Según el informe de la Encuesta Nacional de Hospitales, cinco de cada 10 hospitales tienen un suministro de agua intermitente. Además, 47 % de los centros médicos recibe el servicio del agua por cisternas.
Caracas. “Baño a 8 bolívares” se lee en un cartel guindado en la puerta de una vivienda de dos pisos, justo al frente del Hospital José María Vargas de Caracas. En el centro médico la mayoría de los baños están cerrados.
Desde hace un año Migdalis* alquila el baño de su hogar a los familiares de los pacientes del hospital Vargas, donde no hay suministro de agua constante. Presta el servicio desde las 7:00 a. m. hasta las 9:00 p. m.
“Las personas venían a pedirme el baño prestado para hacer sus necesidades y de ahí surgió la idea de empezar este emprendimiento. Los ocho bolívares cubren el uso del baño y papel higiénico”.
Carmen*, tiene a su tío hospitalizado desde hace 14 días, por una infección en los riñones. Lleva los productos de limpieza y agua a la sala de observación masculina. Allí los familiares son quienes se encargan de asear la habitación y se distribuyen las responsabilidades.
“Aquí llega el agua solo por una o dos horas cada tres días. Hace una semana si no hubo agua ningún día. Cuando llega el agua se llenan todos los peroles para el resto de los días”, contó Carmen, desde la puerta de la habitación.
Los baños que funcionan tienen las pocetas sucias, con papel higiénico alrededor, el piso lleno de orina y con potes de agua.
5 de cada 10 centros de salud tuvieron un suministro de agua intermitente debido a las fallas de los servicios públicos en Venezuela, según el informe anual de 2023 de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH).
47 % de los hospitales monitoreados reciben el servicio de agua a través de cisternas. “Se están dedicando recursos adicionales para poder tener agua en el hospital, ya que la distribución por tubería no es suficientemente regular para poder abastecer los centros de salud”, dice la investigación.
Otras áreas del hospital
La sala de Emergencia pediátrica olía a desinfectante, orina y vómito. El olor es tan repugnante que quienes estaban a la espera para ser atendidos no disimulaban su disgusto.
En el lugar se podían leer carteles que decían: “baño está dañado”. Solo uno estaba en funcionamiento y se ubicaba en el área de observación infantil, pero quienes lo utilizaban debían hacerlo teniendo en cuenta que no había agua.
La organización no gubernamental Monitor Salud denunció que desde el 11 de marzo los pacientes de la Unidad Pediátrica del hospital Vargas tienen que recurrir al uso del suelo y recipientes de basura para sus necesidades sanitarias, debido a la falta de agua.
En el área de hospitalización el único baño que hay en la sala 11 no funciona, también por falta de agua. Los familiares deben ayudar a los pacientes a que hagan sus necesidades en potes. Alrededor de las camas los parientes tienen varios envases con agua almacenada.
La ENH detalló que si no hay agua disponible en todo momento dentro del hospital, se dificulta mantener los estándares de salubridad de los espacios hospitalarios, lo cual hace que espacios que deberían ser sumamente limpios e higiénicos, sean más bien fuentes de bacterias para los pacientes.
Servicio eléctrico
Con relación al suministro de energía eléctrica, para 2023, 47% de los centros monitoreados reportó que hubo al menos una falla eléctrica a la semana. Este porcentaje representa una leve mejoría, en comparación con 2022, cuando se registró 51 % de los centros de salud reportaron fallas eléctricas.
La ENH registró un total de 177 muertes coincidentes con los apagones el año pasado. Aunque no aseguraron en el informe que la causa de muerte de estos pacientes fue directamente la falta de luz, sí midieron cuántos se mueren durante el apagón.
La ENH también explicó que aunque los servicios como agua y luz no son estrictamente hospitalarios, sí cumplen una función importante para que el hospital pueda ofrecer de manera eficiente todos sus servicios. El acceso a agua es indispensable para poder realizar tratamientos como por ejemplo, las diálisis.
(*) Se modificó el nombre por medidas de protección a la fuente.
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