“Si le va bien al teleférico, nos va bien a todos”

Hasta el viernes, 10 de febrero, los comerciantes y transportistas no tenían certeza de cuándo sería reinaugurado el teleférico. Sin embargo, el lunes, 13 de febrero, se reanudaron las operaciones del Warairarepano. La información de la reactivación se conoció a través de redes sociales.

Caracas. La estación de teleférico Warairarepano (anteriormente conocida como Ávila Mágica) luce solitaria un viernes por la tarde. Son pocos los visitantes que vienen y van por toda la caminería. La soledad, en medio del frío, se hizo constante desde el cese de operaciones del Teleférico de Caracas en 2022.

Esta paralización ocurrió a partir de abril del año pasado y se debió a los trabajos de mantenimiento que incluyeron el cambio de toda la guaya que sostiene y da movimiento a las cabinas.

Durante el 2021 el teleférico también estuvo paralizado entre agosto y noviembre, por trabajos de mantenimiento, según Venezolana de Teleféricos (Ventel).

Hasta el viernes 10 de febrero —en horas de la tarde— no había certeza de cuándo sería reinaugurado el teleférico, aunque entre los comerciantes se hablaba de que sería pronto. Sin embargo, ya este lunes, 13 de febrero, comenzaron operaciones. La información de la reactivación llegó el domingo, a través de redes sociales.

Desde ese viernes hasta este lunes, Crónica.Uno intentó concretar una entrevista con Víctor Cruz, presidente de Ventel, pero hasta el momento de la publicación no pudo ser concretada.

Los más afectados del Warairarepano

En la estación Warairarepano hay restaurantes de alta gama, una pista de hielo y el emblemático Hotel Humboldt. Pero, a su vez, es un espacio turístico que también está compuesto de pequeños comerciantes distribuidos a lo largo de la caminería. Estos locales son quioscos de madera que ofrecen dulces y artesanías en su mayoría.

El viernes, 10 de febrero, entre los comerciantes se hablaba de que la reinauguración estaba cerca y que lo más seguro es que sería antes de Carnaval.

Hemos tenido que empezar a vender mayor cantidad de alimentos no perecederos para que no se pierdan”, comentó María*.

En el quiosco de María hay muchos tipos de dulces para los visitantes. Sin embargo, ella cuenta que antes de las últimas dos paralizaciones, más el tiempo de confinamiento, debido a la pandemia por la COVID-19, ofertaba mucho más y en mayores cantidades.

Con los proveedores hubo que hablar, e incluso pedirles la opción de pagar en cuotas. El teleférico es lo que le da vida a todo esto”.

José* es otro afectado. Explicó que la reducción del horario fue la mejor decisión que pudieron tomar para los comerciantes y para Ventel, aunque eso significara menos campo de trabajo.

No subía gente ni martes ni miércoles y a veces ni jueves. Entonces uno venía con los empleados y venía prácticamente solo a mirar la naturaleza”, dijo.

Las tarifas para subir

A los visitantes no les gusta subir en jeep (o carro todo terreno), para ellos la principal atracción siempre ha sido el teleférico. Esa es la percepción de los comerciantes. Pero hasta el domingo, 12 de febrero, era la opción habilitada para poder llegar hasta la estación del teleférico.

Durante los nueve meses de paralización hubo un aproximado de 50 vehículos habilitados, la mayoría prestó servicio bajo la supervisión de Ventel.

Lo de trabajar para Ventel, según el testimonio de uno de los transportistas, se aplicó a partir de la paralización. Sin embargo, con la reactivación del servicio, los conductores, que anteriormente trabajaban de forma particular, volverán a las líneas privadas.

La entrada general (ida y vuelta) tenía un costo de 10 dólares (242 bolívares) y seis dólares para niños y niñas, hasta tres años de edad. También hay una opción VIP para cuatro personas con un costo de 60 dólares (1452 bolívares).

Estos mismos costos aplican de igual forma para subir en las cabinas, según la información publicada este lunes 13 de febrero en las redes oficiales del teleférico, que incluye la opción VIP.

