Dos años de pandemia no fueron suficientes para que quienes, tradicionalmente, venden adornos navideños en San Cristóbal y su zona metropolitana tiraran la toalla. Vendedores indicaron que las ventas han superado las expectativas.
San Cristóbal. Transcurridos más de años de pandemia y diciembres poco alegres, las ventas de adornos navideños se reactivaron no solo en San Cristóbal, sino en la zona metropolitana del estado Táchira.
Y es que estos espacios, ubicados en avenidas estratégicas de la localidad, son un referente para comprar adornos navideños a mejores precios que en establecimientos de centros comerciales.
Pesebres de todos los tamaños y materiales, luces, guirnaldas, casas de nacimientos, materiales para su elaboración, gorros, bufandas y hasta ruanas, se consiguen en estos kioscos, los cuales son permitidos por las alcaldías correspondientes desde comienzos de noviembre.
Este año la reactivación en la venta de adornos navideños, marcaron el regreso de vendedores de mercancía navideña, quienes ya por tradición, hacen lo propio y ofrecen a clientes fijos y nuevos, sus productos con la cordialidad que caracteriza al andino.
Buenas ventas
Yamile Heredia, vendedora de los puestos ubicados en la avenida 1 de Táriba, aseguró que las ventas, pese a la crisis económica, están mucho mejor de lo esperado.
Por dos años no pudimos salir a vender y uno siempre espera estas fechas para hacer una plata extra con los adornos y la pólvora, pero la pandemia nos descapitalizó. Afortunadamente las ventas este año han estado buenas, porque tenemos precios solidarios”, sostuvo.
Resalta que están conscientes de que la crisis económica golpea a un grupo grande de la población, por lo que procuran tener precios asequibles.
Heredia destaca que una de las recompensas de todos los años, más allá del dinero, es la sonrisa de los niños que van con sus padres a comprar los adornos. Asegura que se emocionan con algo tan simple como un gorrito que adorna la antena de un carro y es precisamente esa alegría, la que los motiva para seguir, muy a pesar de las dificultades que se presentan año tras año.
Extrañan a los que se fueron
Manuel Ropero, quien trabaja en La Empalizada que se instala en la avenida 19 de abril y Rotaria, comentó que lleva unos 10 años trabajando y vendiendo adornos navideños, pero que este año tiene un significado más especial, pues varios de sus compañeros fallecieron a causa del COVID-19 y el volver a estos espacios decembrinos, llena de nostalgia, pues a pesar del trabajo y la competencia, siempre había momentos para el sano compartir entre locatarios.
Unos se fueron por la COVID-19, otros decidieron irse del país, pero aquí seguimos. Este es un lugar de mucha tradición y poco a poco más vendedores se suman”, dijo.
Precios
Gorros, cintillos, bufandas y demás indumentaria navideña, varían de precio según el modelo. Desde 10.000 mil pesos, o dos dólares, en adelante se pueden adquirir. El valor aumenta según los adornos. Si tienen luces, lazos y demás, pueden costar entre 15.000 y 20.000 mil pesos.
Los nacimientos, de acuerdo al tamaño, oscilan entre 25 y 80 mil pesos. Animalitos como ovejas, camellos y casitas para el pesebre se venden desde 1000 mil a 3000 mil pesos.
En lo que concierne a luces, estas se cotizan desde los 12.000 mil pesos colombianos. Varían según el tipo, cantidad de bombillos y variedad de funciones.
Para quienes no tienen gran espacio, pero no quieren que su navidad pase desapercibida, hay arbolitos de tamaño miniatura que valen 10.000 mil pesos (2 dólares).
Permisos para pirotecnia
Tanto en La Empalizada, como en Táriba, aseguran que ya tienen tramitados los permisos para la venta de pólvora para Navidad y Año Nuevo, por lo que, al terminar la venta de adornos navideños, ofrecerán fuegos artificiales, así como leña para la temporada de la preparación de las hallacas.
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