de las que se aprovechan los grupos criminales como los que se dedican a la trata.
“Hay que proteger a las víctimas, perseguir a los victimarios y evitar la impunidad. hay que hacer un trabajo de prevención y educación, con campañas sistemáticas constantes, con formación al personal técnico”.
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