Los pocos visitantes

A pesar de la soledad del parque, el viernes que Crónica.Uno visitó el teleférico era la final de la Serie del Caribe. Varios turistas visitaron el país, entre ellos Leopoldo Fierro, de México, quien aprovechó ese día para subir a lo alto del Ávila.

Las consideraciones que tiene Leopoldo, en los 10 días que para aquel momento tenía en Venezuela, es “lo caro que puede llegar a ser la ciudad de Caracas” y lo “lento que pueden llegar a ser los servicios”.

A pesar del evento deportivo internacional en Caracas, comerciantes como José no percibieron una mejoría en las ventas. “Con el teleférico funcionando es otra cosa. Si le va bien al teleférico, nos va bien a todos”.

En el mismo jeep en que subió Leopoldo iba una pareja de jóvenes y una familia de seis personas. Bárbara no es de Caracas, pero aprovechó la visita a la capital para subir con su hija, su esposo, su hermana y sus sobrinos. Solo en boletos esta familia gastó 48 dólares.

“No es fácil subir para alguien que no cuente con los recursos económicos suficientes”, dijo María, comerciante.

Carlos y Damaris, la pareja de jóvenes, aprovechó el día libre para una salida en Caracas. Para ellos hacer este tipo de gastos igual representa un “sacrificio”, a pesar de que ambos tienen empleo. “Es algo que no podemos hacer tan seguido”.

En los pequeños locales de comida rápida los platos pueden costar entre siete y 20 dólares. Hay pepitos, hamburguesas y parrillas. Los dulces, como fresas con cremas, tortas y galletas van desde los 2 hasta10 dólares, al igual que el chocolate caliente.

Galipán

El local de Graciela* está ubicado en la parte central de Galipán. Esta zona fue la más perjudicada de todo el pueblo debido a la paralización del teleférico, ya que son los locales que más dependen de los visitantes que bajan desde el Warairarepano.

Había días en que no subía nadie, o si subían, no consumían. No vendíamos ni un agua. Como había días que sí mejoraba las cosas porque subían visitantes en carros particulares”.

Por ejemplo: Graciela en su restaurante ofrece una carta que va desde raciones desde los ocho dólares, hasta parrillas de un kilogramo, a 85 dólares, lo más caro de la carta.

También hay opciones de posadas en las que una noche (para dos personas) cuesta 100 dólares y cabañas de cuatro personas en 160 dólares.

El tema de la paralización no nos afectó tanto a las posadas porque la mayoría de nuestra clientela sube en carro particular o por reservación”, explicó Esmeralda, propietaria de una posada.

El transporte

El pasaje para bajar desde el Warairarepano hasta Galipán, hasta este viernes, tenía un costo de 1,50 dólares, establecido así por las autoridades oficiales del parque desde 2022. Sin embargo, al ser pocos los visitantes del parque, también eran pocos los conductores que decidían bajar hasta el pueblo.

De la cantidad de gente que subía al parque, no bajaba al pueblo ni 5 %. Muchos sobrevivimos porque tenemos clientes particulares o por los recorridos privados”, comentó Graciela.

Los días viernes eran pocos los locales abiertos en el pueblo. Por esta razón prácticamente ningún transportista estaba dispuesto a hacer un traslado hasta el pueblo a menos que fuera por una reservación particular. “Eso allá abajo está muerto, para qué van a bajar”, dijo uno de los transportistas a una pareja interesada en bajar.

Esa actitud de no querer bajar también nos perjudicó a nosotros (los comerciantes), a pesar de varias reuniones que tuvimos con ellos (los transportistas), no se logró nada”, comentó Graciela.

Entre los pensamientos de Graciela hubo mucha negatividad con respecto al tema de las bajas ventas del local durante los últimos meses. “Provocaba cerrar”, fue lo que muchas veces pensó. Pero ahora, con la reactivación del teleférico, espera que las cosas mejoren en Galipán.

(*) Ninguna de las personas consultadas por Crónica.Uno quiso ser identificada con su nombre real por temor a represalias.

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