Los pacientes de la unidad de Dialysis Care de Venezuela han tenido que reducir sus jornadas de hemodiálisis ante la falta de agua en el municipio y la poca ayuda que han recibido por parte del gobierno regional en cuanto a la garantía de camiones cisternas. 140 pacientes que se ven afectados ante esta situación  piden apoyo a las autoridades pues está en riesgo su salud.

Maturín. En los últimos días los pacientes renales han alzado su voz para denunciar un problema que no es nuevo, pero cada día se agrava más ante la falta de soluciones y atención de las autoridades regionales. Alrededor de 140 pacientes han tenido que interrumpir sus hemodiálisis por la falta de agua en la unidad de Dialysis Care de Venezuela, ubicada en el sector las Avenidas de Maturín.

Los familiares de los pacientes muestran su preocupación pues aseguran que en varias oportunidades han solicitado ayuda y no han obtenido respuestas satisfactorias, incluso comentan que logran completar las jornadas de diálisis de sus parientes a través de la autogestión. Entre todos recogen dinero para poder pagar el camión cisterna y abastecerse de agua para realizar la diálisis.

hemodialisis
Los pacientes muchas veces deben comprar el agua así como cloro y vinagre para poder cumplir con su tratamiento. Foto: Cortesía.

A veces recogemos dinero entre todos para poder tener agua en la unidad. Pero eso no lo podemos hacer todo el tiempo porque nosotros también tenemos otros gastos y las cisternas cobran hasta 15 dólares por ir a llenar el tanque de la unidad”, afirmó Orlando Hidalgo, paciente renal.

Ante la carencia del recurso las horas de diálisis se han reducido de cuatro horas a solos dos, con la intención de rendir el agua para que los pacientes puedan cumplir con el procedimiento. Esto genera secuelas pues al no completar la jornada, el cuerpo no queda completamente limpio y hay pacientes que incluso suelen descompensarse.

Hay turnos que se ven forzados. Por lo menos el sábado el turno de la tarde y la noche estuvo complicado por la falta de agua, porque se llena el tanque, pero esas máquinas requieren de muchísima agua. Nosotros llamamos a la gente de Barrio Nuevo, Barrio Tricolor y nos dijeron que no podían ir a llevarnos agua porque primero tenían que atender a los barrios”, comentó Gilberto Centeno, familiar de un paciente renal.

Los pacientes y familiares destacaron que en oportunidades han recibido ayuda del Gobierno, pero esta no ha sido constante, sostienen que lo ideal es que la unidad tenga su propio servicio de agua y que este no falle.

“A veces el Gobierno nos manda una cisterna, pero eso no es constante y nosotros debemos dializarnos todos los días o por lo menos tres veces por semana. Ellos deberían garantizarnos el servicio de agua, porque esto no es capricho, se trata de nuestra salud”, comentó Mayra Ochoa.

En la unidad de Dialysis Care, el problema no solo es el agua de 25 máquinas, ocho están dañadas, aunado a las fallas en los aires acondicionados y además exigen a los pacientes que lleven cloro y vinagre para la limpieza de los equipos y poder realizarse la hemodialisis.

Nosotros tenemos muchas carencias y queremos que alguien nos ayude. Los aires acondicionados a veces no funcionan. Los pacientes tenemos que estar llevando cloro y vinagre para la limpiar las máquinas, también colaboramos para la reparación de los aires y hay personas que no tienen para estar comprando eso”, afirmó Orlando Hidalgo.

“Ruta de la esperanza deja a los pacientes varados”

Ante la escasez de gasolina, Transmonagas habilitó una ruta que denominó Ruta de la Esperanza para garantizar el traslado de los pacientes oncológicos, renales y quienes requieran asistencia médica, hasta los centros de salud de la entidad. Sin embargo, los pacientes han denunciado en varias oportunidades que este servicio no se cumple a cabalidad.

“El sábado se quedaron como cuatro pacientes varados en Dialysis Care. Eran las 7 de la noche y no los habían ido a buscar, todos iban para la parroquia La Pica. Llamaron al chofer y este se negó a buscarlos. Eso no es la primera vez que sucede. Hay muy mala organización”, detalló Hidalgo.


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