Lluvias en el occidente de Carabobo dejaron sin carretera y luz a habitantes de Canoabo

El abandono por parte de los entes gubernamentales a la carretera Canoabo-Bejuma es la principal razón del deterioro de la vialidad. La falta de recursos es la causa de la inacción.

Valencia- El pasado sábado 6 de agosto el cielo en los valles altos de Carabobo se tornó negro y para los habitantes del municipio Bejuma se trataba de una lluvia más, pero no lo fue. Cuatro largas horas de agua dejaron incomunicada la carretera que conecta la parroquia Canoabo con el pueblo de Bejuma. No solo fueron derrumbes, si no caídas en el tendido eléctrico los que conformaron los destrozos que dejó el agua a su paso.

Cuando el empresario y dueño de la hacienda San Cayetano (Chocolates Valle Caonabo) Rodrigo Morales se enteró de los efectos de las lluvias encendió su camioneta en Valencia y emprendió el viaje de 77 kilómetros hasta lo comunidad. De inmediato se topó con un panorama diferente al habitual. “Eso fue como entre las 8:00 p.m. y las 10:00 p.m”. El paso por la estrecha carretera que serpentea las montañas que conforman una inusual escalera era un total desastre. “La carretera de por si no está en buenas condiciones. Hay que limpiar la maleza a los lados y hay varios huecos en todo el recorrido”.

Morales quien tiene una vinculación estrecha con la comunidad maneja las cifras exactas de los daños. Especificando que la carretera se vio afectada desde la cumbre, es decir, el punto más alto de la vía hasta la entrada del pueblo de Canoabo. Hubo un total de 17 derrumbes y se desprendieron en cinco puntos de la carretera las líneas de alta tensión.

Fotografía: Armando Díaz.

Al lugar se aproximaron los equipos de los bomberos y de Protección Civil, junto con la policía, para intentar quitar todos los árboles que estaban atravesados en la vía.

“Esta carretera de todos esos derrumbes tiene aproximadamente cuatro fallas de borde que hay que reparar de la cumbre hasta Canoabo, pero de la cumbre a Bejuma se está haciendo una falla de borde importante”.

Esta última falla es particularmente preocupante para Morales. De seguir deteriorándose podría dejar incomunicada a ambas comunidades. No es la primera vez que ocurre. La última vez que pasó un sucesos similar fue hace más de 10 años. De ser así, la única forma que tendrían los canoaberos para salir del valle sería recurrir a la carretera de Urama, la cual conecta Canoabo, con los municipios costeros de Carabobo, Juan José Mora y Puerto Cabello. No obstante, esta vía se encuentra muy deteriorada y está asediada por la delincuencia, lo cual la transforma en una opción poco viable.

“Esa es una salida estratégica. Si queremos un pueblo turístico. Sería un punto ideal que esa carretera estuviese en buenas condiciones, porque vienen y conocen Canoabo y regresan a la playa”.

Fotografía: Armando Díaz.

En el pueblo las lluvias generaron una crecida en dos de sus ríos, lo cual deterioró a varios de sus puentes. Este es el caso de Los Naranjos, el de Capa y Canoabito. “Hay que solucionarlo”.

La limpieza se está llevando poco a poco, es martes 9 de agosto y todavía hay muchos puntos en el trayecto en los que hay que esquivar montones de tierra, árboles cortados y piedras de gran tamaño.

“No se qué ha pasado. No se si es por un tema de falta de recursos, pero se supone que nosotros somos un pueblo turístico. Cada vez que llueve el monte crece y queda solo un canal, entonces para promover el turismo necesitamos una carretera con buenas condiciones”, dice Morales, y no miente.

A los lados de la carretera el monte crece indómito y en las partes en donde el agua corrió con libertad se ve la hierba alta aplastada siguiendo el cause del agua. Así como en los riscos en donde pareciera que una cascada cayó.

Fotografía: Armando Díaz.

Para mayor complejidad del asunto la carretera no tiene electricidad. Durante dos años el equipo de Crónica.Uno ha visitado el pueblo de Canoabo y la situación se ha mantenido. De los tiempo en cuando la carretera tenía iluminación solo quedan unos viejos postes sin bombillo. El deterioro en el tendido eléctrico por consiguiente se ve más afectado. “Eso no tiene mantenimiento, entonces con cualquier lluvia las ramas o los mismos árboles se caen y dañan las guayas. Si hubiesen jornadas de pico y poda la situación fuese diferente”.

Morales por lo tanto considera que el problema que tiene la Alcaldía de Bejuma es una falta de recursos muy grande. Inclusive, afirma que hace dos semanas comenzaron las labores de limpieza de la carretera, pero lejos de un equipo grande de trabajadores, solo se dispuso de seis trabajadores para una carretera de 26 kilómetros de extensión.

La caída de las líneas de electricidad dejó sin electricidad por 12 horas a Canoabo. “De inmediato comencé a mover cielo y tierra. Yo sabía que si la luz no llegaba eso iba a dar pie a que la delincuencia hiciera sus cosas. Yo estoy claro que si a mí se me va la luz eso no me afecta. Tengo planta en mi hacienda, pero pienso en la gente que no tiene planta toda esa gente que tanto quiero y que tanto trabaja. Sus neveras, su comida, el calor y la incertidumbre que trae consigo la oscuridad”.

Fotografía: Armando Díaz.

La falta de recursos vuelve a salir a flote, puesto que si bien Corpoelec llegó al sitio, no fue un tema de eficiencia inmediata, si no más bien por el empeño de la comunidad quien hizo reiteradas llamadas y quejas. Aunado esto, fueron muchos los habitantes de la zona los que salieron de la comunidad y subieron hasta la carretera para ayudar a quitar los escombros y facilitar el trabajo de la corporación. En total se trató de 40 personas.

“Yo mismo usé mi camioneta y amarré a ella troncos y los arrastré hasta una zona en donde no estorbaran, pero eso ahora se lo tienen que llevar. No lo pueden dejar ahí”, relató Morales.

Que Corpoelec reciba ayuda de la comunidad es el resultado de la poca o nula inversión que tienen los municipios más alejados de la capital carabobeña.  de acuerdo con Morales la compañía eléctrica solo tiene tres unidas para la región occidental de Carabobo, la cual comprende los municipios Bejuma, Montalbán y Miranda.

“No tienen herramientas. Por ejemplo hubo una parte en donde se partió un poste. Ellos no tenían el poste. Tuvieron que remendarlo. El resumen es falta de recursos. “.

Fotografía: Armando Díaz.

Aunque las obras tomaron 12 horas en concluirse, Morales se sincera y dice que sin la ayuda de la comunidad hubiesen sido de dos a tres días sin servicio eléctrico. Cabe destacar que durante los trabajos el jefe de Corpoelec para el Eje Occidental de Carabobo, Victor Buitrago, afirmó que 70% del servicio ya estaba restituido, pero según Morales no era cierto.

Wuillder Palermo, presidente del Instituto Autónomo para el Control, Mantenimiento y Conservación de la Vialidad de Carabobo, Invialca, afirmó que fueron desplegados 300 personas, junto con maquinarias para la recolección de escombros.

Fotografía: Gobernación de Carabobo

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