Ante un proceso amenazado, la posibilidad de articular una unidad entre los factores opositores que participan sigue siendo, en cierta forma, la deuda pendiente de la primaria.

Caracas. A poco menos de cuatro meses para la realización de la elección primaria del 22 de octubre, el grueso de los candidatos de la Plataforma Unitaria se mantiene en campaña permanente y, aunque muchos hablan de la unidad como un objetivo, esta aún parece estar lejos de ser una realidad.

El “debate” realizado en la Universidad Católica Andrés Bello es un ejemplo de esto. En teoría, debió ser un evento que sirviera para comparar ideas y resaltar el deseo de todos los candidatos de buscar un cambio político en el país. En la práctica, sirvió para un par de polémicas en redes sociales y para ataques de algunos sectores contra otros por no haber asistido al evento o por concurrir a un evento en el que no todos los candidatos fueron invitados.

Es precisamente en las redes sociales donde más se han apreciado ataques entre los partidarios de los distintos comandos de campaña, resaltando diferencia de propuestas y, en especial, las similitudes entre las visiones de los candidatos con algún discurso del chavismo. El debate sobre la privatización o no de Pdvsa es una muestra de ello, ya que a los que no favorecen la venta estatal de petróleo en ocasiones se les llama “socialistas”.

candidatos
Foto: Manuel Díaz
Lejos de la unidad que se aspira

Para el politólogo Fernando Spiritto, la oposición “está muy lejos de la unidad que la gente plantea como una condición fundamental para el cambio político en el país”.

A juicio del académico, esto se debe en parte a que la primaria, mecanismo que debería impulsar esta unidad, “ha confrontado tantos problemas logísticos y políticos que pareciera que, para la gente, de ahí no saldrá un candidato muy bien posicionado, con capital político y con el apoyo de los otros aspirantes”.

La primaria en ese sentido no es un pacto de unidad. Por otra parte, los partidos y los factores que van a participar no están claros que el rédito que van a tener al participar sea grande y por eso la primaria cae en su factor de motivación. A su vez, hay un número grande de actores y partidos que creen que hay vida fuera de la primaria y eso es ciertamente muy peligroso, comentó.

Una lectura algo distinta es la del politólogo Enderson Sequera, que si bien reconoce que “estamos lejos” de la unidad en la oposición, considera que se han dado “pasos correctos” y destacó la firma del programa mínimo de gobierno como uno.

Gestos como la reunión de precandidatos, impensada hace meses, son buenas señales de voluntad política para entenderse entre los precandidatos. La firma del Acuerdo Mínimo de Gobierno entre precandidatos también es otro excelente gesto en la dirección correcta, explicó.

Sequera cree que en este punto, más que la unidad, la prioridad debería ser “la propia realización de la primaria”, no solo por los retos que enfrenta, sino porque ante la dificultad de encontrar acuerdos entre los candidatos es probable que sea la legitimación popular la que señale como correcta o incorrectas determinadas vías de acción.

Primaria | CNP
Foto: Manuel Díaz
El escenario en el que la primaria no se da

Más allá de la búsqueda de la unidad y del rol que la primaria pueda jugar en esto, un hecho es que está siendo amenazada constantemente y hay factores que ponen en duda su realización.

Acciones como inhabilitaciones y recursos por parte de algunas figuras ante el Tribunal Supremo de Justicia parecen apuntar a una posibilidad muy real de que el proceso de la Plataforma Unitaria podría ser judicializado.

En este sentido, el consenso entre Sequera y Spiritto es que si la primaria no se da, el escenario más factible sea el de una división aún más grande en la oposición.

Ambos concuerdan en que la no realización de la primaria se traduciría en, prácticamente, un triunfo del chavismo en el 2024 ante la atomización extrema opositora. Spiritto, de hecho, describió tres escenarios:

El primero es una fragmentación total de la oposición con pequeñas coaliciones en torno a varios candidatos, eso sería el triunfo del chavismo; el segundo escenario es una fragmentación parcial con alguna coalición relativamente fuerte; y el tercero, que es lo que me parece más lógico, sería intentar revivir algo como la Mesa de la Unidad para tratar de lograr una coordinación política, explicó.

De estos, Spiritto cree que el más probable sea el de la fragmentación parcial, pero sea cual sea el caso, alertó que esto aumentaría mucho las probabilidades del Gobierno de ganar en 2024. La no realización de la primaria derivaría en una división inmanejable y el triunfo asegurado del chavismo. Para él, la primaria es un requisito sine qua non para aspirar a un triunfo opositor en las presidenciales.

A mi juicio, acabaría con la expectativa de cambio que ha venido levantando la primaria y sepultará cualquier oportunidad de cambio político que la oposición pueda tener en 2024. (…) La primaria siempre fue un medio para lograr un fin: legitimar un nuevo liderazgo en la oposición. Pero, en este punto, se está convirtiendo en un fin en sí mismo. Todos los escenarios de oportunidades para la oposición en 2024 parten de una primaria exitosa, explicó.

El politólogo lo resumió de la siguiente forma: “Sin primaria exitosa, pues, apaga y vámonos”.


Participa en la conversación