Rafael Peña, director de la escuela, dijo que por las fuertes lluvias del lunes, 12 de septiembre, el sedimento cedió y terminó de tumbar el muro de gavión y la cerca de la cancha de fútbol. El padre de tres alumnos comenzó a reparar la pared, en vista de que no han recibido ayuda.
Caracas. Yulmer Pereira, papá de tres alumnos de la Escuela Técnica Industrial San José Obrero, comenzó a reparar la pared de gavión que se llevó la quebrada El Mamón el sábado, 15 de octubre.
Al ver el mal estado del muro del plantel, ubicado en el sector La Colmena de Antímano, decidió colaborar pues tiene experiencia en construcción.
Por las lluvias del 12 de septiembre, el sedimento cedió, tumbó parte del muro de gavión y la cerca de la cancha de fútbol cayó a la quebrada El Mamón. Esta bajada de agua, que viene desde El Junquito, ocasionó daños notorios en las paredes de la escuela, ubicada en el suroeste de Caracas.
Además de los daños en la cancha, también resultó afectada la pared de una caminería, por donde pasan los estudiantes a diario.
En esta escuela técnica estudian 531 alumnos de primer grado a sexto año de bachillerato. A este número se le suman los 127 jóvenes y adultos que se forman en los Cursos de Capacitación Laboral en diferentes oficios (CECAL).
Intento de reparación
Rafael Peña, director de la escuela, relató que en el año 2008 la quebrada socavó el edificio principal y para ese entonces se realizó un muro perimetral que evitó mayores daños en la infraestructura.
Peña mencionó que desde hace dos años se comenzó a notar una inclinación pronunciada en el piso de la cancha de fútbol. En esa ocasión, recurrió a estudiantes de ingeniería de la Universidad Católica Andres Bello (UCAB) quienes hicieron un estudio hidrológico y determinaron las causas del problema y las dimensiones del potencial riesgo.
El ingeniero Mauricio Suárez explicó a Crónica.Uno que el estudio hidrológico se le realiza a la cuenca para saber cuál es el caudal que puede tener esa quebrada y con eso estimar si es necesario encofrarla. Esta investigación ayuda a determinar la crecida del agua y a ejecutar un histórico del caudal a través de un periodo de tiempo.
El equipo directivo de la escuela técnica tenía las directrices a seguir. Peña aseguró que quisieron iniciar la reparación, pero no recibieron apoyo con el material para hacer el trabajo.
Pereira alegó que así como él, otros padres se preocuparon por la situación del colegio. El representante se dedica a la construcción y actualmente está desempleado, es por eso que colabora con la escuela, pues ahí estudian tres de sus seis hijos.
El sábado, 15 de octubre, 10 representantes del colegio y algunos estudiantes se reunieron en la institución para hacer un trabajo de limpieza de la quebrada para que Yulmer comenzara a reparar el muro de gavión.
Carlos Goncalves, profesor de Máquinas, relató que se realizó un trabajo de desviación del cauce del río. “Hicimos un trabajo de hormiguitas cargando piedras para desviar el cauce. También cortamos las cabillas que estaban levantadas”.
Continúan esperando respuesta
Peña explicó que la institución tiene 32 años y que se hizo un trabajo bien pensado y articulado para que durara. Sin embargo, el mantenimiento no ha podido ser constante por falta de recursos.
El director manifestó que hizo la denuncia en la Corporación de Servicios del Gobierno de Distrito Capital (GDC) a través de los consejos comunales e inspeccionaron por primera vez en junio de 2022. Luego volvieron en agosto a revisar la inclinación de la cancha pero no comenzaron las labores de reparación.
Peña se acercó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y un grupo de jóvenes hizo nuevamente un estudio, pero no tenían los materiales para solventar el problema.
Finalmente, el caso se complicó por las lluvias y a la fecha continúan esperando respuesta del gobierno del Distrito Capital.
“Nosotros queremos que nos faciliten el material y la escuela se encarga de buscar la mano de obra. Yo mismo me he movido a buscar cemento, un exalumno que tiene una venta de repuestos de moto nos regaló seis sacos, una ferretería nos donó uno y seguimos solicitando colaboraciones”, dijo Peña.
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