Casi 12.000 personas plenaron los graderíos del óvalo de Coche con motivo de la realización de la Serie Hípica del Caribe. La calidez del público venezolano conmovió a estrellas internacionales de la fusta, como los puertorriqueños Irad y José Luis Ortiz.

Caracas. La afición hípica respondió al llamado y volvió a las tribunas del hipódromo La Rinconada luego de cerca de tres años sin acceso a las instalaciones del óvalo de Coche.

Desde muy temprano, los seguidores del deporte hípico hicieron colas kilométricas para acceder al recinto y disfrutar la jornada de gala de la Serie Hípica del Caribe, que cerró la temporada 2022 en la pista caraqueña.

La calidez del público venezolano se hizo sentir en la jornada de 13 competencias y seis pruebas selectivas, al punto de emocionar a grandes estrellas de la fusta como los boricuas Irad y José Luis Ortiz, quienes fueron ovacionados a rabiar tras visitar varias veces el recinto de ganadores.

Los hermanos Ortiz figuran entre los mejores jinetes del mundo y montan en pruebas de gran prestigio como el Kentucky Derby o la Breeders Cup en los Estados Unidos, pero al atender la invitación de las autoridades venezolanas, se mostraron sorprendidos y conmovidos por el recibimiento en el país.

La fanaticada aquí es otra cosa. Hay más gente y la afición es muy hípica. Nosotros crecimos viendo el Clásico del Caribe y las carreras de la Serie Hípica y eso nos impulsó a ser quienes somos hoy en día en el hipismo”, explicó Irad Ortiz, quien ganó cuatro carreras en la reunión.

La pasión criolla por las carreras de caballos se siente entre los profesionales de una manera tan especial, que, incluso los que emigran suelen extrañarla, como manifestó el jockey Irwin Rosendo, actualmente radicado en Estados Unidos.

Esta emoción de ganar en Venezuela, de corazón, no tiene precio. El que ha montado allá y gana sabe lo que es el hipismo venezolano”, expresó Rosendo.

Además de los Ortiz y otros invitados como el mexicano Paco López, La Rinconada pudo recibir al zuliano y Salón de la Fama del hipismo estadounidense, Javier Castellano, y al guariqueño Emisael Jaramillo, quizás el máximo ídolo entre los látigos criollos en el exterior.

Jaramillo ganó la penúltima carrera de la reunión con Strength Mask y arribó segundo con la venezolana Lyndacarter en el Clásico del Caribe, donde se impuso el mexicano Iniesta. Al concluir la jornada admitió que disfrutó y que sintió una emoción “que no se puede explicar” por regresar a La Rinconada.


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