Recién nacida contrajo una bacteria en hospital de Coro y su familia pide investigación ante la Fiscalía

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Una bebé ingresó en junio al hospital de Coro por un dolor abdominal y un tratamiento mal administrado le generó flebitis y luego adquirió una bacteria. Su familia introdujo un expediente ante el Ministerio Público para investigar presunta mala praxis.

Coro. En la Fiscalía décima con competencia de niño, niña y adolescente cursa una investigación bajo el expediente F10-MP-128474-2023 introducida por la familia Mora. En ella solicitan investigar una presunta mala praxis contra una bebé de casi tres meses de nacida.

E. M., es hija única de Wilmar Mora, de 26 años de edad, quien declaró a Crónica.Uno, el calvario que le ha tocado vivir a ella y a su pequeña hija nacida el 9 de mayo.

Wilmar tiene dos meses y 25 días instalada en los pasillos del tercer piso del hospital general de Coro, Alfredo van Grieken. Su bebé está en cuidados intensivos desde mediados de junio cuando por causa de una filtración de una vía arterial, su brazo izquierdo comenzó a necrosarse.

La inflamación ocurrió al pasar inadecuada e inadvertidamente el tratamiento. Ni el personal médico ni de enfermería se dieron cuenta.

El diagnóstico de E. M. es haber contraído la bacteria Entorebacter sp. Su madre indicó que la tiene alojada en los intestinos. La bebé lleva tres cirugías y permanece bajo coma inducido, además de registrar convulsiones durante su estado comatoso y unos cuatro paros respiratorios.

Para que Wilmar Mora concibiera a su hija debió someterse a tratamiento médico. Regresó a Venezuela desde Ecuador. En Falcón tuvo a su bebé y ahora atraviesan una situación difícil. Foto Joanne López
Los hechos

Wilmar llevó a su hija el 9 de junio a la emergencia del hospital Rafael Gallardo del IVSS por presentar dolor abdominal y llanto recurrente. Allí le indican rayos X de abdomen y el diagnóstico preliminar fue enterocolitis.

La refieren al hospital general. Esa misma noche estuvo en observación pediátrica y tenía allí dos días cuando notan la filtración en la vía.

El 12 de junio por la noche el personal de guardia intenta cumplir el tratamiento y la bebé reacciona con dolor. A las 4:30 a. m. del lunes 13 le tocaba nuevamente el tratamiento y otra enfermera, tras un fallido intento de administrarlo, se da cuenta de que la vía está filtrada y hay una inusual inflamación del brazo.

Ni médicos ni enfermeros aprecian o dicen algo para verificar la hinchazón del bracito, refiere Wilmar. Ese día la paciente es trasladada de la emergencia pediátrica a hospitalización de niños, pero no por la enterocolitis, sino por la flebitis en el brazo izquierdo y el dolor que a través de llantos expresa la recién nacida.

La flebitis consiste en la inflamación de una vena. Hay tres tipos: mecánica, química y bacteriana, esta última puede resultar muy grave debido a mala higiene al manipular el catéter y la atención intrahospitalaria de los pacientes, como el simple lavado de manos.

Así se veía el brazo izquierdo de la bebé Mora López antes de las intervenciones quirúrgicas. Foto Cortesía familia Mora

Para Wilmar, su hija entró con un dolor abdominal y en estos momentos se debate entre la vida y la muerte. Además de la bacteria, la bebé presenta neumonía y un cuadro de meningitis. El tratamiento es con antibióticos de amplio espectro, comentó su madre.

Wilmar debe ingeniárselas para, cada tres días, adquirir tres parches quirúrgicos que deben ser colocados en el brazo izquierdo. Requiere unos 720 dólares mensuales para sostener solo este tratamiento.

La madre asegura que la doctora no le examinó el brazo, pero le mandó una crema y las trasladaron en calidad de hospitalizadas al cuarto piso y con orden de una vía central.

Este 4 de agosto requerían una ambulancia para hacerle una tomografía y aunque en el hospital dijeron que buscarían una, ya había pasado un día y no habían resuelto, así que Wilmar empezó a gestionar otras opciones para lograrlo.

Uno de los informes médicos que detallan el cuadro clínico de E.M. Foto Joanne López
En estadísticas

En Falcón no se han registrado denuncias formales de mala praxis médicas este año, solo rumores de pasillos de familiares y amigos de algún paciente fallecido, pero sin pruebas.

El caso de Wilmar Mora y su hija sería el primer caso y deben esperarse las conclusiones de las experticias e investigaciones, explicó para Crónica.Uno, Hugo Zerpa de la organización Médicos sin Fronteras.

Durante el año 2022 se registró solo un caso en la entidad occidental que mantiene al médico implicado a cumplir pena en su domicilio, debido a condiciones de salud. Se trata del médico Gildomar José Álvarez Montero por homicidio culposo con aparente dolo eventual en ocasión de una presunta mala praxis que le costó la vida a Deisy Carrasquero.

A la paciente le dejaron una compresa en el vientre en una operación realizada el 14 de enero de 2022 y falleció el domingo 10 de julio en el Hospital Doctor Rafael Calles Sierra.

Otro caso, aunque no de muerte, fue el de Verónica, una serrana de 20 años, quien luego de seis meses de haberse practicado una cesárea, casi muere porque una gasa quedó dentro de su cuerpo.

Por septicemia quedó estéril tras una histerectomía total. No hay responsabilidad hasta ahora ni los familiares han decidido ir a otro nivel, dado que son una familia de escasos recursos que vive en una zona rural de Falcón.

Médicos y personal de enfermeros indican que los hospitales de la entidad, al igual que en la mayoría del país, presentan serias deficiencias en el suministro de insumos médico-quirúrgicos y no son las mismas condiciones de trabajo cuando no hay equipos. “Estamos limitados para diagnósticos precisos”, dijo el doctor Zerpa.

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