El defensor del Deportivo Anzoátegui marcó el fin de semana y es el goleador más longevo del fútbol profesional venezolano.
Caracas. Cuando David Mcintosh (Ciudad Bolívar, 17 de febrero de 1973) debutó con Minerven en 1994 no existían las redes sociales y los futbolistas venezolanos solían expresar sus opiniones en los escasos espacios radiales que le hacían cobertura a un balompié carente de triunfos, donde se tildaba de “hazaña” cualquier resultado favorable ante equipos o selecciones extranjeras.
25 años después, el defensor del Deportivo Anzoátegui se mantiene activo y aprovecha las herramientas tecnológicas para interactuar con la gente y dar su visión sobre distintos aspectos del mundo futbolístico. A Mcintosh no le hicieron gracia los comentarios negativos —habituales en el espectro 2.0— que surgieron tras haber marcado a los 46 en la jornada 13 ante Estudiantes de Mérida y así lo hizo saber con un tuit en su cuenta @andreuwMcintosh.
“No creo que sea justo que una minoría de personas por querer atacarme o insultarme desprestigien al fútbol venezolano. Escriben que así estará el torneo que sigo jugando”, explica sobre su publicación el central en entrevista con Crónica.Uno.
“Yo tengo que entrenar para estar a la par física y mentalmente de los chamos del equipo y eso a mi edad es bastante difícil. Tengo que intentar ganarme el puesto porque no juego por ser David Mcintosh o por toda la experiencia que tengo. Es bastante duro porque hay mucho talento en mi posición. Yo no le quito el puesto a nadie, yo me lo gano”, subraya el exvinotinto, quien ha vestido 11 camisetas de cuadros nacionales y la de Venezuela 26 veces entre 1996 y 1999.
Aclarado el tuit para los detractores digitales, Mcintosh no oculta su satisfacción por gritar un tanto en la etapa final de su carrera. Más satisfactorio —según asegura— fue poder celebrarlo con su hijo Ronald, de 20 años, con quien comparte disciplina en el bando oriental de Juvencio Betancourt. “Cada gol que consigo tiene una connotación especial. Este último ante Estudiantes lo celebré con mi hijo y eso no tiene precio”, subraya la Computadora, cuyo registro goleador ya acumula 61 dianas, con el 2-2 ante Cruzeiro en la Copa Libertadores 2010 —cuando defendía los colores del Deportivo Petare— como otra de las conquistas más recordadas.
Sobre las condiciones del vástago, Mcintosh admite no compartir muchas características con el atacante, más allá del “patrón de trabajo” y el esfuerzo máximo en cada práctica o partido. Por ahora, la idea es compartir con Ronald el resto de 2019 y después colgar los botines.
Temporada complicada
La alegría de convertirse en el anotador con más edad del fútbol venezolano no alcanza para borrar la dificultad de una temporada marcada por la situación país que incluye apagones, escasez de agua y alimentos y en el caso del Deportivo Anzoátegui, pagos atrasados. Bajo este contexto, el bolivarense rescata la actitud de sus compañeros e inclusive de los colegas de otros equipos, quienes intentan dar espectáculo en las condiciones más adversas.
“El tema situación país nos ha golpeado muy duro. En el caso del Anzoátegui se nos debe y estamos esperando respuesta de los directivos. En cuanto a los apagones, la alimentación y el agua es un tema bastante delicado”, apunta.
“Es muy incómodo llegar a un vestuario y no tener luz, no tener agua y no poder bañarse al terminar el partido. En algunos escenarios no están dadas las condiciones para jugar. El caso de Maracaibo es el más puntual en ese sentido. Hay que hacer una mención aparte para los futbolistas venezolanos que con todas las dificultades que padecemos tratamos de dar un espectáculo digno. En vez de atacar a los jugadores, deberíamos tomar en cuenta eso”, concluyó el goleador inesperado de la fecha 13.
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