Liceo del sector El Barril de La Pica en Maturín sirve de vivienda para una familia damnificada

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La pérdida de su vivienda y la falta de respuestas oportunas por parte de las autoridades han ocasionado que una familia habite en una institución educativa del sector El Barril de La Pica. No es solo este el problema que afecta a la comunidad, la carencia de agua, luz y servicios de salud ha llevado a los habitantes a definirse como una población olvidada.

Maturín. Las fuertes lluvias registradas en Monagas durante junio provocaron que una familia de cinco personas, entre ellos una menor de 12 años de edad, perdiera su vivienda ubicada en el sector El Barril de la parroquia La Pica en Maturín. Desde hace cinco meses los integrantes de la familia ahora habitan en las instalaciones del liceo del sector pues no tienen a dónde acudir.

Yaritza Díaz, una de las afectadas, cuenta que exactamente el 22 de junio se cayó su vivienda de barro como consecuencia de los torrenciales aguaceros acaecidos en la entidad. Antes de registrarse el incidente, Díaz notificó a las autoridades la situación con la intención de solicitar ayuda pero no recibió respuesta.

Mi casa era de barro y se derrumbó por el agua que entraba cada vez que llovía. Tampoco es que era una excelencia de casa pero para mí sí lo era y el agua la fue destruyendo poco a poco. Para acá han venido muchos políticos pero hasta ahora no tengo respuesta de nada. Me prometieron unas láminas pero no han cumplido”, expresa.

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la familia Díaz perdió su vivienda debido a las  fuertes precipitaciones en Monagas.Foto: Natacha Sánchez.

El 24 de junio ingresó a las instalaciones del plantel educativo y desde entonces vive en este espacio. Los vecinos del sector están de acuerdo con esta decisión pues aseguran que Díaz no tiene a donde ir e incluso las autoridades también han respaldado la acción.

El Liceo Bolivariano El Barril no ha estado en funcionamiento desde hace un par de años. Los estudiantes habían sido transferidos a la escuela ubicada justo enfrente pues las condiciones de infraestructura del liceo no estaban aptas para impartir clases.

Díaz precisa que vivir en el liceo ha sido cuesta arriba a pesar de tener un techo este lugar por razones obvias no cumple con las condiciones de una vivienda. Para cocinar debe hacer un fogón en la parte trasera de la institución y a esto se suma, que los baños no funcionan por falta de pocetas y lavamanos.

Clama a las autoridades del estado por atención y apoyo para reconstruir su vivienda y asegura estar cansada de “oír promesas” que hasta ahora no han sido cumplidas.

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Las instalaciones del liceo no son aptas para vivienda. Foto: Natacha Sánchez.

E.B El Barril en el abandono
El Barril es un sector de la parroquia La Pica ubicado a 40 minutos, aproximadamente, de Maturín. Las carencias se notan al llegar al lugar, situación que se repite con frecuencia en los pueblos de Monagas. La falta de luz, agua, señal telefónica, gas y servicios de salud son las denuncias que formulan sus habitantes.

La única institución educativa que reúne a más de 280 estudiantes está sumida en el abandono y suele ser la gestión de vecinos y personal docente que mantiene su infraestructura. La Escuela Bolivariana El Barril no cuenta con servicio de agua desde hace más de siete meses cuando se dañó la bomba sumergible que hasta ahora no ha sido reparada.

Los docentes y parte del personal del plantel deben cargar tobos de agua desde una vivienda cercana, que cuenta con un pozo, para poder llenar el tanque de la escuela.

Aquí falta agua, luz, seguridad, el ambulatorio hace dos años que no vienen ni médicos ni enfermeras y eso se está cayendo. Si se presenta alguna emergencia hay que salir en carros particulares hasta el ambulatorio José Antonio Serres, de la parroquia Las Cocuizas (ubicado a 30 minutos). Nosotros necesitamos agua urgente y ahora que hay campaña para acá han venido todos los políticos y ninguno cumple”, puntualizó.

Los habitantes de El Barril aseguran que están cansados de hacer solicitudes a las autoridades regionales y no ser escuchados pues hasta salir del sector representa un gran problema porque carecen de unidades de transporte público.

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La familia Díaz está cansada de oir promesas y que las autoridades no respondan a sus  reclamos.Foto: Natacha Sánchez.

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