La falta de atención oportuna por parte del Gobierno Nacional para atender el hongo conocido como “escoba de bruja”, que contamina las plantaciones de cacao sucrenses, ha derivado en una caída drástica en la producción del rubro.
Cumaná. Corría el año 2018 y el productor José Rodríguez, se debatía entre abandonar el campo sucrense, en el que había idealizado un futuro junto a su familia, o permanecer y poner en riesgo no solo su patrimonio, sino su integridad y la de sus seres queridos. La violencia e inseguridad afectaban cada vez más la producción y el transporte del cacao pariano.
En la actualidad, aunque su esposa y sus hijos se encuentran en España, él permanece en su hacienda. Se define como recolector mas no como productor, porque no cuenta con capacidad técnica y operativa para mantener actividades como la poda y garantía de nutrientes para su unidad de producción.
En su pico más alto, el estado Sucre aportaba 52 % de la producción nacional de cacao con 10.000 toneladas métricas. Sin embargo, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, la producción se redujo a 7000 toneladas y ha caído 30 %, según las estimaciones de la Federación Campesina en la entidad.
Tanto productores como comercializadores, se mantienen a la expectativa por la incidencia del hongo conocido como “escoba de bruja” (Moniliophthora perniciosa) y el cambio climático.
La escoba de bruja ha afectado la producción desde hace tiempo. En otros países ha sido controlada con el cultivo de derivados o la utilización de plantas hibridas que tienen mayor resistencia. No obstante, para los agricultores sucrenses lo importante es preservar las plantaciones criollas que dan origen al reconocido cacao fino de aroma.
Gevert Hernández, presidente de la Federación Campesina del estado Sucre, indicó que en Ecuador sembraron la especie CC151, un híbrido de mayor rendimiento que genera dos toneladas del rubro por hectárea. Mientras en Sucre el rendimiento no llega a 500 kilogramos, por hectárea.
Sin trabajo oportuno
Hernández precisó que la escoba de bruja se desplaza desde Ecuador a Colombia y entra a Venezuela por los Andes venezolanos, pero ha tenido mayor impacto como consecuencia del cambio climático.
En opinión del dirigente gremial, el Gobierno Nacional y las instituciones dependientes del Ministerio para la Agricultura no han hecho un trabajo de campo efectivo para controlar la plaga, debido a las limitaciones de suministro de gasolina, trasporte y bajos sueldos que pesan sobre los trabajadores, para desplazarse hasta la zona.
Los trabajadores del sector público solo cumplen horario, sus servicios son limitados y al problema se le suma el éxodo de especialistas”, contó.
A comienzos de marzo, el Gobierno del estado Sucre aseguró que continua el Plan Fitosanitario para el control de enfermedades, como la escoba de bruja, a través Fondo de Desarrollo Agropecuario del estado Sucre (Fondades), Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), Asociación de Productores de Cacao de Venezuela (Asoprocave) y la Fundación Prosperi.
De manera extraoficial se conoció que han atendido 120 hectáreas con la erradicación del hongo, la intervención de 20.990 plantas de cacao infectadas y la construcción de un vivero para siembra de 100.000 plantas resistentes y de cacao criollo.
En febrero pasado, la Asamblea Nacional aprobó en primera discusión el Proyecto de Ley de Cacao con el objetivo de proteger y promocionar la producción del rubro y sus actividades conexas.
Productores en pobreza
Sobre el auge de la exportación, Hernández sostuvo que no se trata solo de sacar granos de cacao al mercado internacional, sino de tener visión de futuro y exportar cacao o chocolate de calidad, que le de valor agregado a la producción nacional.
Hernández reconoció que, en la actualidad, pareciera que el problema productivo se solucionó porque un kilo de cacao supera los seis dólares en la Bolsa de Valores. Sin embargo, el rendimiento venezolano es bajo y el productor no sale de la pobreza, mientras el comercializador que compró el producto en noviembre a dos dólares, por ejemplo, puede revender en cinco dólares el kilo.
La producción ha caído 30 % y no contamos con un plan efectivo para mantener el rendimiento que nos permita aprovechar los beneficios de los precios en el mercado internacional, para estimular nuestros campos”, dijo.
Las razones del aumento en el precio del rubro se deben a la caída en 60 % de la producción en países como Ghana y Costa de Marfil, por la acción del cambio climático.
Sin embargo, como productor, Hernández insistió en la necesidad de preservar la calidad del cacao criollo. Indicó que la producción agroecológica no debería utilizar químicos, para garantizar su valor orgánico en el mercado internacional.
Los gastos de producción son cada vez más elevados para controlar plagas como la escoba de bruja con fungicidas y otros químicos que no se producen en Venezuela y que eran importados desde Colombia a través de la empresa Monómeros.
Detalló que los productores de cacao no cuentan con estímulo para adquirir insumos como unas botas plásticas que superan los 50 dólares, y el machete “cola e´gallo”, que se comercializa en 30 dólares.
En su mejor momento, el estado Sucre llegó a contar con más de 7000 productores activos. El gremio ve con dificultad la posibilidad de determinar cuántos están operativos en este momento, tras la migración de ciudadanos por la crisis económica que enfrenta Venezuela.
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