En la plaza Venezuela trabajadores del sector público, salud y educación marcharon hasta las adyacencias de la CTV y otro grupo del magisterio se concentró en el Ministerio de Educación. Divididos, aunque con el mismo objetivo, se encontraron con grupos de choque y cordones policiales que no impidieron elevar las exigencias.

Caracas. Las consignas de “¡Onapre, ladrona, robaste sin pistolas” y “¿Cuál revolución? Si este gobierno es hambre, miseria y corrupción” volvieron a repetirse, con más fuerza, en las protestas de trabajadores de sector público en varios puntos de la ciudad, exigiendo reivindicaciones laborales y la derogación del instructivo Onapre.

Pero las fisuras y diferencias entre las dirigencias sindicales también fueron notorias. Mientras en la plaza Venezuela una parte de los trabajadores del sector educación, los del sector salud, jubilados, pensionados y personal activo y jubilado de la administración pública marchó hasta el centro de Caracas; frente al Ministerio de Educación, en la parroquia Altagracia, otra parte del magisterio exigía la misma reivindicación.

A las 9:00 a. m. los trabajadores activos, jubilados, gremios, sindicatos, junto con parte del movimiento estudiantil y estudiantes de universidades autónomas de Caracas, comenzaron a concentrarse en la plaza Venezuela. Ya a las 10:00 a. m., gran parte del lugar estaba lleno de manifestantes y pasada las 10:40 a. m. había iniciado la marcha, con un destino diferente.

Foto: Luis Morillo

Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), dijo a Crónica.Uno previo al inicio de la marcha que ya no llegarían a la plaza Morelos, donde ahora se concentrarían partidarios del oficialismo, sino al edificio sede de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).

Exigencias más allá de salarios

En la manifestación el ambiente reivindicativo era notorio y no se limitaba solo a exigencias salariales. El personal de salud presente demandaba que se terminara de cancelar el pago prometido de Bs. 1300 para compra de uniformes y zapatos y cesara el acoso, la persecución y la judicialización de los trabajadores activos.

Los hospitales siguen por el piso, no hay recursos ni insumos, no garantizan que el personal de salud pueda ir a cumplir su labor, pero se molestan y amedrentan a quienes denuncian esas situaciones. Ya son cuatro años en esto, estamos cansados, exclamó Yelitza Guzmán, enfermera que acompañaba la protesta.

Karina Molina, miembro del partido Bandera Roja, estaba en la manifestación para exigir la liberación del educador y líder sindical Alcides Bracho. En julio, funcionarios de seguridad del Estado detuvieron arbitrariamente a al menos siete activistas (cinco de Bandera Roja) y al menos tres se dedicaban a reclamar reivindicaciones laborales en sus áreas.

Foto: Luis Morillo
“Yo al gobierno no le hago obra de caridad”

La protesta con destino a la sede de la CTV se tuvo que desviar al inicio del paseo Colón, pues funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) impidieron el paso y ordenaron continuar por Quebrada Honda.

Los distintos grupos de trabajadores continuaban con sus consignas y criticaban el actuar de Nicolás Maduro y sus ministros, con señalamientos directos a Yelitze Santaella (Educación), Tibisay Lucena (Educación Universitaria) y Francisco Torrealba (Trabajo).

Foto: Luis Morillo

Aguantamos la pela con el primer instructivo de hambre de Onapre en 2018, aguantamos durante la pandemia y ahora nos quieren seguir humillando. Ya basta de trabajar por migajas, exigimos respeto, porque yo al gobierno no le hago obras de caridad, gritaba a los medios una trabajadora.

Junto con su hija y su esposa, Iván Gaitán –personal técnico de la Universidad Simón Bolívar– también mostró su indignación por las desmejoras y la falta de recursos que lo han llevado a pintar y refeccionar por cuenta propia su espacio de trabajo, ante la desidia presupuestaria de esa casa de estudios.

¿Qué pasaba en el Ministerio de Educación? 

A las puertas del Ministerio de Educación, un dron voló sobre la  “Gran Protesta Nacional, todos unidos en una sola concentración”, convocada por la organización Formación de Dirigencia Sindical, vinculada a Vente Venezuela.

Los maestros se congregaron en la esquina Salas, bordeados por grupos de choque y organismos policiales. Lejos de intimidarse ante el aparataje del Estado, el magisterio amenazó con no reincorporarse a clases.

