Este viernes venció el plazo que dio la LVBP para que equipos y la Fundación llegaran un acuerdo en cuanto al monto de alquiler del estadio Universitario.

Caracas. La cuenta regresiva para que se cante la voz de playball de la temporada 2016-2017 sigue corriendo y todavía el circuito rentado no confirma que se jugará pelota en una de las plazas más importantes del país: el estadio Universitario de Caracas.

Y es que el conflicto entre la Fundación UCV y los equipos que hacen vida en el coso de Los Chaguaramos, Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira todavía no se soluciona, cuando el pasado viernes expiró el plazo que dio la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) para alcanzar un acuerdo entre las partes en cuanto al monto de alquiler de la instalación deportiva.

El presidente de los Leones del Caracas, Luis Ávila se muestra preocupado por la situación aunque aclara que el plazo para que las negociaciones lleguen a feliz término no depende del bando melenudo. “Esa fecha no la fijamos nosotros, es el tiempo máximo que la LVBP puede esperar para organizar un campeonato de calidad, acorde a lo que esperan los fanáticos, para ello es imprescindible saber si se va a jugar o no en Caracas”, dijo vía correo electrónico.

El mandamás caraquista asegura que la LVBP se reunirá próximamente para decidir sobre el caso y buscar alternativas, si bien alerta sobre las implicaciones que Caracas no haya sido confirmada como plaza para la campaña que arranca el 6 de octubre.

“Leones, Tiburones y los demás equipos se ven muy afectados en cuanto a temas logísticos como reserva de boletos aéreos y hospedaje por no tener confirmación de que se va a jugar en Caracas”, afirmó el dirigente.

En cuanto a la boletería, el directivo capitalino indicó que Leones tiene la intención de continuar con la venta de entradas mediante la modalidad de abonos, aunque, a su juicio, “sería irresponsable hacerlo sin saber si jugaremos en el Universitario”.

El impasse entre las dos novenas y la Fundación viene dado por el incremento en los costos de mantenimiento del recinto universitario. El presidente de la arrendataria, Francisco Bechara, se basa en la cláusula cuatro vigente del contrato entre las partes para aumentar el alquiler de un escenario, que, en sus palabras se encuentra en “estado deplorable”. Escualos y melenudos consideran el eventual aumento como “exorbitante”.


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