Los zulianos siguen haciendo cola en avenidas y plazas para buscar agua debido a que el servicio por tubería es deficiente. Hay comunidades del oeste que ya suman un año sin el servicio. La Comisión de Ambiente del Centro de Ingenieros del Estado Zulia espera que para el 2030 el 70 % de los embalses en Venezuela estarán llenos de barro.
Maracaibo. Las fallas en el servicio de agua por tubería son un drama para los zulianos. Para conseguirla deben caminar al menos tres kilómetros hasta avenidas principales, plazas e incluso cañadas donde las comunidades han hecho perforaciones a tuberías madre para poder abastecerse.
Delia Romero de 52 años vive en el oeste de Maracaibo, sale tres veces a la semana a una plaza cercana a su casa para buscar agua. “Tengo que hacer cola porque va mucha gente”, cuenta la mujer armada con dos botellones de 20 litros y una carretilla. “Ya estoy cansada, la espalda no la aguanto, pero tengo que hacerlo porque aquí llega el agua una vez al mes”.
Pero ahí no termina todo para ella. Se baña con medio balde de agua, “a veces con uno si no se va la luz y puedo agarrar la que bota el aire acondicionado”. Cocina y cuela otro poco que pone a hervir para poder tomar. Los domingos la faena es más agotadora. Carga seis botellones para lavar la ropa y asea la casa con el agua de jabón que recicla.
Cuenta que hasta febrero pudo comprar agua a camiones cisternas, porque su único hijo que está en Chile la ayudaba económicamente: “Yo gastaba la pensión en agua, era un lujo que tenía sin darme cuenta, pero ahora con la pandemia mi muchacho se quedó sin trabajo y todo lo que agarro es para comida, ya no me manda dinero”.
Ausberto Quero, presidente de la Comisión de Ambiente del Centro de Ingenieros del Estado Zulia, dijo que 45 % de las comunidades de Maracaibo reciben agua a través de camiones cisternas lo que, a su juicio, afecta la calidad del agua debido a que los camiones no solo se abastecen en plantas potabilizadoras autorizadas, sino en pozos artesanales sin control sanitario.
En los últimos meses, con la llegada de las lluvias, el agua que sale de las tuberías en Maracaibo es turbia. Quero explicó que esto se debe a la sedimentación acumulada a consecuencia de las altas tasas de deforestación en los embalses.
Consideramos que la situación de los embalses es crítica porque, aunque se ven llenos, cuando se mide la profundidad efectiva del agua conseguimos que casi las dos terceras partes de muchos de los embalses del país están colmatados, es decir, el fondo está lleno de sedimento y esto determina que estamos en un alto grado de vulnerabilidad”, aseguró.
Venezuela es uno de los países con las mayores reservas de agua dulce del mundo y cuenta con alrededor de 90 cuencas hidrográficas, con un potencial hídrico superficial que supera 1 millón de millones (1.000.000.000.000) de mᶟ/año y más de 8000 millones (8.000.000.000) de mᶟ/año en potencial hídrico subterráneo*, sin embargo, esto no se traduce en buen servicio.
La Comisión de Ambiente del Centro de Ingenieros del Estado Zulia adelantó que, según sus expertos, se espera que para el año 2030 el 70 % de los embalses en Venezuela estarán colmatados. “Es decir, que habrán reducido su vida útil. En nuestro caso tenemos la represa de Machango que está 85 % colmatada, se ve el espejo de agua lleno, pero la capacidad efectiva de almacenamiento es poca, solo un tercio”.
Los embalses Tres Ríos, Tulé, Manuelote, Machango y Burro Negro son las principales fuentes de abastecimiento del estado Zulia, con una capacidad de almacenamiento de 704.800 millones de metros cúbicos de agua, además de cuatro plantas potabilizadoras: Planta Alonso de Ojeda, planta B, planta potabilizadora El Tablazo y planta de tratamiento Machiques.
Desesperados por agua
Venancio Ramírez maneja un camión cisterna. Cobra 20 dólares por la carga completa del camión, pero si el viaje es cerca del llenadero, lo deja en 15 dólares. “Todos estamos sobreviviendo, no hay combustible y uno tiene que aprovechar que no hay agua. Generalmente vendo el camión completo, porque así no tengo que dar vueltas. Cuando se pone difícil el día, vendo por tanque y calculo la pipa a 100.000 bolívares en efectivo, si no, no lo vendo”.
