Ante el temor de censura activista en Carabobo lleva a jóvenes a ver la película “Simón”

Simón

Hasta la fecha, al menos 40 jóvenes han ido a ver Simón gracias al activista Gabriel Cabrera, quien busca que estos sientan empatía con lo que se vivió en 2017. Dirigentes estudiantiles afirman que la película recoge todo lo vivido en las protestas de hace seis años.

Valencia. A pesar de los rumores sobre una posible censura por parte del Estado, la película Simón fue estrenada el pasado 7 de septiembre en 34 salas de cine. El largometraje sigue en cartelera, pero la amenaza de censura continúa latente y el temor ha hecho que algunos activistas den un paso adelante para promover la obra.

Este es el caso de Gabriel Cabrera, quien desde las redes sociales ha invitado a los carabobeños a ir al cine para acompañarlo a ver Simón. Cabrera ha utilizado su vehículo para facilitar el traslado de aquellos que no tienen cómo llegar.

Cabrera explica que se ha enfocado en motivar a estudiantes universitarios, dirigentes y otros activistas de diversas edades que van desde los 18 hasta los 28 años, porque, a su juicio, son las personas que más se pueden sentir identificadas.

Simón
Gabriel Cabrera junto al cartel de Simón. Fotografía: Armando Díaz.

Es domingo y es la segunda vez que acude a las salas de cine. Ya terminó la función de las 4:20 p. m. y faltan 30 minutos para que empiece la siguiente función, la de las 7:00 p. m.

A Cabrera le alegra saber que universitarios de la ULA, la UC, la UAM, Unitec y la UCV se han sumado a la iniciativa. De hecho, Cabrera puntualiza que a la primera función del día acudieron 25 personas y el total entre los días roza los 40.

Antes de esta visita, el primer llamado de Cabrera fue el jueves 7 de septiembre, es decir, el día de estreno de Simón.

Simón
Cartelera muestra la película Simón junto a Oppenheimer y Elemental. Fotografía: Armando Díaz.
Remover las aguas

De acuerdo con Cabrera, son muchas las razones que lo motivan a hacer estas invitaciones. Una de ellas es que, como ex dirigente estudiantil, se ve reflejado en los personajes de Simón, en vista de que la protesta ha sido una de sus herramientas más fuertes.

En 2017, año en el que se desarrolla la película, Cabrera tenía 17 años.

Hay gente que tenía menos y es precisamente para esos que esta película sirve como una forma de crear una memoria colectiva, mostrarles lo que pasó y lo que en buena medida nos ha llevado a lo que tenemos hoy”.

Sin embargo, la amenaza de la censura sigue estando ahí y por eso Cabrera trata de llevar la mayor cantidad de gente posible, para que además puedan experimentar el torbellino de emociones que deja Simón.

En su caso, es un llamado a la acción.

Dos estudiantes de comunicación social acudieron al cine a ver Simón tras invitación de Cabrera. Fotografía: Armando Díaz.

Cabrera admite sentirse alegre porque se encontró con una sala de cine llena y no le queda duda de que para el lunes el escenario será mucho más prometedor, porque hay descuento de 50 % en las entradas.

Si bien este dirigente sabe que las realidades que Simón refleja han cambiado, en la actualidad puntualiza que eso no significa que Venezuela está mejor: “Seguimos en conflicto, pero no es un conflicto en el que la gente está enardecida en las calles”.

Reflejada en la película

Stefanny Rincón acudió a la sala de cine por invitación de Cabrera. Sentía curiosidad por el largometraje y se encontró con una narrativa muy similar a la que le tocó vivir años atrás, por eso pidió a Crónica.Uno no usar su nombre real.

Al igual que Cabrera, a Rincón le sorprendió que Simón esté en cartelera y, para el momento de la entrevista, con cuatro días de funciones ininterrumpidas.

Pienso que hay mucha gente que revivirá los temores y la idea de ir al cine podría hacerlos sentir expuestos, sin embargo, no se hasta qué punto le convenga al régimen todo esto”, contó.

Sala en la que se proyectó Simón, curiosamente es la única que no tiene el cartel de la película junto a la entrada. Fotografía: Armando Díaz.

El impacto emocional de la película fue tan fuerte que Rincón lloró en tres oportunidades, sobre todo con una escena de revelación y duelo que afronta el protagonista. “No necesitas tener la camisa del movimiento universitario puesta para vincularte con lo que pasa ahí”.

Sobre si los jóvenes están o no interesados en ver Simón, Rincón opina que hay mucha apatía en conocer estas realidades.

“(Las personas) están desvinculadas de esos procesos y lo que quieren es conectarse con cosas que les den tranquilidad”, dice.

Errores de oposición

Albern Mendoza fue dirigente estudiantil de la UCV y acudió al cine con la intención de conocer el mensaje de Simón y constatar si esta película lograba evocar lo que para muchos significó el año 2017 y sus protestas.

Fue muy difícil, yo estuve en todas esas protestas para buscar la libertad; búsqueda fallida porque no se alcanzó y eso fue muy doloroso; y eso lo logra captar”. contó.

Personas compran en la boletería entradas para ver Simón. Fotografía: Armando Díaz.

A juicio de Mendoza, el largometraje también fue el recordatorio de los errores cometidos desde el liderazgo de la oposición.

Yo la veía y decía ‘hay un gran culpable que es los que dirigen el país, pero hay un segundo culpable y esos son los líderes de la oposición de ese momento’”, dijo.

Incluso los critica porque el hecho de que muchos de esos líderes sigan apostando por llegar al poder habla de su falta de empatía, más aún cuando hay una sumatoria de fracasos.

En España, Pablo Iglesias renunció cuando no logró los objetivos en Podemos, igual Alber Rivero y es que el país necesita una dirigencia opositora más responsable”, dice.

Mendoza es el único de los entrevistados al que no le sorprende que la película no haya sido censurada: “A ellos les conviene que el mundo sepa de lo que son capaces de hacer si alguien se les opone”.

Fotografía: Armando Díaz.

Participa en la conversación