Foto: Gleybert Asencio

No va a haber regreso a clases en Venezuela. No podemos seguir subsidiando a un sistema corrupto, un sistema que ha pretendido liquidar la vida de los trabajadores, declaró  a la prensa Gricelda Sánchez, presidenta de Fordisi.

Los maestros han protestado desde mediados de julio, cuando recibieron el pago incompleto de su bono vacacional. A estas denuncias se les ha sumado la red de educación popular subvencionada Fe y Alegría.

En una transmisión por el canal VTV el lunes, 8 de agosto, el diputado Mario Silva llamó a los profesionales que protestaron tarifados de Estados Unidos.

Láncense el paro para que vean la marea rojita cómo se les va a ir encima, dijo en esa oportunidad.

Foto: Gleybert Asencio

También Nicolás Maduro respondió en cadena nacional que los reclamos contra la Onapre son  una campañita en redes sociales manipulada por la izquierda fracasada y la derecha reaccionaria

En ese sentido, Sánchez aseveró que no se trataba de una protesta político partidista.

Esto sí es una protesta política porque el problema que hay en Venezuela es un problema político. Pero lo que vemos aquí hoy es una lucha de derechos.

A los educadores que son nómina del Ministerio de Educación les corresponde 60 días de salario por el bono vacacional. 

Foto: Gleybert Asencio
Los maestros tienen dos o tres trabajos para sobrevivir

Maridelia Muñoz es maestra de una escuela pública y de Fe y Alegría Las Mayas. Trabaja dos turnos “para darle doble entrada al hogar”, pero recibió solo un bono vacacional de Bs. 150.

En vista de que la suma de estos trabajos es insuficiente para costear la canasta básica, Muñoz dicta tareas dirigidas a las 7:00 p.m.

Hago más en una semana con tareas dirigidas de lo que cobro 15 y último, dijo.

Para un matrimonio de maestros, como lo son Francis Principal y Alexis Villamizar, sostener el hogar con el salario del ministerio es imposible sin hacer recortes significativos. 

Foto: Gleybert Asencio

La pareja también enseñó tareas dirigidas durante la pandemia, pero el docente no debería verse obligado a buscar ingresos fuera de las aulas, reclaman.

Estudiamos para dar clases en la escuela. No para estar imaginándonos qué podemos resolver, dice Principal.

Comentaron que, debido al deterioro salarial, su alimentación y la de sus dos hijos se ha deteriorado en cuanto al consumo de proteínas.

Hacemos los gastos para comer, pero no tenemos recreación, para disfrutar de la salud ni para mejorar nuestra vivienda, aclaró Villamizar, docente de Matemáticas.

Foto: Gleybert Asencio

Para que la protesta sea efectiva, Villamizar insiste en que los educadores deben contar con el respaldo de todo su sector.

La lucha sindical es importante. Es importante que el personal obrero y administrativo se unan más, porque la lucha no es de uno, la lucha es de todos

Afectos al Gobierno impidieron llegar a la CTV

A pocos metros de llegar al edificio de la CTV, en Bellas Artes, un piquete de la PNB impidió continuar el paso a quienes marchaban desde Plaza Venezuela. Los líderes de la manifestación pedían a los asistentes esperar mientras conciliaban el paso con los funcionarios, mientras seguían las consignas y declaraciones.

La PNB argumentaba que no podían pasar porque había seguidores del PSUV y empleados públicos concentrados en la plaza Morelos, a dos cuadras del lugar.

Foto: Luis Morillo

El jefe de gobierno del Distrito Capital, Nahum Fernández, se acercó a hablar con los dirigentes sindicales y les reiteró que no podían avanzar pues había “7000 personas en la Morelos” y no querían confrontación. Acompañantes de Fernández llegaron de tildar de “asalariados” a los manifestantes, continuando con el discurso oficial de estigmatización a las protestas laborales (que el mismo Maduro desestima y banaliza).

Esta marcha no pudo llegar a su destino final, pero un grupo de dirigentes entregó un petitorio con exigencias a la Defensoría del Pueblo. En la Morelos, empleados de entes como el Seniat, Ipostel y otros organismos públicos esperaban frente a la tarima a que iniciara su marcha hasta la Asamblea Nacional.

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