El hombre contó que desde hace seis meses no lava el cilindro de la cisterna: “Hay que gastar mucho cloro y la masa no está pa’ bollo, si la gente va a agarrar agua en las cañadas, qué más da que uno no lave el tanque”, reconoció.
Pero no todos pueden pagar, tal es el caso de Diógenes Urdaneta, que junto con sus vecinos decidieron romper el asfalto hasta hallar la tubería principal para hacer una conexión directa al edificio, luego de sumar 35 días sin servicio. “Nosotros tenemos una situación especial, porque mi abuela está enferma en la casa. Hay que lavar sábanas todos los días, asearla y mantener todo limpio, y sin agua no se puede”.
“Si Hidrolago envía agua, tenemos. La tubería principal estaba tapada, pero con el trabajo que hicimos nos llega agua. Si no envían, tenemos que ir a la avenida a buscar en la cañada”, explicó Urdaneta.
Ausberto Quero dijo que la gente está desesperada por tener un flujo de agua regular en casa, por lo que muchas comunidades, sobre todo en la Costa Oriental del Lago, han comenzado a hacer pozos artesanales.
“Las comunidades han recurrido a hacer pozos artesanales de manera desesperada, pero no es así de fácil, porque necesitan una serie de estudios geofísicos y ambientales para determinar si realmente el acuífero que se va a aprovechar tiene la suficiente cantidad de agua perdurable en el tiempo (20 a 25 años) y si el agua es de calidad o es salada”.
Además alertó: “Por ser el agua subterránea un recurso del Estado, esto debe ameritar los estudios previos antes de abrir pozos, porque puede agotarse el recurso”.
La ley de aguas es muy clara sobre la perforación de pozos no autorizada en su artículo 123. “Toda persona natural o jurídica, pública o privada, que perfore un pozo sin ser titular o beneficiario de concesiones, asignaciones y licencias previstas en esta ley, será sancionada con multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a mil unidades tributarias (1.000 U.T.)”.
Para el ingeniero es importante tener en cuenta que hay sectores de Maracaibo donde las tuberías ya cumplieron su vida útil, por lo que el sistema de conducción a la hora de distribuir el agua se ve afectado.
“La sobrepresión de la tubería después de estar muchos días seca, cuando finalmente pasa el agua, disminuye su vida útil, además de la pérdida del grosor del tubo. La calidad se ve amenazada porque al haber fugas de agua potable, por el rompimiento de tuberías, puede mezclarse con aguas servidas. Es necesario hacer un diagnóstico de cuáles son los sectores de la ciudad que tienen tuberías con mayor data y de ahí comenzar a sustituir por tramos”.
Un atentado a la salud
Al menos 20 personas habitantes del sector 19 de Abril, al oeste de Maracaibo, se bañan y lavan su ropa en un tramo de la cañada Morillo que atraviesa la zona. Crónica.Uno habló con varios y manifestaron tener más de un año sin recibir agua por tubería. “Tenemos manchas en la piel y en la noche nos da mucha picazón en el cuerpo, porque, aunque el agua que usamos es de una tubería que hay ahí, eso está sucio. ¿Qué más vamos a hacer?, hay que resolver”, dijo una mujer que prefirió no identificarse.
Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia, alertó: “El tema del agua en el país es grave y está generando problemas de salud pública, sobre todo en los niños. Por eso nosotros recomendamos que el agua sea filtrada y hervida por 15 minutos y dejar reposar antes de servirla”.
“Se están viendo muchas infecciones urinarias porque al hacerse el aseo genital con agua que no está apta, que viene sucia, se producen infecciones vaginales y uretrales que afectan la vejiga. Gastroenteritis, enfermedades de intoxicación hídrica por la carga de bacterias, infecciones en la piel. Lo mismo ocurre con el almacenamiento del agua, porque es un caldo de cultivo para el dengue, que se confunde mucho ahora con la COVID-19. Las aguas mal dispuestas y mal tratadas siempre van a tener un efecto negativo en la salud”, indicó Parra.
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