En esta zona del oeste del Litoral Central han crecido los robos y hurtos en los patios de las viviendas, así como en áreas externas de los urbanismos. No pocos vecinos de Catia La Mar y Week End piden más presencia de la policía regional para frenar la tendencia delictiva.
La Guaira. Aunque la propaganda gubernamental insiste en que “La Guaira es el estado más seguro de toda Venezuela”, siempre hay incidentes como robos o hurtos que preocupan a los moradores, sobre todo de las zonas más densamente pobladas.
En Catia La Mar y Maiquetía, parroquias del oeste del Litoral Central, los reportes de robos, hurtos e ingresos ilegales a viviendas han ido escalando. Sin embargo, estas anomalías no suelen denunciarse ante las órganos policiales y militares dispuestos para tal fin. No parece haber confianza en la actuación de los mismos.
Según datos del censo oficial, entre las parroquias Catia La Mar, Maiquetía, Carlos Soublette y Urimare se concentra 70 % de la población de la entidad federal, que actualmente alberga a 600.000 habitantes.
“No creo que ya La Guaira sea el lugar más seguro, así en la próxima Semana Santa se desborden las playas de temporadistas”, comentó Argimiro Cardozo, quien habita en el barrio Mirabal, donde se han sustraído enseres y el cableado de postes y tanquillas, tanto de Cantv como de Corpoelec.
Flacos y ágiles
En la urbanización Solidaridad Litoral (la primera construida después de la tragedia de Vargas de 1999), así como en las casas y edificios de Guaracarumbo y Week End, duermen con sobresaltos por los robos suscitados en las viviendas entre febrero y lo que va de marzo de este año.
Los que se meten a las casas son unos chamos flacos y ágiles, que han sorteado el tendido eléctrico y trepan los techos y platabandas para llevarse bicicletas, escaleras, ropa, zapatos y otros objetos de las familias”, destacó Mercedes Wilson.
Los afectados de la referida urbanización aseguraron que hay varios árboles en la zona que por su frondosidad y altura podrían favorecer los robos dentro de las viviendas, algunos de ellos grabados en videos de seguridad de los distintos hogares.
“Hay que pedir al Ministerio de Ambiente (Ecosocialismo) que corte parcial o totalmente una mata de mango, que parece un hongo de lo tanto que ha crecido, para que podamos estar más tranquilos y no se metan en las noches a nuestros patios”, agregó otro vecino de Solidaridad Litoral que pidió el resguardo de su identidad a Crónica.Uno.
Otros residentes del sector Week End exigieron más presencia de los agentes de la policía regional, cuyo módulo en la zona se ubica a 500 metros. “Ese módulo tiene más luz externa que nuestras calles”, indicó Frida Mosquera.
Vecinos indicaron que temen que la inacción policial convierta al oeste de la región en un lugar inseguro. “Ya lo vivimos en los años 90 y principios del 2000, cuando sufríamos con el toque de queda de las noches. Ojalá no se esté repitiendo”, reflexionó Cardozo.
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