De cinco plantas refinadoras solo dos han logrado producir algo de gasolina este año. Se trata de El Palito y Cardón, no obstante, ambas han presentado inconvenientes y su producción no es sostenida. Cálculos del administrador y socio director de Gas Energy Latin America Antero Alvarado revelan que la producción de ambas refinerías en agosto solo cubría entre 22 % y 25 % de la demanda nacional.
Caracas. Ocho horas en cola llevaba la mayoría de los usuarios que esperaban echar gasolina en una bomba ubicada en la avenida Victoria. En una encrucijada se formó el caos con motorizados que se negaban a irse sin abastecer sus vehículos. La situación era manejada por policías y guardias nacionales. El ambiente era una combustión.
Desde las pescaderías y abastos la gente miraba con curiosidad el tumulto de personas que se formaba a las afueras de la estación de servicio Guayana. La policía daba indicaciones a los conductores y organizaba la larga fila de autos.
La mayoría de hombres que esperaban a un costado de la calle decían que estaban allí desde las tres de la mañana de este martes 8 de septiembre. Entre las idas y venidas de la policía, un oficial indicó a las 11:00 de la mañana que solo despacharían gasolina a 40 vehículos y 80 motos. En los parabrisas de los “afortunados” marcaron el número que les correspondía.
La entrada de un nuevo esquema de venta de gasolina en junio de este año no logró aliviar del todo la escasez de combustible. En Caracas las colas se detuvieron por algunas semanas, pero en las regiones el viacrucis continuó para la mayoría. En Táchira, por ejemplo, algunos habitantes manifiestan que no han podido surtirse desde hace un mes. Los relatos dan cuenta de horas y horas perdidas frente a las gasolineras.
Desde abril aumenta la conflictividad en los sitios de despacho. Solo en cinco meses se registraron unas 47 detenciones en varios estados del país por exigir combustible. Los reportes de los medios de comunicación sugieren que la cifra es mayor.
Un guardia que custodiaba la estación de servicio Guayana indicó que solo les quedaba una reserva de gasolina, por lo que no iban a seguir despachando. “La bomba no se puede quedar sin gasolina”, apuntó.
A pesar de que la orden era clara y solo despacharían a 40 vehículos, muchos se quedaron en la cola con la esperanza de poder acceder al combustible. “Nosotras quedamos fuera, pero no nos rendimos; estamos aquí desde las cuatro de la mañana, seguramente no todos van a llenar el tanque, entonces quede un poquito”, contó una mujer que iba acompañada de una anciana. Su auto era el número 41.
De cinco plantas refinadoras solo dos han logrado producir algo de gasolina este año. Se trata de El Palito y Cardón; no obstante, ambas han presentado inconvenientes y su producción no es sostenida. Cálculos del administrador y socio director de Gas Energy Latin America Antero Alvarado revelan que la producción de ambas refinerías en agosto solo cubría entre 22 % y 25 % de la demanda nacional.
Entre el 24 de mayo y el 5 de junio llegaron al país cinco buques desde Irán con 1,5 millones de barriles de gasolina. Con ese inventario el gobierno de Nicolás Maduro arrancó el nuevo modelo de venta que elevó el precio del litro de gasolina a $0,50 y dejó otro subsidiado a Bs. 5000. Sin embargo, la promesa de un servicio “premium” no se ha consolidado, pues hasta en las bombas dolarizadas hay colas y los usuarios pueden tardar incluso unas dos horas o más para adquirir el producto.
Las autoridades no han anunciado el arribo de nuevos buques, no obstante, se conoció a través de TankerTrackers, una firma que rastrea y hace seguimiento de tanqueros, que los buques iraníes Forest, Faxon y Fortune cargaron gasolina en el puerto Shahid Rajaee, ubicado en Irán, y partieron posiblemente con dirección a Venezuela, reseña el diario TalCual.
Los tres tanqueros traerían aproximadamente 800.000 barriles de gasolina. Hasta ahora el destino no ha sido confirmado por ninguna autoridad. En mayo la operación se hizo pública y el gobierno de Maduro reseñó la llegada de cada buque a la nación.
La ONG Promedehum indicó que en el estado Mérida las bombas no despachan en la semana de radicalización de la cuarentena y que en las estaciones dolarizadas las colas son extensas. En Aragua un usuario contó que pasó tres días en una estación subsidiada ubicada en La Victoria. Otro conductor, a través de reportes vía Twitter, relató que llevaba 15 días a la espera en una estación en Barinitas, estado Barinas, y otro manifestó que tenía 17 días en cola en Barquisimeto, estado Lara.
El dato
Las medidas de confinamiento por la pandemia redujeron el consumo interno de gasolina a 60.000 barriles diarios. El año pasado la demanda local era de unos 150.000 barriles al día, según cifras de Antero Alvarado.
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