Padres y representantes de la selección de Pequeñas Ligas de Cacique Mara del municipio Maracaibo, le exigen al director del SAIME, Gustavo Vizcaíno, que le entregue los pasaporte por los que ya pagaron para que los niños puedan viajar a Puerto Rico y representar a Venezuela en el campeonato Latinoamericano de Pequeñas Ligas.
Maracaibo. “Escuchar el Himno Nacional de Venezuela en otro país es una emoción tan grande que hasta al más pintado se afloja el guarapo. Representar a Venezuela después de haber luchado tanto, día con día, por sacar a estos niños adelante es un sueño y no puede ser que el Gobierno nacional no entienda esto”. La afirmación fue esbozada por Daniel Gutiérrez, presidente de las Pequeñas Ligas de Cacique Mara del municipio Maracaibo, tras las dificultades que el equipo ha tenido para obtener pasaportes que les permitan viajar y representar al país en Puerto Rico.
14 niños, tres técnicos, tres delegados y un árbitro, deben viajar a la localidad de Mayagüez, en la llamada Isla del Encanto, el próximo 15 de julio para representar a Venezuela en el campeonato Latinoamericano de Pequeñas Ligas, tras quedar campeones en el país.
Sin embargo, la emoción de haber ganado el certamen nacional duró poco, porque 13 niños y dos técnicos de la novena no han recibido el pasaporte por parte del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), a cargo de Gustavo Vizcaíno, a pesar de que el trámite fue realizado hace más de 40 días con los avales correspondientes por ser una solicitud deportiva.
Estamos varados, esperando que solo impriman los pasaportes, pero el señor Vizcaíno no da respuesta. Todos los años es lo mismo, necesitamos culminar ese procedimiento para optar por la Visa, vamos a representar a Venezuela, no es cualquier cosa”, criticó Gutiérrez.
No son los únicos
El director de la liga de Cacique Mara denunció que la selección de Pequeñas Ligas, categoría intermedia del municipio San Francisco y las Pequeñas Ligas de Sierra Maestra, categoría sénior, tampoco pudieron viajar a Panamá a cumplir sus compromisos porque no les dieron el pasaporte. “El Saime retrasa todo”, recalcó.
Gutiérrez recordó que en 2019 pasaron por la misma situación, por lo que enfatizó que son los peloteros de las Grandes Ligas los que terminan apoyando a los niños, cuando debería ser el gobierno.
“El gobierno solo avala de palabra, porque después se echan a un lado y se desentienden. Nos pasó con Omar Prieto. Lamentablemente el deporte no tiene apoyo nacional cuando se requiere. Nosotros no estamos pidiendo nada regalado, sino que cumplan con la entrega de los pasaportes a la selección”, dijo.
Gutiérrez refirió que una comisión especial integrada por padres, madres y entrenadores viajará a Caracas para exigir el documento en la oficina nacional del Saime este martes.
“Estos niños se ganaron ese derecho, no es un capricho. Esperamos estar en Caracas tres días”., contó.
Gutiérrez explicó que una vez tengan el pasaporte, el siguiente paso será enviar un correo electrónico a la embajada de Estados Unidos con los números de documento de cada niño para que emitan una cita. Posteriormente los representantes de los 13 niños deben viajar a Bogotá-Colombia para buscar la Visa correspondiente.
Tenemos el apoyo del Gobernador Manuel Rosales y del alcalde de Maracaibo Rafael Ramírez. Me dijeron que nos iban a apoyar económicamente en todo lo que pudieran, pero sin pasaporte no podemos viajar a Colombia. Estamos atados de manos y pies”, dijo.
En casa se hacen sacrificios
El costo del pasaporte por niño fue de 160 dólares, una suma que muchos de los padres no tenían, por eso la mayoría tuvo que prestar el dinero a familiares y amigos, hacer rifas e incluso recortar la comida en casa para cumplir el sueño de sus pequeños peloteros.
“Tenemos niños de bajos recursos a los que apoyamos en lo que necesiten porque sabemos lo duro que es tener un sueño y no contar con lo necesario para lograrlo. Estos niños han luchado mucho para ponerse esa franela de Venezuela y nadie tiene derecho a truncar su sueño”, dijo el director de la selección.
Eliana Gotopo de 42 años, es la madre del pitcher Juan David de 10 años, quien desde los cinco años practica en esta selección dos veces por semana en el Estadio de San Miguel del oeste de Maracaibo. La mujer, conmovida, contó que desde que comenzó la pandemia su esposo se quedó sin trabajo y ella dejó el suyo como maestra en una escuela de la nación, para abrir una escuelita en su casa que le genera un poco más de dinero.
Deje el trabajo porque el pago no era bueno y mi hijo me necesitaba para llevarlo a las prácticas. Con la pandemia mi esposo también se quedó sin trabajo, él es vendedor independiente de artículos de ferretería. Tampoco tenemos casa propia, así que la situación es muy dura”, dijo.
El poco ingreso que tienen los padres de Juan David es para comer, al menos dos veces al día. “Me preocupa tener que ir a Caracas esta semana porque la verdad es que no tenemos, pero aunque tenga que dormir en el bus y aguantar hambre voy a luchar por cumplir los sueños de Juan”, dijo decidida.
Eliana, como otros padres, prestó el dinero para pagar el pasaporte.
Hay varios padres que están en la misma situación, ese dinero tenemos que pagarlo, lo más justo es que no pongan tanto pero y entreguen el documento. Me parece una inconsciencia por parte del gobierno, para el deporte no debería haber trabas, no se imaginan la pasión y el amor que estos niños le ponen al béisbol, son niños resteados, echados para delante que lo único que quieren es jugar”, dijo.
La falta de ingresos le ha impedido a Juan seguir el régimen alimenticio requerido para su preparación física. “Hace dos meses que no toma vitaminas porque son muy caras, solo una cuesta 30 dólares. Además, debe tomar un suplemento antes de cada comida, zinc, complejo b-12 en jarabe, levadura de cerveza en cápsula, sin contar la alimentación”, dijo la madre del peloterito que sueña con llegar a las grandes ligas para regalarle una casa propia a su familia.
Adriana Isea de 36 años, madre del jardinero Daniel Acevedo, dijo que su hijo tiene la hemoglobina baja porque necesita vitaminas que lamentablemente ella no puede pagar con el ingreso familiar.
Yo vendo pólizas funerarias y gano por comisión, mi esposo es obrero en una empresa privada y gana sueldo mínimo, a veces no tengo ni para pagar los dos dólares que cuestan las prácticas. Para pagar el dinero que me prestaron para el pasaporte hice rifas, ya solo debo 30 dólares, pero tengo que prepararlo para el viaje, no tiene zapatos”, dijo Isea quien además tiene a otro de sus hijos de 17 años en la Liga Juvenil de La Chamarreta.
Winti Viloria de 41 años es albañil, dice que camina dos horas, dos veces por semana para llevar a su hijo Cristian de 10 años a sus prácticas. “Cuando hay, agarramos carrito, sino caminamos. Yo me hago cargo porque su mamá trabaja como señora de servicio interna cinco días a la semana. La persona que me prestó el dinero para el pasaporte le voy a pagar haciéndole trabajos en su casa, porque ahorita no tengo trabajo, no sale nada”.
Viloria dijo que se le partió el alma cuando su hijo le dijo: “Papá si no viajo, no juego más”, dice que su hijo es bueno en el béisbol y no quisiera que la falta de apoyo del gobierno le dañara su sueño.
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