Algunas personas pueden tener el virus asintomático y ser foco de contagio en espacios cerrados y sin ventilación como el Metro. En la actualidad, muy pocos pacientes van al médico si presentan síntomas y, en los casos que sí, tampoco hay cómo hacerles un examen hematológico completo debido a la escasez generalizada de reactivos.

Caracas. Los casos de Hepatitis A van en aumento. El doctor Alejandro Rísquez, médico epidemiólogo, dice que el incremento es muy importante. Lo ve en las consultas, sobre todo en los adultos.

Probablemente estos casos son de origen hídrico debido a las malas condiciones de higiene personal, la manipulación de los alimentos y de las aguas contaminadas.

Pero lo cierto del asunto es que no existe información oficial. “Hay un estimado basado en la información de los laboratorios y Google Trend, que indican que estaba muy alta hasta el año pasado, y que el comportamiento ahora es similar”.

En estos momentos hay un subregistro, según Judith León, presidenta del Colegio de Bioanalistas del Distrito Capital.

Algunas personas pueden tener el virus asintomático y contagiar a todos a su alrededor, por ejemplo, en el Metro. El problema es que en la actualidad muy pocas, si tienen síntomas, van al médico y si lo hacen no hay cómo realizarles un examen hematológico completo debido a la escasez generalizada de reactivos. Esto es un genocidio silencioso y el Gobierno es indolente, pues tenemos unas enfermedades reemergentes: malaria, fiebre amarilla.

Los pocos hospitales en el ámbito nacional donde se pueden hacer pruebas de laboratorio son escasos y el material que les llega para hacer los despistajes dura si acaso una semana.

Desde 2015, comentó, el Gobierno no publica el boletín epidemiológico y, por tanto, es difícil saber incluso las políticas sanitarias al respecto.

Los registros que conocen los epidemiólogos son por las consultas privadas. José Félix Oletta, pediatra e investigador de la Red de Sociedades Médicas Científicas Venezolanas, sostiene lo mismo que Rísquez: la Hepatitis A sigue con patrón epidémico importante. E insiste en la necesidad de hervir el agua.

Sin embargo, no hay campañas de prevención. “El venezolano no puede hacer eso. ¿Cómo? Si tiene que hacer largas colas para buscar una bombona de gas. ¿Va a gastarla hirviendo el agua? Lo otro, comprar un botellón también es cuesta arriba, son 10.000 bolívares. Hay familias que no pueden hacer ese gasto de dos botellones a la semana. Entonces, ¿cómo se hace para evitar la propagación del virus?”, acotó Judith León.

Por ahora el virus viaja en el Metro, está en el supermercado, en el salón de clases, en los gimnasios, en la playa. Se propaga en cualquier sitio con aglomeración de público. También hay casos de influenza —que es la gripe que provoca ronquera y si el paciente no tiene condiciones adecuadas de alimentación, se complica— y dengue. Todavía no he escuchado al ministro Carlos Alvarado decir cuál es el plan de control en los puntos fronterizos para evitar el paso del coronavirus, por ejemplo. Pero sí dijo que en 2019 tuvimos 91 millones de consultas primarias. Entonces ¿tenemos un país de enfermos?.

Lavarse las manos reiteradamente antes y después de manipular alimentos, de ir al baño, hervir el agua, mantener higiene en el hogar, y seguir los protocolos de vacunación, son normas básicas de prevención en estos momentos de propagación de virus.


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