Padres anhelan como regalo de Navidad reactivación de la Unidad de Oncología Pediátrica en Maturín

unidad de Oncología Pediátrica

Con el recrudecimiento de la crisis y la emergencia sanitaria dejada por la pandemia de Covid-19 en 2020, el servicio de Oncología Pediátrica en Maturín cerró sus puertas, dejando sin atención a los niños con cáncer que acudían con regularidad a cumplir con sus sesiones de quimioterapia.

Maturín. “El milagro de Navidad sería que todos los niños se sanen. Deben ponerse la mano en el corazón porque hay cosas importantes en la vida y los niños lo son. A veces ellos no saben expresarse y nos toca como padres adivinar lo que tienen”. La expresión es de Yeraldin Acosta, madre de un niño de 11 años de edad, que exige a las autoridades la reactivación de la unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar.

Al hijo de Acosta lo diagnosticaron a finales de mayo con leucemia de células T, por lo que la mujer exhorta a las autoridades sanitarias y al gobierno en Monagas para que reactiven la unidad de Oncología Pediátrica, cerrada hace tres años por falta de especialistas e insumos.

Su petición es el eco de un importante grupo de familias que debe viajar constantemente a ciudades como Barcelona, Caracas, Cumaná y Puerto Ordaz, para tratar de salvar la vida a sus hijos. En su caso, la opción más cercana fue el Hospital Luis Razetti de Barcelona, en el estado Anzoátegui. En este centro de salud su hijo Manuel Gamarra recibiría las quimioterapias, y así esperan que logre susperar este capítulo en sus vidas.

Cuando recibimos el diagnóstico no pensamos en otra cosa que buscar alternativas e irnos a Barcelona, porque aquí no se contaba con los medios para que el niño recibiera su tratamiento”, dijo.

Para el momento, Manuel tenía 90 % de la carga activa de la enfermedad y se reflejaba en su cuerpo con los ganglios inflamados. Por fortuna, el niño respondió de manera favorable al tratamiento indicado por su hematóloga, pero debe continuar con el suministro del mismo como lo establece el protocolo.

Recientemente, los padres de Manuel lograron internarlo en la sala de aislamiento de la Emergencia Pediátrica del Hospital de Maturín, luego de que los análisis de sangre arrojaran valores bajos como consecuencia del tratamiento. No pudieron viajar por razones económicas y las condiciones del niño no estaban dadas para tres horas de carretera al vecino estado.

Tenemos la esperanza de volver pronto a casa y no pasar la Navidad aquí”, comentó Yeraldin, al insistir en la necesidad de contar en Maturín con un área de oncología para la hospitalización y monitoreo de los pacientes, así como de revisiones constantes por parte de los médicos especialistas.

Manuel Gamarra es prospecto del béisbol de la liga menor en la entidad y tiene como ejemplo a seguir el reconocido pelotero Ronald Acuña. Desde temprana edad juega con el equipo Marineros de Monagas, en el sector La Cruz de La Paloma, siendo fanático de los Tiburones de  La Guaira.  En la actualidad cursa el sexto grado de educación básica.

Una lucha sin descanso

Roxcelis Moreno es otra de las tantas mamás que luchan para que sus hijos vivan y como cada año implora al niño Dios la sanación física de su única descendiente.

Ella lleva cuatro años batallando con el diagnóstico de su hija: lupus nefritis. Ha recurrido a instituciones gubernamentales y no ha logrado conseguir la ayuda económica para la realización de varios exámenes inmunológicos.

“Ni la gobernadora saliente, ni este nuevo mandatario me han tendido la mano”, afirmó Moreno al explicar que los análisis de laboratorios tienen un monto de 300 dólares.

“Hace mucha falta la unidad de Oncología Pediátrica y también de Hematología, para que los niños reciban sus tratamientos y queden en vigilancia médica los que así lo ameriten”, dijo.

Sin cifras oficiales

En Monagas, como en el resto del país, no se conocen cifras oficiales de muertes por cáncer en la población infantil. De acuerdo con registros de la prensa local, entre 2019 y 2020, se contabilizó el deceso de al menos 44 niños, varios de ellos sin una atención oportuna.

Carlos Martínez, presidente de la Fundación Karla Martínez de niños con cáncer, aseveró que las condiciones de los pacientes oncólogo-pediátricos son totalmente dramáticas.

Indicó que las estadísticas van en ascenso y las patologías de mayor prevalencia son: leucemia, linfoma de Hodgkin y no Hodgkin, así como tumores cerebrales, estos últimos en menor incidencia.

El activista agregó que una consulta privada ronda los $ 60, mientras que el aspirado de médula ósea, para detectar el cáncer en la sangre, se encuentra por el orden de los 280 dólares, monto que buena parte de los padres no pueden costear al ser de recursos limitados.


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